El movimiento de los microcréditos que se suponía iba a sacar a millones de habitantes de India de la pobreza recientemente entró en caos.
Instados por funcionarios de gobiernos locales y políticos, miles de deudores dejaron de pagarles a los prestamistas pese a que tenían dinero. El gobierno ha incrementado las restricciones por temor a que los prestatarios estén siendo perjudicados por tasas de interés usurarias. En algunos casos, funcionarios han arrestado a prestamistas por presuntos acosos a los deudores.
Los políticos locales, mientras tanto, han atribuido decenas de suicidios a los microprestamistas y están urgiendo a los deudores a no pagar lo que deben.
Aunque hasta ahora la reacción se ha visto limitada al estado sureño de Andhra Pradesh, lo que ocurre allí a menudo sirve de referencia para las microfinanzas en India y el resto del mundo. Hyderabad, la capital del estado, es sede de algunos de los mayores microprestamistas del mundo, incluidos SKS Microfinance Ltd., Spandana Sphoorty Financial, Basix y Share Microfin Ltd. En este estado se realiza alrededor de 30% de este tipo de préstamos en India, uno de los mercados mundiales más importantes de las microfinanzas.
"Esto potencialmente va a devastar el crédito para las zonas rurales durante un largo tiempo", dice Vikram Akula, fundador y presidente de SKS Microfinance, el mayor microprestamista de India por volumen. "Confiamos en que sobreviviremos, pero ciertamente esto va a cambiar la forma en que las cosas pueden y deben ser hechas", advirtió.
El microcrédito es el préstamo de pequeñas cantidades, normalmente menos de US$200, a emprendedores que usan el dinero para comenzar o expandir pequeños negocios. La mayoría de las firmas de microcréditos prestan dinero a través de grupos de mujeres que llegan a prestatarios que o están demasiado lejos o son demasiado pobres para recurrir a un banco. La tasa de devolución de los créditos tendía a ser mejor que la de los prestatarios de más recursos. Las tasas de interés, sin embargo, pueden ser bastante altas, de entre 25% y 100% al año, fundamentalmente debido al costo de administrar millones de pequeños créditos en áreas remotas.
La crisis en cierta medida recuerda los recientes problemas de deuda en Estados Unidos. El microcrédito se enfoca en una población que no es tomada en cuenta por el grueso del sector bancario, el mismo nicho social al que apuntan los prestamistas de hipotecas de alto riesgo en EE.UU.
A medida que la industria de las microfinanzas crecía, atrajo capital internacional que hizo crecer su tamaño. En una significativa decisión que mostró el interés de los inversionistas internacionales en el sector, SKS hace poco vendió US$350 millones de sus acciones en el mercado bursátil indio.
No obstante, junto con este crecimiento vino la preocupación entre políticos, reguladores y hasta algunas empresas en la industria de que la expansión sin límites estaba causando malas prácticas en la concesión de créditos, múltiples préstamos a los mismos deudores y temores respecto a extendidos problemas de pago.
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