lunes, 31 de enero de 2011

SonicWALL advierte sobre nuevo fraude digital relacionado con ofertas de candidatos a puestos laborales

SAN JOSÉ, Calif. a 31 de enero, 2011. -- SonicWALL, Inc., proveedor líder de soluciones inteligentes para redes empresariales y protección de datos, dio a conocer que se han incrementado los fraudes digitales relacionados con supuestos candidatos a puestos laborales.

Las empresas pequeñas son las que se han visto más expuestas a este tipo de amenaza, debido a que no cuentan con sistemas de seguridad avanzados. Estas pequeñas empresas han reportado que el engaño consiste en que algunas personas se apuntan para cubrir una vacante de trabajo y en realidad, lo que hacen es hackear las cuentas bancarias on-line de las empresas.

Recientemente, el FBI lanzó un aviso sobre el fraude conocido como Automated Clearing House (ACH). Con esta técnica, los criminales instalan software malicioso en el equipo de las pequeñas empresas y lo utilizan para acceder a la cuenta bancaria on-line de la compañía. Así, realizan transferencias fraudulentas de fondos, añadiendo falsos empleados o beneficiarios, y luego envían el dinero fuera del país.

Los estafadores pueden pasar cientos de miles de dólares en cuestión de horas si se utiliza esta técnica. A menudo, el objetivo de estos ataques son las pequeñas empresas que utilizan bancos regionales o uniones de crédito, entidades que a veces no tienen los recursos para identificar y bloquear las transferencias fraudulentas.

Esta estafa no es nueva, pero en esta nueva oleada, los criminales están aparentemente en busca de empresas que están contratando empleados a través de Internet para enviarles programas maliciosos que son manipulados para parecerse a las solicitudes de empleo.

Una compañía de EE.UU. (la cual pidió no ser mencionada) acaba de perder 150.000 dólares de esta forma, según el FBI. "El malware se ha incluido en un correo electrónico remitido como respuesta a una oferta de trabajo que la empresa publicó en una página web de empleo", explica el FBI en un comunicado de prensa. El malware, una variante del troyano Bredolab, "permite al atacante obtener las credenciales de banca online de la persona autorizada para llevar a cabo transacciones financieras en la empresa".

Esta actividad fraudulenta está circulando desde hace, al menos, seis meses, según un informe de SonicWALL.


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Acerca de SonicWALL Guiada por su visión de Seguridad Dinámica para la Red Global, SonicWALL desarrolla seguridad de red inteligente y avanzada así como soluciones de protección de datos que se adaptan de forma paralela a la evolución de las organizaciones y de las amenazas. Dirigida a empresas de todos los tamaños a nivel mundial, las soluciones de SonicWALL están diseñadas para detectar y controlar aplicaciones así como para proteger redes de potenciales intrusiones y ataques de malware gracias a su tecnología hardware y software así como a sus soluciones virtuales. Para más información por favor visite http://www.sonicwall.com/

Android consigue el 22% del mercado de las tabletas el último trimestre de 2010

La plataforma Android de Google consiguió en el cuatro trimestre de 2010 un 22% del mercado de las tabletas -ordenadores con pantalla táctil- en el cuarto trimestre, aunque sigue por detrás del iPad de Apple, que cuenta con una importante ventaja.

La firma de investigación Strategy Analytics afirma que el porcentaje de Apple en el mercado mundial de estos dispositivos cayó al 75% en el cuarto trimestre, frente al 95% del tercero, mientras que el mercado general creció un 120%, a casi 10 millones de unidades.

La tableta Galaxy de Samsung Electronics fue la principal competidora del iPad en ese periodo, ya que se puso a la venta en decenas de países, según la Strategy Analytics.

Samsung ha informado de que vendió dos millones de tablet Galaxy en los últimos tres meses, un dato que aún está bastante lejos de los datos que proporciona Apple, que vendió más de 7 millones de iPad en el último trimestre. No obstante, estos datos no se refieren al mismo periodo de tiempo.

Strategy Analytics espera que Android aumente su cuota del mercado en la primera mitad de este año con la llegada de nuevos dispositivos como el Xoom, de Motorola Mobility. Sin embargo, la canadiense Research In Motion añadirá más competencia al mercado en auge con el lanzamiento de su tablet PlayBook hacia el final de este trimestre.

Teléfonos inteligentes

Por otro lado, la compañía Canalys ha anunciado un informe en el que muestra que Android superó a la plataforma de Nokia Symbian en el mercado de los teléfonos móviles inteligentes ('smartphones') durante el último trimestre de 2010.

Así, los suministros de teléfonos móviles basados en el sistema operativo Andrid durante el mencionado espacio de tiempo alcanzaron los 32.9 millones, mientras que los dispositivos de este tipo basados en Symbian descendían ligenarmente hasta los 31 millones.

En cualquier caso, Nokia mantiene su posición como el líder mundial en teléfonos inteligentes, con una cuota global del 28%.

Según Canalys, durante el cuarto trimestre de 2010 el mercado de teléfonos inteligentes siguió aumentando en todo el mundo, con unos envíos de 101.2 millones de unidades, lo que representa un crecimiento anual del 89%.

Europa y su área de influencia constituye el principal mercado de estos dispositivos, mientras que EEUU es el país con el mayor mercado de 'smartphone'.

Precisamente en este último, y por fabricantes, RIM se volvió a colocar en primera posición por delante de Apple, mientars que HTC permanece en una cómoda tercera posición, gracias a las úiltimas actualizaciones de Android y los nuevos dispositivos con Windows Mobile 7.

En cualquier caso, en EEUU Android fue, con mucho, la principal plataforma de teléfonos inteligentes, con más de 12.1 millones de unidades -casi tres veces más que los dispositivos BlackBerry de RIM.

Asimismo, el estudio pone de relieve que Windows Mobile 7 apareció demasiado tarde para aprovechar al máximo la importante temporada navideña, por lo que Microsoft perdió cuota de manera importante, del 8% en el cuarto trimestre de 2009 al 5% en el mismo periodo de 2010.

Linus Torvalds habla de Ubuntu, Android y el futuro cercano de Linux

Por Alan Lazalde / ALT1040

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Linus Torvalds tiene el respeto de legiones de programadores y hackers de todo el planeta por el sólo hecho de haber creado Linux. Incluso ha sido nombradouno de los 100 inventores más influyentes de todos los tiempos por los editores de la mismísima Enciclopedia Británica. Si alguien me preguntara al respecto, diría que a su innegable solvencia técnica le sumaría un liderazgo admirable al frente del desarrollo de kernel Linux. Y es que en el fondo Torvalds es un ingeniero nato, un pragmático de cabo a rabo que ha sabido conducir una heterogénea comunidad de desarrolladores con la política “publica pronto, publica con frecuencia, escucha a tus clientes” que hizo evolucionar el código de formas impensables.

Cabe agregar que Torvalds no suele ser condescendiente en sus declaraciones, por lo que poco le importa comentar cosas como que cambió de KDE 4.0 a GNOME porque el primero se hizo un desastre. A todo esto, OMG! Ubuntu! le hizo una pequeña pero estupenda entrevista que quiero compartir y comentar para ustedes.

Sobre Ubuntu, Linus declaró:

He intentando usarlo un par de veces, principalmente porque lo que hace bien es que hace a Debian más cómodo de usar. Siempre he sentido que Debian es un ejercicio inútil porque para mí una distribución debe enfocarse en hacer todo fácil. Fácil de instalar, verse bien y ser amigable es lo que Ubuntu hizo por Debian.

Tal vez para los desarrolladores Debian no sean tan agradables las palabras de Torvalds. Sin embargo, Torvalds no es usuario de Ubuntu porque es poco amigable para un desarrollador del kernel, aunque

no está mal, es sólo que no pertenezco al público objetivo. Pienso que Ubuntu hizo un gran, gran trabajo poniendo Linux a disposición de una audiencia más amplia y variada, el tipo de audiencia que viene de Windows y Apple.

En cuanto Android, Torvalds afirma estar muy feliz con él. Recordemos que quedó encantado con su Google Nexus One:

Uso Android, y de hecho hace que los móviles sea muy fáciles de usar.

Pero para el hacker finlandés Android no lo es todo en dispositivos móviles o para el hogar, está orgulloso de todo el ecosistema de dispositivos que usan Linux para impresoras e incluso televisores. Al final fue cuestionado sobre lo que viene en el kernel Linux. Entre otras cosas acepta que Linux se ha hecho lento con los años —hay pruebas de desempeño que lo demuestran—, pero que si esa relativa lentitud viene a cambio de nuevas formas de usar Linux, entonces hay buenas razones para seguir así. De hecho, afirmó que en las próximas versiones Linux será más rápido gracias a un mejor código para un aspecto poco considerado por los creadores de sistemas operativos:

Tenemos un nuevo código para buscar archivos. Lo mejor de todo es que será completamente invisible para los usuarios […] no haremos nada que la gente note excepto que lo estamos haciendo muy rápido.

De ser cierto, el desempeño general del sistema operativo se sentirá mejorado de forma evidente pues consideremos que nuestro software busca, abre, lee, escribe, cierra decenas de archivos todo el tiempo, en suma decenas miles de veces durante una sesión de trabajo.

Openleaks, la nueva web de filtraciones

Por Oscar Gutiérrez y Claudi Pérez / El País
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Imagen: Daniel Domscheit-berg
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El método: un ciudadano cuenta con un documento que por su relevancia quiere poner al alcance de tanta gente como sea posible; teclea la ruta www.openleaks.org y elige el medio de comunicación u organización que pueda acceder a la información durante "un tiempo de exclusividad" y publicarla si lo cree pertinente. Hasta ahí, el primer paso de una filtración a través de la plataforma Openleaks, web creada por un docena de personas y liderada por un grupo de disidentes de Wikileaks. Entre los cabecillas del proyecto está el alemán Daniel Domscheit-berg, ex portavoz y número dos de la organización que dirige el australiano Julian Assange.

Como el cazador cazado, una filtración en la Red del diseño de Openleaks obligó esta semana a su equipo a abrir a todos los públicos el nuevo site: "Algún impaciente ha posteado un pdf en cryptome.org en el que filtra el contenido de la web que aún estamos preparando" dice la primera entrada del apartado de Noticias de Openleaks. El nuevo portal de filtraciones trabaja ya, no obstante, en lo que llaman "fase alfa" del proyecto y que incluye a un grupo seleccionado de "medios, organizaciones y ONG" destinatarios de las filtraciones.

Un margen de exclusividad

Más sobre el método: "Si el medio elegido por la fuente [que filtra] no publica el documento durante el tiempo fijado", explicó recientemente a este diario Domscheit-berg, "será distribuido al resto de organizaciones que usan Openleaks". El objetivo de este proceso, continúa este informático alemán de 32 años, "es garantizar que la información filtrada vea siempre la luz". Esta filosofía fue la que precisamente alejó a Domscheit-berg y otros empleados de Wikileaks del rumbo marcado por Assange hasta su ruptura a finales del pasado mes de septiembre. Según argumentó entonces Domscheit-berg, otrora responsable también de las finanzas de Wikileaks desde Alemania, la fijación de Assange por documentos sobre Estados Unidos cortaba el paso a filtraciones sobre otras materias.

"Wikileaks se ha convertido en una organización demasiado centrada en una sola persona" manifestó Domscheit-berg en una entrevista para un documental emitido por la cadena sueca SVT. "Y una persona es mucho más débil que una organización". Domscheit-berg pone un ejemplo de lo que empieza a ser Openleaks, una suerte de web de filtraciones a la carta: "Imagina que quieres informar de un caso de corrupción en tu ciudad. A través de Openleaks podrás distribuir los documentos a todos los medios locales al mismo tiempo". Y bajo la condición de anonimato.

Tecnología para proteger a la fuente

Junto al informático alemán trabaja en la nueva plataforma de filtraciones el islandés de 25 años Herbert Snorrason, ex empleado también de Wikileaks muy crítico con la forma en la que Assange lleva el proyecto -a su marcha escribió en Twitter una de las frases que pronunció el australiano en una discusión: "Si tienes un problema conmigo, cabréate"-. "No pretendemos publicar los documentos directamente [como sí ha hecho Wikileaks a través de su web]" explica Snorrason para marcar distancias con su anterior empresa. "En lugar de eso, proveeremos a otras organizaciones y medios de la capacidad para recibirlos y publicarlos".

Pese a las discrepancias con Wikileaks, su filosofía, como reconoce este joven estudiante de Historia, es la misma: "El acceso extendido a la información es un beneficio para la sociedad. Las fuentes de filtraciones necesitan ser protegidas y estimuladas, y la tecnología nos da una buena forma para hacerlo".

Lo último sobre el método: ¿Cómo se financia? Al igual que Wikileaks, el nuevo proyecto de Domscheit-berg necesita, según explica en su web, donaciones para financiarse. Openleaks abre tres opciones para colaborar: una cuenta en la web de micropagos Flattr; embolsos a través de paysafecard, Ukash o WebMoney, y prestar alojamiento en la Red. También descarta una vía: PayPal, que cerró el grifo a Assange tras el Cablegate y, aseguran, no es de fiar.

"¿Assange? El mundo no necesita otro Mesías, otra estrella del pop"

Daniel Domscheit-Berg (Alemania, 1978), activista tecnológico -sea lo que sea lo que eso significa- y principal colaborador de Assange durante años, dejó Wikileaks el pasado septiembre y ha creado su propio proyecto, Openleaks, que pretende estar plenamente operativo en unos meses. Está a punto de publicar un libro con un título explícito: Dentro de Wikileaks: mi tiempo con Julian Assange en la web más peligrosa del mundo, que no es precisamente una hagiografía del australiano.

Pregunta. ¿Cómo fue su salida de Wikileaks?

Respuesta. Trabajé allí durante tres años en funciones muy diferentes. Analizando documentos, redactando artículos y finalmente como portavoz oficial del proyecto. No éramos muchos, cada uno tenía su rol y todos eran igual de importantes. En mi opinión, todo iba bien hasta que en un momento dado eso se rompió y Julian Assange empezó a acaparar demasiada atención, el proyecto adquirió tintes de un personalismo exagerado y Assange adoptó un papel político con el que estaba y sigo estando en desacuerdo. Parecía que Wikileaks era un proyecto personal para convertir a Julian en alguien influyente políticamente. Al final ha acabado poniéndose a él mismo y a todo el proyecto en peligro. Y eso no era necesario. El mundo no necesita otro Mesías, no necesita otro gurú, otro líder, otra estrella del pop.

P. ¿Cuáles son las diferencias principales entre su proyecto y Wikileaks?

R. Sencillamente intentamos ser menos. Menos que Wikileaks. Como en el caso de Wikileaks, se trata de seguir más o menos el mismo camino: poner en marcha una caja en la que de alguna manera se diversifique el proceso de hacer llegar al público información relevante, al tiempo que se garantiza la neutralidad y se protege a las fuentes. Pero sin hacer más de la cuenta: sin jugar ese rol político que han adoptado Assange y Wikileaks. Preferimos garantizar más la neutralidad; creemos que eso es más importante. Una quinta parte de nuestros socios serán elegidos en una votación pública. No queremos que una sola organización resuelva todos los problemas; queremos que muchas más organizaciones de las que colaboran con Wikileaks puedan usar ese mecanismo.

P. ¿Cómo cambia que Al Jazeera y el New York Times preparen ese tipo de proyectos y vayan surgiendo Brusselsleaks, Greenleaks o Indoorleaks?

R. Es una noticia estupenda que refuerza nuestra filosofía. Nosotros seremos un competidor más, una alternativa a Wikileaks. Y esa diversificación, que consiste en dar poder a muchos, es muy positiva. Así es como funciona la democracia.

P. ¿Cuánto dinero necesita?

R. Esperamos levantar en torno a un millón de euros en donaciones. Pero por ahora no tenemos un céntimo.

P. ¿Lo que hacen es periodismo?

R. No lo creo. Tal vez hay algunas cosas de las que hacemos que se le parecen, pero no es periodismo. Somos proveedores de tecnología. Eso es todo.

P. El objetivo es, de alguna manera, forzar a los Gobiernos a que haya una mayor transparencia informativa. ¿Podría provocar todo este movimiento más secretismo?

R. Puede ser. Tal vez el cablegate ya lo ha provocado. En Davos mucha de la gente con la que he hablado no quiere escribir una sola palabra en el correo electrónico acerca de temas que puedan traerles complicaciones. Esa es la prueba de que algo está cambiando.

P. ¿Qué opina de quienes opinan que Wikileaks y ese tipo de proyectos tratan simplemente de satisfacer una curiosidad morbosa, como ha dicho Vargas Llosa?

R. Hay buenos argumentos para defender eso, pero me parece que es injusto decir que muchas de esas revelaciones que han aparecido satisfacen únicamente una curiosidad morbosa de la gente: el revuelo está más que justificado en algunos casos.

P. A Assange abrir ese debate le está dando serios problemas. ¿Teme algo parecido?

R. Yo soy más pragmático. Él es un visionario, yo un ingeniero. Es un tipo muy inteligente, uno de los más inteligentes que conozco. Ha hecho grandes cosas. Pero a la vez es una especie de dictador, un autócrata. Creo que hay que medirle con esas contradicciones: por un lado toda esa filosofía de la transparencia, de la democratización de la información; por otro, la forma tan personalista, tan dictatorial, con la que ha acabado llevando todo esto.

Los gigantes de tecnología no se duermen en sus laureles

Laboratorio de Microsoft en Cambridge

El laboratorio de Microsoft en Cambridge ha dado numerosos avances.

Detrás del escritorio de Ralf Herbrich hay una fila de placas de madera: una por cada patente que ganó para Microsoft.

Parecen muchas, pero tiene más, las de la pirámide de cubos de mármol que guarda junto a la ventana, las que da Microsoft porque las placas de madera de la Oficina de Patentes de EE.UU. tardan mucho en llegar.

Entre las patentes recibidas por este entusiasta investigador originario de la antigua Alemania Oriental está uno por el modelo bayesiano empleado en videojuegos de la Xbox.

Herbirch, director del Laboratorio de Experiencia Social Futura de Microsoft en Cambridge (Reino Unido), está detrás de un nuevo software para filtrar las noticias en navegadores de acuerdo a con los gustos e intereses del usuario.

"El proyecto Emporia es un lector de noticias personalizado. Filtra 250.000 fuentes de información para que lleguen las que quiere el lector según su propio voto".

En muchos campos, como redes sociales, grandes corporaciones como Microsoft han quedado prácticamente desahuciadas. Pero en lugares como éste, sigue dando la pelea.

El complejo de Microsoft en Cambridge es uno de los seis que la compañía estadounidense tiene alrededor del mundo, entre los que están el de El Cairo o el de Bangalore (India).

Básicamente, reúnen algunas de las personas más inteligentes del mundo y esperan que surjan ideas geniales.

"Nuestra labor es hacer investigación básica: descubrir nuevas cosas que lleven a nuevas tecnologías para ser convertidas por Microsoft en productos que la gente compre y use", comenta Andrew Herbert, responsable de investigación de Microsoft en Europa.

Rezagados

Quedamos rezagados en teléfonos inteligentes y hubo mucha gente que nos dio por desahuciados

Charlie Kindel, Microsoft

Los descubrimientos son la base de la innovación y conseguirlos se hace cada vez más duro conforme las empresas se van convirtiendo en cada vez más grandes. La burocracia se dispara a medida que las compañías crecen y se expanden.

Microsoft, por ejemplo, empezó en Albuquerque, en el estado de Nuevo México, en 1975. En la actualidad vale US$240.000 millones.

Pero sus acciones han perdido hasta un 8% tras una serie de pasos en falso. Entre los resbalones, el más conocido es el sistema operativo Microsoft Vista.

"Quedamos rezagados en teléfonos inteligentes y hubo mucha gente que nos dio por desahuciados", comenta Charlie Kindel, que trabaja en desarrollo de aplicaciones para el nuevo Windows Phone 7.

Irónicamente, el gigante que es Microsoft se ve a sí mismo como un principiante explorando áreas más allá de la computadora personal, en las que busca desafiar a competidores como Apple o Google, consolidados en telefonía, buscadores y tabletas táctiles.

El nuevo Windows Phone 7 ha sido renovado, pero está por verse si tendrá tanto éxito como algunos de los modelos equipados con Android de Google.

Y todavía no hay rival para el iPad.

Así que, ¿cómo mantener la innovación como parte del ADN de una empresa?

¿Jefe de innovación?

Nokia táctil

Nokia es otro de los gigantes que en su momento dominaron el mercaron y parecieron quedar rezagados.

Peter Biddle, quien fue traído del mundo de las compañías startup para crear un archivador de aplicaciones para el fabricante de procesadores Intel, sabe cuál es la forma errada de hacerlo.

"Lo que no se debe hacer es abrir un departamento de innovación. Solíamos decir que si llegas a tener un jefe de innovación, ya estás muerto".

Muchas empresas tienen ese tipo de cargos, como el fabricante de teléfonos taiwanés HTC. Y Microsoft también: Craig Mundie, jefe de investigación y estrategia.

Nokia es otro grande que ha quedado rezagado en el mercado de teléfonos inteligentes de alta gama. Pero la empresa finlandesa es todavía el mayor fabricante de teléfonos celulares del mundo, con 1.300 millones de usuarios.

Para mantener los beneficios y restablecer la reputación de vanguardia, acudió a Marko Ahtisaari, otro fundador de una empresa startup, como jefe de diseño.

Ahtisaari era el presidente y cofundador de Dopplr, sitio de viajes en internet, y estaba a cargo de diseño de Blyk, un proveedor de servicios de telefonía gratuitos para jóvenes.

"No interfieras"

ANDREW HERBERT

Para Herbert, innovar es fácil: "Reúnes a la gente más inteligente posible, les das las mejores instalaciones y les dejas tranquilos".

Un ejemplo conocido de innovación en Microsoft fue el Kinect, su sistema para controlar con el cuerpo la consola de videojuegos Xbox.

Desde su lanzamiento, en noviembre de 2010, Microsoft asegura haber vendido ocho millones de unidades.

Parte de la tecnología que emplea fue desarrollada por el equipo de investigadores del laboratorio de Cambridge.

"La rapidez de desarrollo ha sido fantástico", dice Jamie Shotton, uno de los investigadores, después de haber trabajado en la tecnología de apoyo relativamente poco tiempo.

Shotton sigue enfocado en trabajar con la interacción con computadoras a través de gestos humanos para que el teclado y el ratón pasen a la historia.

Microsoft continúa gastando miles de millones en este tipo de investigación esperando que alguno de sus empleados salga con alguna idea que servirá para convertir esa gran inversión en beneficios.

Para Herbert, que en su momento dirigió su propia startup, la fórmula para innovar no es complicada.

"Es muy simple. Reúnes a la gente más inteligente posible, les das las mejores instalaciones y les dejas trabajar tranquilos".

Hackers, hippies y el origen de las redes sociales

Red social en los 70

Una computadora recogiendo anuncios en una tienda de discos, la primera red social electrónica.

Quienes vieron en el cine "La red social" -película nominada a ocho premios Oscar 2011-, podrían pensar que la eclosión de sitios como Facebook empezó hace unos pocos años.

Pero para encontrar el verdadero origen de las redes sociales hay que ir mucho más atrás que 2004. Berkeley (California), centro de la contracultura de los años '60 y '70, bien podría ser la tierra natal del fenómeno.

Frente a lo que una vez fue una tienda de discos, el ex científico informático Lee Felsenstein cuenta como en 1973, con unos colegas, instaló un computador junto a una cartelera de música, una de las normales, de las análogas.

Luego invitaron a transeúntes, casi todos estudiantes de la Universidad de California, para que escribieran un mensaje en la computadora.

En ese entonces, era la primera vez que alguien que no estaba haciendo un estudio científico podía acercarse a una máquina de ese tipo.

"Estamos usando una computadora"

"Pensamos que habría bastante reticencias a que las computadoras invadieran lo que era, como nosotros lo veíamos, dominio de la contracultura", explica Felsenstein.

Con la palabra 'computadora', se les iluminaban los ojos, brillaban y decían: ¡vaya!, ¿puedo usarla?

Lee Felsenstein

"Estábamos equivocados. La gente subía las escaleras y apenas teníamos unos pocos segundos para preguntar: '¿querrías usar nuestra cartelera electrónica?, estamos usando una computadora'".

"Y con la palabra 'computadora', se iluminaban los ojos, brillaban y decían: ¡vaya!, ¿puedo usarla?".

Pronto la máquina estaba llena de mensajes, desde un poeta que promocionaba sus versos y músicos organizando conciertos, hasta discusiones sobre el mejor sitio para comprar dulces.

El proyecto, que se llamó Memoria de la Comunidad, sobrevivió con altos y bajos durante más de una década mientras se fueron instalando más computadoras en San Francisco. Pero no fue sino hasta 1980 que la multitud nació a la vida en línea.

Crisis de las redes

WELL, otra comunidad californiana, fue el resultado del matrimonio entre hippies y hackers, contracultura con cibercultura.

Nació como resultado del encuentro de Larry Brilliant, médico que trabajaba para la Organización Mundial de la Salud (OMS), y Stewart Brand, autor de la primera biblia hippie, The Whole Earth Catalog.

Brilliant, de alguna forma, había juntado una red de personas para conseguir un nuevo motor para el helicóptero que la OMS usaba para reconocimientos en el Himalaya.

Con una de las primeras computadoras de Apple, que le había dejado su amigo Steve Jobs, se las arregló para hacer la que quizás fue la primera teleconferencia en línea.

Escena de "La red social"

Las redes sociales en línea nacieron mucho antes que Facebook.

"Steve me había prestado un módem acústico. Y nos pusimos a mover contactos hasta que, de repente, conseguimos que nos donaran un motor de un viejo Aeropsatiale. Pan Am se ofreció para llevarlo hasta Katmandú y un voluntario de la RAF para hacerlo llegar hasta el helicóptero caído. En 72 horas estaba en Nepal".

Decidió que esto podría ser la base de un negocio y le planteó la idea a Stewart Brand.

Pronto, el The Whole Earth Catalog, con un juego de palabras en inglés se convirtió en Whole Earth 'Lectronic Link, WELL (que significa bien).

"Descubrimos cuán poco se necesita para empezar algo en la red", le dijo Brand a la BBC.

"Uno puede lanzar un proyecto como ese con una máquina alquilada, un programa de computador común y ya", agrega.

La organización unió a hackers, hippies y escritores de la bahía de San Francisco en conversaciones en línea sobre casi cualquier tema: tecnología, política o el sentido de la vida.

Después de encontrarse en línea, acababan organizando fiestas. El mundo real y el virtual podían converger.

"A diferencia de Facebook, teníamos que conocernos en línea antes de vernos cara a cara", comenta Howard Rheingold, quien se inventó la frase "comunidad virtual" y es escritor y destacado miembro de WELL.

"Tanto contacto directo hizo nacer relaciones. Algunos se casaron, otros rompieron matrimonios, quienes se enfermaban recibían ayuda...".

Aldea global

WELL ganó impulso al convertirse en el lugar de encuentro de los Deadheads, los fans de la banda de rock estadounidense Greatful Dead.

Además, le sirvió de introducción a las comunidades en línea al liricista de la banda, John Perry Barlow, quen pasó a fundar la Electronic Frontier Foundation.

Facebook parece más los barrios globales que una aldea global. Lo que dices en Twitter perdura 20 minutos. Si Cristo hubiera tuiteado, el sermón de la montaña se hubiera olvidado al ponerse el sol

John Perry Barlow

Tras de 30 años en ese mundillo, Barlow no cree que ninguna superara al original.

"Facebook parece más los barrios globales que una aldea global. Lo que dices en Twitter perdura 20 minutos. Si Cristo hubiera tuiteado, el sermón de la montaña se hubiera olvidado al ponerse el sol", le dijo a la BBC.

Para él, la única que se acerca a la idea de la aldea global es WELL.

Pero no fue sólo en California donde cuajó la idea de encontrarse y socializar en línea. En el Reino Unido, Presel and France Minitel le dio a millones de usuarios de teléfono su primer contacto con la comunicación en la red.

En muchos otros lugares, el movimiento del Sistema de Carteleras (BBS, en inglés) se convirtió en foco de intensa comunicación sobre cualquier cosa para cualquiera que pudiera permitirse tener una computadora y un módem.

"Hay mucho margen para mejorar"

Jason Scott, que era adolescente cuando a finales de los '80 usaba el BBS en Nueva York, comenta que es incorrecta la idea de que los usuarios de BBS eran unos inadaptados.

"Las computadoras eran un medio para lograr algo. Las llamadas de larga distancia eran tan caras, pero el BBS terminaba siendo local. Podías comunicarte con otros, mandar mensajes, subir archivos y era inevitable que alguien dijera: 'hey, nos vemos en la pizzeria'".

Como muchos usuarios de las primeras redes sociales, Scott es un entusiasta de las actuales, hasta el punto que su gato Sockington es una de las mascotas más populares de Twitter.

Pero los pioneros no creen que hayamos llegado al fin de la historia.

Felsenstein, que se autoproclama con el pionero de todo, dice que las redes sociales cambiaron su vida. Conoció a su esposa en línea y además hizo de la informática su profesión.

"Hay mucho margen para mejoras. No creo que lo que vemos es lo mejor de lo que podríamos tener".

Un mundo distraído. Entrevista con Nicholas Carr

Entrevista por Bárbara Celis / El País

La tercera parte de la población mundial ya es 'internauta'. La revolución digital crece veloz. Uno de sus grandes pensadores, Nicholas Carr, da claves de su existencia en el libro Superficiales. ¿Qué está haciendo Internet con nuestras mentes? El experto advierte de que se "está erosionando la capacidad de controlar nuestros pensamientos y de pensar de forma autónoma".

El correo electrónico parpadea con un mensaje inquietante: "Twitter te echa de menos. ¿No tienes curiosidad por saber las muchas cosas que te estás perdiendo? ¡Vuelve!". Ocurre cuando uno deja de entrar asiduamente en la red social: es una anomalía, no cumplir con la norma no escrita de ser un voraz consumidor de twitters hace saltar las alarmas de la empresa, que en su intento por parecer más y más humana, como la mayoría de las herramientas que pueblan nuestra vida digital, nos habla con una cercanía y una calidez que solo puede o enamorarte o indignarte. Nicholas Carr se ríe al escuchar la preocupación de la periodista ante la llegada de este mensaje a su buzón de correo. "Yo no he parado de recibirlos desde el día que suspendí mis cuentas en Facebook y Twitter. No me salí de estas redes sociales porque no me interesen. Al contrario, creo que son muy prácticas, incluso fascinantes, pero precisamente porque su esencia son los micromensajes lanzados sin pausa, su capacidad de distracción es enorme". Y esa distracción constante a la que nos somete nuestra existencia digital, y que según Carr es inherente a las nuevas tecnologías, es sobre la que este autor que fue director del Harvard Business Review y que escribe sobre tecnología desde hace casi dos décadas nos alerta en su tercer libro, Superficiales. ¿Qué está haciendo Internet con nuestras mentes? (Taurus).

Cuando Carr (1959) se percató, hace unos años, de que su capacidad de concentración había disminuido, de que leer artículos largos y libros se había convertido en una ardua tarea precisamente para alguien licenciado en Literatura que se había dejado mecer toda su vida por ella, comenzó a preguntarse si la causa no sería precisamente su entrega diaria a las multitareas digitales: pasar muchas horas frente a la computadora, saltando sin cesar de uno a otro programa, de una página de Internet a otra, mientras hablamos por Skype, contestamos a un correo electrónico y ponemos un link en Facebook. Su búsqueda de respuestas le llevó a escribir Superficiales... (antes publicó los polémicos El gran interruptor. El mundo en red, de Edison a Google y Las tecnologías de la información. ¿Son realmente una ventaja competitiva?), "una oda al tipo de pensamiento que encarna el libro y una llamada de atención respecto a lo que está en juego: el pensamiento lineal, profundo, que incita al pensamiento creativo y que no necesariamente tiene un fin utilitario. La multitarea, instigada por el uso de Internet, nos aleja de formas de pensamiento que requieren reflexión y contemplación, nos convierte en seres más eficientes procesando información pero menos capaces para profundizar en esa información y al hacerlo no solo nos deshumanizan un poco sino que nos uniformizan". Apoyándose en múltiples estudios científicos que avalan su teoría y remontándose a la célebre frase de Marshall McLuhan "el medio es el mensaje", Carr ahonda en cómo las tecnologías han ido transformando las formas de pensamiento de la sociedad: la creación de la cartografía, del reloj y la más definitiva, la imprenta. Ahora, más de quinientos años después, le ha llegado el turno al efecto Internet.

Pero no hay que equivocarse: Carr no defiende el conservadurismo cultural. Él mismo es un usuario compulsivo de la web y prueba de ello es que no puede evitar despertar a su ordenador durante una breve pausa en la entrevista. Descubierto in fraganti por la periodista, esboza una tímida sonrisa, "¡lo confieso, me has cazado!". Su oficina está en su residencia, una casa sobre las Montañas Rocosas, en las afueras de Boulder (Colorado), rodeada de pinares y silencio, con ciervos que atraviesan las sinuosas carreteras y la portentosa naturaleza estadounidense como principal acompañante.

PREGUNTA. Su libro ha levantado críticas entre periodistas como Nick Bilton, responsable del blog de tecnología Bits de The New York Times, quien defiende que es mucho más natural para el ser humano diversificar la atención que concentrarla en una sola cosa.

RESPUESTA. Más primitivo o más natural no significa mejor. Leer libros probablemente sea menos natural, pero ¿por qué va a ser peor? Hemos tenido que entrenarnos para conseguirlo, pero a cambio alcanzamos una valiosa capacidad de utilización de nuestra mente que no existía cuando teníamos que estar constantemente alerta ante el exterior muchos siglos atrás. Quizás no debamos volver a ese estado primitivo si eso nos hace perder formas de pensamiento más profundo.

P. Internet invita a moverse constantemente entre contenidos, pero precisamente por eso ofrece una cantidad de información inmensa. Hace apenas dos décadas hubiera sido impensable.

R. Es cierto y eso es muy valioso, pero Internet nos incita a buscar lo breve y lo rápido y nos aleja de la posibilidad de concentrarnos en una sola cosa. Lo que yo defiendo en mi libro es que las diferentes formas de tecnología incentivan diferentes formas de pensamiento y por diferentes razones Internet alienta la multitarea y fomenta muy poco la concentración. Cuando abres un libro te aíslas de todo porque no hay nada más que sus páginas. Cuando enciendes el ordenador te llegan mensajes por todas partes, es una máquina de interrupciones constantes.

P. ¿Pero, en última instancia, cómo utilizamos la web no es una elección personal?

R. Lo es y no lo es. Tú puedes elegir tus tiempos y formas de uso, pero la tecnología te incita a comportarte de una determinada manera. Si en tu trabajo tus colegas te envían treinta e-mails al día y tú decides no mirar el correo, tu carrera sufrirá. La tecnología, como ocurrió con el reloj o la cartografía, no es neutral, cambia las normas sociales e influye en nuestras elecciones.

P. En su libro habla de lo que perdemos y aunque mencione lo que ganamos apenas toca el tema de las redes sociales y cómo gracias a ellas tenemos una herramienta valiosísima para compartir información.

R. Es verdad, la capacidad de compartir se ha multiplicado aunque antes también lo hacíamos. Lo que ocurre con Internet es que la escala, a todos los niveles, se dispara. Y sin duda hay cosas muy positivas. La Red nos permite mostrar nuestras creaciones, compartir nuestros pensamientos, estar en contacto con los amigos y hasta nos ofrece oportunidades laborales. No hay que olvidar que la única razón por la que Internet y las nuevas tecnologías están teniendo tanto efecto en nuestra forma de pensar es porque son útiles, entretenidas y divertidas. Si no lo fueran no nos sentiríamos tan atraídos por ellas y no tendrían efecto sobre nuestra forma de pensar. En el fondo, nadie nos obliga a utilizarlas.

P. Sin embargo, a través de su libro usted parece sugerir que las nuevas tecnologías merman nuestra libertad como individuos...

R. La esencia de la libertad es poder escoger a qué quieres dedicarle tu atención. La tecnología está determinando esas elecciones y por lo tanto está erosionando la capacidad de controlar nuestros pensamientos y de pensar de forma autónoma. Google es una base de datos inmensa en la que voluntariamente introducimos información sobre nosotros y a cambio recibimos información cada vez más personalizada y adaptada a nuestros gustos y necesidades. Eso tiene ventajas para el consumidor. Pero todos los pasos que damos online se convierten en información para empresas y Gobiernos. Y la gran pregunta a la que tendremos que contestar en la próxima década es qué valor le damos a la privacidad y cuánta estamos dispuestos a ceder a cambio de comodidad y beneficios comerciales. Mi sensación es que a la gente le importa poco su privacidad, al menos esa parece ser la tendencia, y si continúa siendo así la gente asumirá y aceptará que siempre están siendo observados y dejándose empujar más y más aún hacia la sociedad de consumo en detrimento de beneficios menos mensurables que van unidos a la privacidad.

P. Entonces... ¿nos dirigimos hacia una sociedad tipo Gran Hermano?

R. Creo que nos encaminamos hacia una sociedad más parecida a lo que anticipó Huxley en Un mundo feliz que a lo que describió Orwell en 1984. Renunciaremos a nuestra privacidad y por tanto reduciremos nuestra libertad voluntaria y alegremente, con el fin de disfrutar plenamente de los placeres de la sociedad de consumo. No obstante, creo que la tensión entre la libertad que nos ofrece Internet y su utilización como herramienta de control nunca se va a resolver. Podemos hablar con libertad total, organizarnos, trabajar de forma colectiva, incluso crear grupos como Anonymous pero, al mismo tiempo, Gobiernos y corporaciones ganan más control sobre nosotros al seguir todos nuestros pasos online y al intentar influir en nuestras decisiones.

P. Wikipedia es un buen ejemplo de colaboración a gran escala impensable antes de Internet. Acaba de cumplir diez años...

R. Wikipedia encierra una contradicción muy clara que reproduce esa tensión inherente a Internet. Comenzó siendo una web completamente abierta pero con el tiempo, para ganar calidad, ha tenido que cerrarse un poco, se han creado jerarquías y formas de control. De ahí que una de sus lecciones sea que la libertad total no funciona demasiado bien. Aparte, no hay duda de su utilidad y creo que ha ganado en calidad y fiabilidad en los últimos años.

P. ¿Y qué opina de proyectos como Google Books? En su libro no parece muy optimista al respecto...

R. Las ventajas de disponer de todos los libros online son innegables. Pero mi preocupación es cómo la tecnología nos incita a leer esos libros. Es diferente el acceso que la forma de uso. Google piensa en función de snippets, pequeños fragmentos de información. No le interesa que permanezcamos horas en la misma página porque pierde toda esa información que le damos sobre nosotros cuando navegamos. Cuando vas a Google Books aparecen iconos y links sobre los que pinchar, el libro deja de serlo para convertirse en otra web. Creo que es ingenuo pensar que los libros no van a cambiar en sus versiones digitales. Ya lo estamos viendo con la aparición de vídeos y otros tipos de media en las propias páginas de Google Books. Y eso ejercerá presión también sobre los escritores. Ya les ocurre a los periodistas con los titulares de las informaciones, sus noticias tienen que ser buscables, atractivas. Internet ha influido en su forma de titular y también podría cambiar la forma de escribir de los escritores. Yo creo que aún no somos conscientes de todos los cambios que van a ocurrir cuando realmente el libro electrónico sustituya al libro.

P. ¿Cuánto falta para eso?

R. Creo que tardará entre cinco y diez años.

P. Pero aparatos como el Kindle permiten leer muy a gusto y sin distracciones...

R. Es cierto, pero sabemos que en el mundo de las nuevas tecnologías los fabricantes compiten entre ellos y siempre aspiran a ofrecer más que el otro, así que no creo que tarden mucho en hacerlos más y más sofisticados, y por tanto con mayores distracciones.

P. El economista Max Otte afirma que pese a la cantidad de información disponible, estamos más desinformados que nunca y eso está contribuyendo a acercarnos a una forma de neofeudalismo que está destruyendo las clases medias. ¿Está de acuerdo?

R. Hasta cierto punto, sí. Cuando observas cómo el mundo del software ha afectado a la creación de empleo y a la distribución de la riqueza, sin duda las clases medias están sufriendo y la concentración de la riqueza en pocas manos se está acentuando. Es un tema que toqué en mi libro El gran interruptor. El crecimiento que experimentó la clase media tras la II Guerra Mundial se está revirtiendo claramente.

P. Internet también ha creado un nuevo fenómeno, el de las microcelebridades. Todos podemos hacer publicidad de nosotros mismos y hay quien lo persigue con ahínco. ¿Qué le parece esa nueva obsesión por el yo instigado por las nuevas tecnologías?

R. Siempre nos hemos preocupado de la mirada del otro, pero cuando te conviertes en una creación mediática -porque lo que construimos a través de nuestra persona pública es un personaje-, cada vez pensamos más como actores que interpretan un papel frente a una audiencia y encapsulamos emociones en pequeños mensajes. ¿Estamos perdiendo por ello riqueza emocional e intelectual? No lo sé. Me da miedo que poco a poco nos vayamos haciendo más y más uniformes y perdamos rasgos distintivos de nuestras personalidades.

P. ¿Hay alguna receta para salvarnos'?

R. Mi interés como escritor es describir un fenómeno complejo, no hacer libros de autoayuda. En mi opinión, nos estamos dirigiendo hacia un ideal muy utilitario, donde lo importante es lo eficiente que uno es procesando información y donde deja de apreciarse el pensamiento contemplativo, abierto, que no necesariamente tiene un fin práctico y que, sin embargo, estimula la creatividad. La ciencia habla claro en ese sentido: la habilidad de concentrarse en una sola cosa es clave en la memoria a largo plazo, en el pensamiento crítico y conceptual, y en muchas formas de creatividad. Incluso las emociones y la empatía precisan de tiempo para ser procesadas. Si no invertimos ese tiempo, nos deshumanizamos cada vez más. Yo simplemente me limito a alertar sobre la dirección que estamos tomando y sobre lo que estamos sacrificando al sumergirnos en el mundo digital. Un primer paso para escapar es ser conscientes de ello. Como individuos, quizás aún estemos a tiempo, pero como sociedad creo que no hay marcha atrás.

www.nicholasgcarr.com

Las paradojas de Internet

Por Juan Freire / El País

Existen al menos "dos Internets". La ausencia de límites físicos y la lógica de la abundancia lo hacen posible. Tenemos más información, más de más calidad, y más de menos calidad. Como consecuencia el valor intrínseco de una unidad de información se reduce y aumenta la complejidad y diversidad de los procesos de generación, transmisión y manejo de la información y de las formas e intensidades de las relaciones humanas.

Discutir de modo genérico sobre las bondades o maldades de lo digital significa quedarse en lo superficial e irrelevante. El diablo está, más que nunca, en los detalles. La educación, un uso inteligente de la tecnología, un enfoque político incluyente o excluyente... todos estos factores determinarán las consecuencias para cada ámbito de nuestras vidas afectado por lo digital. Es una evolución en que las herramientas no determinan por sí mismas el resultado final.

Y esta es la primera paradoja de Internet: lo ha cambiado todo para que a la vez todo parezca seguir igual. Aunque esta argumentación es ya vieja y suficientemente conocida la realidad es que buena parte de los debates públicos a que asistimos olvidan esta realidad. Por tanto, Internet es en parte un medio de masas, con mecanismos próximos a los medios tradicionales. Existen blogs de masas con cientos de miles de suscriptores o celebridades que usan Twitter para permitir que sus fans sigan su rastro. Pero al mismo tiempo, Internet es una red distribuida donde conviven innumerables comunidades, el espacio donde unas pocas decenas de personas pueden compartir intereses por muy oscuros o sofisticados que sean.

Un caso especialmente interesante, por considerarse casi siempre banal, es el de Facebook y otras "redes sociales", donde nacen todos los días nuevas "estrellas" con cientos o miles de seguidores. Se ha convertido en la puerta de entrada a Internet de gente de todas las edades para la que lo digital era hasta hace poco algo extraño. Personas que no escriben blogs ni publican vídeos en YouTube y que nunca se han planteado contribuir a un artículo de la Wikipedia. Personas que conciben Facebook como un espacio personal e íntimo donde relacionarse fuera de su ámbito profesional. Son personas que sufren una transformación sutil pero profunda al pasar de consumidores pasivos de productos culturales a usuarios activos que buscan, filtran, remezclan, participan, recomiendan y discuten.

La Internet de masas es más de lo mismo; un espacio interesante para el entretenimiento y la publicidad. La verdadera transformación social es más callada. La cultura digital se asienta sobre nuevos valores o sobre la revitalización de otros como lo abierto, la producción, la copia, la remezcla, la reputación o la meritocracia. Y aquí emerge la segunda paradoja de Internet, la que deriva de las dificultades para entender este nuevo escenario con los criterios convencionales. Surgen nuevos referentes, muchas veces fuera de la academia y de los medios. Las historias y los discursos son cada vez más transmediáticos y fragmentarios, y en ellos las obras derivadas juegan papeles tan importantes como los de lo que antes denominábamos originales. Y buena parte de esta producción exuberante es efímera, destinada a una vida corta.

Convivir con estas paradojas puede provocar traumas. Así, ¿dónde quedan los grandes referentes culturales e intelectuales? Inevitablemente sufren, a veces de forma dolorosa para sus propios egos, una devaluación por la abundancia que provoca la competencia con amateurs, por su dependencia de los medios que cargan con sus propias crisis, e incluso por su falta de competencias digitales, de destrezas para moverse y comunicarse en el entorno digital.

Juan Freire es profesor de la Universidad de A Coruña y la EOI Escuela de Organización Industrial (Madrid). Biólogo, explorador del papel de la innovación, la estrategia y la tecnología y cultura digitales en las redes sociales, las organizaciones y las ciudades. http://www.juanfreire.net.