jueves, 31 de mayo de 2012

¿Son los teléfonos inteligentes la tecnología de expansión más veloz en la historia?


Los "smartphones" van camino de alcanzar el punto de saturación en un tiempo récord en Estados Unidos y en los países en vías de desarrollo.

Hay quien cree que la escena tecnológica actual está sobrecalentada. Apple es la empresa con más valor del planeta. Las aplicaciones de software llegan a decenas de millones de usuarios en apenas unas semanas. Nombres importantes en el campo de la tecnología como Research in Motion y Nokia están desapareciendo debido a rápidos cambios en sus mercados. Bajo este panorama subyace la velocidad sin precedentes a la que se está extendiendo el uso de los ordenadores móviles.
A continuación se puede observar la penetración en el mercado estadounidense de nueve tecnologías distintas desde 1876, año en que Alexander Graham Bell patentó el teléfono. La tasa de penetración se ha organizado para mostrar las tres fases distintas de la difusión de una tecnología: arranque (tiempo que se tarda en alcanzar un 10 por ciento de penetración en el mercado), madurez (del 10 al 40 por ciento de penetración) y saturación (del 40 al 75 por ciento).
Aquellas tecnologías que tienen problemas en los 'kilómetros finales'– la llegada de los cables eléctricos o telefónicos a los hogares, por ejemplo- parecen difundirse más despacio. Los teléfonos fijos tardaron casi un siglo en llegar a la saturación, el punto en el que decae la nueva demanda. Los teléfonos móviles, en comparación, alcanzaron la saturación en tan solo 20 años. Los teléfonos inteligentes parecen destinados a reducir esa tasa a la mitad de nuevo y las tabletas podrían ir aún más rápido, estableciendo récords consecutivos de velocidad en alcanzar la saturación del mercado en Estados Unidos.
Resulta difícil, a la vista de los datos disponibles, afirmar categóricamente que los teléfonos inteligentes se están difundiendo más rápidamente que cualquier tecnología anterior. Las estadísticas no están disponibles a escala global y no todas las tecnologías son fáciles de medir. Además, como los teléfonos inteligentes aún no han alcanzado el punto de saturación, algo que sí han hecho la electricidad y la televisión, los resultados aún están llegando. 

El repentino auge del teléfono inteligente
BellSouth lanzó el IBM Simon, con su rudimentaria pantalla táctil en 1993, pero la era del teléfono inteligente en Estados Unidos comenzó en realidad en 2002 cuando las PDA incorporaron la posibilidad de hacer llamadas. Ese año RIM presentó su primera BlackBerry con características de teléfono, Handspring lanzó su gama Treo con sistema operativo Palm, Microsoft creó su Pocket PC Phone Edition y la tecnología móvil de datos como el GPRS empezó a generalizarse.
Cuatro años y medio después, a finales de 2006, en el trimestre previo a que Apple anunciara su ya icónico iPhone, solo se habían vendido 715.000 teléfonos inteligentes, que representaban un 6 por ciento de las ventas de teléfonos móviles en Estados Unidos. Hasta ese momento, el teléfono inteligente se estaba difundiendo a una velocidad parecida a la de los ordenadores personales unas décadas antes e incluso más despacio que la radio en décadas anteriores.
Eso cambió cuando Apple vendió1,2 millones de unidades de su iPhone en el primer trimestre completo en que estuvo disponible, a pesar de que los precios empezaban en 399 dólares (unos 320 euros). Con cada año que ha pasado desde entonces, la cuota de mercado de los teléfonos inteligentes casi se ha duplicado, hasta el 11 por ciento de las ventas de teléfonos móviles en Estados Unidos. Nielsen informa de que éstos representan más de dos tercios de todas las ventas de teléfonos móviles en EE.UU. Nielsen también informa de que el 50 por ciento de los usuarios de teléfonos móviles en Estados Unidos –que equivale a un 40 por ciento de la población del país- ya usan teléfonos inteligentes.
Estas cifras demuestran que los teléfonos inteligentes, después de un arranque relativamente rápido, también han sobrepasado a casi cualquier tecnología comparable en dar el salto a su uso generalizado. Los teléfonos fijos tardaron unos 45 años en pasar de un 5 a un 50 por ciento de penetración en los hogares estadounidenses y los teléfonos móviles tardaron unos siete años en llegar a un porcentaje parecido de consumidores. Los teléfonos inteligentes han pasado de un 5 a un 40 por ciento en unos cuatro años, a pesar de la recesión económica. En la comparativa, la única tecnología que alcanzó tan rápido un uso generalizado en EE.UU. fue la televisión entre 1950 y 1953.
El teléfono móvil es realmente global
¿Cómo de rápida está siendo la difusión de los teléfonos inteligentes a nivel global? En el resto del mundo, las tasas históricas de adopción de tecnologías como la tele, la radio e Internet no están tan disponibles. Es más, en muchas regiones, como África, los teléfonos inteligentes son un fenómeno reciente, lo que dificulta las comparaciones. Sin embargo, la difusión sin precedentes de modelos de teléfonos móviles más sencillos en los países en vías de desarrollo parece colocar a los teléfonos inteligentes en el carril rápido a nivel global.
En 1982 había 4.600 millones de habitantes en el planeta y ni un solo de ellos tenía un contrato de teléfono móvil. En la actualidad hay 7.000 millones de personas en el mundo y 6.000 contratos para teléfonos móviles. Al igual que ha sucedido con muchas otras tecnologías, la explosión empezó en los países más desarrollados.
Históricamente, una tecnología que alcanza el punto de saturación en los países ricos sigue difundiéndose por los países en vías de desarrollo en correlación al grado de desarrollo de cada país. En 1963 unos investigadores crearon un famoso mapa del mundo en el que se veía la 'teledensidad' de las naciones, es decir, la prevalencia de teléfonos fijos. Los datos mostraban justamente este efecto, que se conoce como curva de Jipp.
El teléfono móvil, sin embargo, es un hito: a lo largo de la última década, la correlación entre riqueza y teledensidad se ha transformado por completo.
Según la Unión Internacional de Telecomunicaciones, en 2001 el mundo desarrollado tenía seis veces más usuarios de teléfonos móviles per cápita que los países en vías de desarrollo. Para 2011 esa diferencia se había reducido a solo el doble de teléfonos por individuo y continúa reduciéndose significativamente. De los 6.000 millones de usuarios de teléfonos móviles del mundo, el 73 por ciento están en los países en vías de desarrollo, a pesar de que esos países solo representan el 20 por ciento del PIB del mundo.
Hoy, 136 años después de que Bell recibiera su patente por una “mejora en la telegrafía”, solo 17 países tienen una línea de teléfono fijo por cada 2 personas. Menos de 30 años después de que Ameritech se pusiera en contacto con el nieto de Bell en la primera llamada comercial por teléfono móvil, unos asombrosos 158 países de los 200 que sigue el Banco Mundial han pasado ese umbral con los teléfonos móviles, incluyendo países como Senegal, donde los ingresos diarios medios son de 5 dólares (unos 4 euros).
El teléfono inteligente también será global
Aunque la gran mayoría de los teléfonos móviles del mundo aún no son teléfonos inteligentes, los 'teléfonos tontos' han creado la infraestructura, los sistemas de pago y distribución y las redes que usan cada vez más teléfonos inteligentes.
La UIT afirma que un 90 por ciento de la población mundial ya está cubierta por redes 2G, muchas de las cuales pueden proporcionar servicios de datos, como el acceso a Internet vía tecnologías '2.5G' más lentas como EDGE y GPRS. Las redes 3G, más modernas, que han catalizado el actual boom de los teléfonos inteligentes proporcionando experiencias de telefonía móvil más completas y rápidas, se han expandido rápidamente y ahora mismo cubren a un 45 por ciento de la población mundial, más de 3.000 millones de personas.
El coste de un teléfono inteligente y un plan de servicios sigue siendo una barrera evidente en los países más pobres, pero es una traba que va desapareciendo. La CPU móvil Cortex A7 de ARM Holdings, cuyo lanzamiento para teléfonos está previsto para el año que viene, se vende como una forma de conseguir hacer llegar los teléfonos inteligentes “a los próximos mil millones de personas”, con una relación precio-rendimiento cinco veces mayor que la de los modelos de 2010. Mientras, la marca china Spreadtrum ya ha lanzado una plataforma de chip dirigida a los teléfonos inteligentes Android que cuestan menos de 50 dólares (unos 40 euros). A pesar de que los precios de los aparatos caen en picado, también será clave el coste del acceso a los datos.
La tendencia inevitable ya está clara. Según IDC, los teléfonos inteligentes supusieron un 36 por ciento de la producción global de teléfonos móviles en el primer trimestre de 2012, un 25 por ciento más que el año anterior. Si la difusión de los teléfonos inteligentes continúa creciendo aunque solo sea a este paso, los 'teléfonos básicos' serán cosa del pasado dentro de cinco años. Queda por ver si las redes de todo el mundo son capaces de soportar esta rápida conversión hacía los teléfonos inteligentes.
El próximo boom y más allá
Las tabletas, que han llegado en la estela de los teléfonos inteligentes, parecen posicionadas para una adopción masiva aún más rápida. Después de años de salidas en falso, el mercado de las tabletas cobró vida con el lanzamiento del iPad de Apple en abril de 2010. Solo 18 meses después, la penetración de las tabletas en los hogares de Estados Unidos ya había alcanzado el 11 por ciento, según un estudio de Google/Ipos. Ninguna otra tecnología de las aquí comparadas tuvo un comienzo tan rápido. Desde esa fecha, se ha presentado el Kindle Fire de Amazon (básicamente para Estados Unidos) y se han vendido por lo menos cinco millones de unidades. En los dos últimos trimestres, Apple también ha vendido aproximadamente 10 millones iPads más en el mercado estadounidense. En consecuencia, el número de consumidores allí que poseen una tableta en la actualidad supera el 13 por ciento, solo dos años después de que se haya creado ese mercado.
Según Gartner, en la actualidad hay 1.400 millones de ordenadores personales en funcionamiento en el mundo. Queda por ver si las tabletas son capaces de mantener su ritmo de récord. Los teléfonos móviles, por otra parte ya están vendiendo más de 1.400 millones de unidades cada año. Una cosa parece clara: atrapado entre las tabletas y teléfonos cada vez más inteligentes, el PC empieza a asistir al final de su reinado como el ordenador 'personal' del mundo.
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