miércoles, 30 de octubre de 2013

Gigantes de Internet acabarían con las 'cookies'

El fin podría estar cerca para las cookies, las diminutas piezas de código que los anunciantes colocan en los navegadores para rastrear los movimientos en Internet de la gente, mostrar publicidad personalizada y acumular valiosos perfiles de usuario.
Durante el último mes, Microsoft Corp., MSFT +0.08% Google Inc. GOOG -0.61% y Facebook Inc. indicaron que están desarrollando sistemas para conectarse y controlar este flujo de datos en formas que esquivarían a las más de mil empresas de software que colocan cookies en sitios web.
European Pressphoto Agency
Cables conectados a servidores de Internet.
Estas iniciativas podrían alterar notablemente el equilibrio de poder en la industria de la publicidad digital, que mueve más de US$120.000 millones.
"Se está gestando una batalla sin cuartel", afirma Scott Meyer, presidente ejecutivo de Evidon Inc., una empresa que ayuda a compañías a hacer un seguimiento de las cookies en sus sitios web. "Quien controle el acceso a esos datos podría cobrar un alquiler por eso, y contaría con una enorme ventaja de cara al futuro".
Los gigantes de Silicon Valley, que producen navegadores, servicios de e-mail y sistemas operativos usados por miles de millones de personas en distintos aparatos, están posicionados para averiguar mucho más sobre las actividades de los usuarios en línea que las cookies. Actualmente, un ecosistema diverso de empresas coloca cookies en sitios web para rastrear a la gente a través de los navegadores; ahora, las grandes empresas de Internet ven una oportunidad para involucrarse ellos mismos en el rastreo.
La rápida adopción de aparatos móviles está impulsando estos cambios en la industria. Las cookies permiten a los anunciantes acceder a las audiencias digitales, pero el rastro se detiene en los smartphones y las tabletas, debido a que las cookies no funcionan bien en esos dispositivos. Los anunciantes están ansiosos por conseguir más datos sobre cómo se comportan los consumidores en el mundo móvil, como por ejemplo qué trabajadores serían más propensos a navegar por eBay en su hora de almuerzo, o cuál sería el momento preciso durante una partida de Angry Birds en que el jugador sería más susceptible a un aviso.
Hace poco, Microsoft anunció discretamente en una entrada de un blog que les dará a los anunciantes la capacidad de rastrear y colocar avisos dirigidos a personas que usen aplicaciones en sus sistemas operativos Windows 8 y Windows 8.1 en tabletas y PC. La firma asignará un número a cada usuario —un identificador único— que los monitoreará en todos sus aparatos. (El sistema no bloquea cookies en el navegador Internet Explorer de Microsoft).
Microsoft podría usar su acceso a los consumidores para gestionar el envío de publicidad a la gente o vender datos sobre los usuarios como parte de categorías demográficas, como por ejemplo ávidos jugadores de videojuegos de menos de 40 años que también usan aplicaciones de deportes. Este año, Apple Inc. también comenzó a ofrecerles a los anunciantes la posibilidad de rastrear y dirigirse a usuarios específicos a través de una identificación única en teléfonos inteligentes y tabletas.
Los planes de Google, que la empresa esbozó sólo en términos muy generales en septiembre, también incluyen utilizar una identificación única. Pero el rastreo podría tener un amplio alcance. El sistema de Google podría relacionar datos sobre usuarios en todos los productos de la empresa: Gmail, el navegador Chrome y teléfonos Android. La empresa indicó que "mejoras tecnológicas" como un identificador podrían incrementar la seguridad además de "garantizar que la web siga siendo viable económicamente".
Microsoft y Google prefirieron no hacer comentarios.
[image]
Para la industria publicitaria es atractivo dejar atrás las cookies, una tecnología con serias limitaciones. Los identificadores únicos podrían ayudar a las empresas a seguir a los usuarios en distintos dispositivos y podrían extraer más información, incluida la identidad de las personas.
Algunos defensores de la privacidad advierten que las funciones de híper-identificación darían pie a una publicidad aún más invasiva en las vidas de la gente.
"Habrá un incentivo económico para averiguar cuándo la gente es más impulsiva y vulnerable", indicó Ryan Calo, profesor asistente de la Facultad de Derecho de la Universidad de Washington.
A pesar de sus limitaciones, las cookies no desaparecerán pronto, sentenció Zach Coelius, presidente ejecutivo de Triggit Inc., una firma de publicidad en línea. "No es trivial reemplazar una pieza de tecnología subyacente de la que depende toda la web".

martes, 29 de octubre de 2013

Silicon Valley evoca la burbuja puntocom

    Por 
  • ROLFE WINKLER
  •  y 
  • MATT JARZEMSKY
Twitter Inc. planea una salida a bolsa que le otorgue un valor de US$11.000 millones, sin haber generado jamás ganancias. Los inversionistas de riesgo acaban de valuar a la red social Pinterest Inc., que funciona como un collage electrónico y que no registra ingresos, en casi US$4.000 millones. Hasta el sitio para compartir fotos y videos Snapchat Inc., una empresa incluso más joven y sin facturación, podría obtener una cotización similar.
No es exactamente como en 1999, cuando las empresas puntocom con escasos ingresos efectuaron ofertas públicas iniciales de acciones (OPI) y triplicaron su precio en los primeros días de cotización en bolsa. Después de que la burbuja reventara en 2000, decenas de empresas quebraron y millones de pequeños inversionistas sufrieron pérdidas.
Ahora, las acciones de las empresas de Internet se están disparando de nuevo, y se pueden ver señales de la euforia previa al año 2000 en Silicon Valley y sus alrededores. Los precios de las viviendas en San Francisco y los condados circundantes crecieron más de 15% en el último año. Los precios del alquiler de oficinas en San Francisco están 23% por encima de su máximo de 2008.
Getty Images
La sede de Twitter en San Francisco, California.
"Esto ha subido como la espuma", afirma Daniel Cole, un gestor de portafolio en Manulife Asset Management, que ha invertido en diferentes salidas a bolsa, incluida la de Rocket Fuel Inc. La empresa de publicidad en línea de California vendió acciones al público en septiembre a US$29 por unidad. El lunes, sus títulos cerraron en US$58.84 cada uno, dándole a Rocket Fuel una capitalización de mercado de unos US$2.000 millones, sin haber producido nunca ganancias.
Los expertos en tecnología y finanzas dicen que esta vez es diferente. Las empresas que debutan en bolsa son más maduras y cuentan con líderes más experimentados y modelos empresariales más probados. Las redes sociales como Twitter y Pinterest se están aprovechando del éxito de Facebook Inc., que ostenta un valor de mercado de US$126.500 millones, o unas 70 veces sus ganancias estimadas de 2014.
Pero la tendencia se está acentuando, impulsada por factores más sutiles. Las grandes compañías apenas están creciendo y las tasas de interés en Estados Unidos permanecen en casi cero, lo que eleva el fervor por las oportunidades de inversión en empresas con un alto potencial.
Incluso algunos ejecutivos que se están beneficiando de la racha cuestionan sus fundamentos. Elon Musk, presidente ejecutivo de Tesla Motors Inc., cree que el precio de la acción del fabricante de autos eléctricos, que se ha quintuplicado este año, "es mayor de lo que merecemos". Tesla, que ha registrado solo un trimestre rentable desde su debut bursátil en 2010, está valorada en US$20.600 millones, siete veces sus ventas proyectadas para 2014, según S&P Capital IQ.
Reed Hastings, presidente ejecutivo de Netflix Inc., escribió en octubre a inversionistas que la acción del servicio de video en línea se estaba beneficiando de la "euforia" generada por los inversionistas "impetuosos". Las acciones de Netflix se han triplicado este año.
[image]
Según la mayoría de las medidas, la obsesión por las acciones tecnológicas de hoy no iguala a la de la era puntocom. Muchas de las empresas que están saliendo a bolsa este año tienen ingresos sustanciales y sus acciones son valuadas en 5,6 veces sus ventas, calcula Jay Ritter, profesor de la Universidad de Florida, que sigue el desempeño de las OPI. Eso es menos de la media de 26,5 veces las ventas en 1999. Las acciones de las OPI tecnológicas de este año han subido en promedio 26% en su primer día de cotización. En 1999, el promedio era de 87%.
La empresa tecnológica promedio en salir a bolsa este año tiene 13 años de antigüedad, comparado con cuatro años en 1999. La presencia de las tecnológicas en el universo de los debuts bursátiles ha disminuido también. Un cuarto de las OPI de este año fueron de firmas de tecnología, revela Ritter. En 1999, más de tres cuartos eran del sector tecnológico.
"La gran diferencia ahora es que compañías como LinkedIn, Twitter, Facebook han demostrado una capacidad para generar ventas, y con la excepción de Twitter, también ganancias", dice Ritter.
Pero los inversionistas también se están entusiasmando por empresas más jóvenes y menos experimentadas. Pinterest, que empezó a probar con la publicidad este mes, anunció recientemente que ha levantado US$225 millones de firmas de capital de riesgo. La nueva inversión valora a la empresa de tres años en US$3.800 millones, un salto de 52% en ocho meses.
Snapchat, popular entre los adolescentes, aspira a recaudar US$200 millones y alcanzar una valuación superior a US$3.000 millones, según fuentes.
Decenas de otras empresas nuevas también preparan su debut bursátil, con la esperanza de aprovechar el fervor de los inversionistas.
—Telis Demos contribuyó a este artículo.

lunes, 28 de octubre de 2013

La aportación de los MOOC o Cursos en línea masivos y abiertos a la educación iberoamericana

Por Wharton Universia

Los Masive Open Online Courses, los llamados MOOC, irrumpieron con fuerza hace algo más de un año en el ámbito educativo al permitir el acceso, de forma universal, gratuita e ilimitada a cursos distribuidos a través de Internet por profesores pertenecientes a las universidades más prestigiosas de EEUU. De esta manera surgieron plataformas como Udacity, originada en Standford, o Coursera, de la que forman parte Yale o Penn, entre otras, y según su página web cuenta con algo más 5 millones de participantes o courserians que pueden optar a 457 cursos de 90 universidades en 16 países diferentes.

La fiebre de los MOOC ha traspasado barreras idiomáticas y ahora se ofrecen también en español, de manera que los Cursos en línea masivos y abiertos, tal y como se denominan en este idioma, están conquistado terreno en las plataformas en inglés ya existentes, como Coursera, donde se pueden encontrar cursos del Tecnológico de Monterrey de México o del IE Business School de España, entre otros. Pero eso no es todo, además se han creado plataformas en español que empezaron a funcionar hace menos de un año, como es el caso de MiríadaX y Wedubox, la primera por iniciativa de la red iberoamericana de universidades de habla hispana y portuguesa Universia y la segunda a través de la colaboración de docentes que publican sus cursos gratuitos y de pago.

Los expertos dan por descontado el florecimiento de los MOOC vinculados a plataformas o universidades con contenidos en español, ¿pero cuál será el impacto de los MOOC en la educación iberoamericana? ¿Y a qué retos tendrá que enfrentarse este tipo de formación para su asentamiento en la región?

Democratización del conocimiento

La idea de los MOOC adquirió impulso en otoño de 2011 a raíz del éxito de público obtenido por un curso de inteligencia artificial en el que se matricularon más de 160.000 personas y que fue ofrecido por Sebastian Thrun y Peter Norvig en la Universidad de Standford, a través de una startup llamada Know Labs, conocida actualmente como Udacity. En vista de los resultados, Daphne Kollery Andrew Ng se animaron a crear la startup Coursera, cuya popularidad ha ido creciendo hasta alcanzar las cifras mencionadas anteriormente.

Didina González, vicedecana de Learning Innovation de IE Business School, explica que este tipo de iniciativas surgieron en un momento clave, justo cuando el mundo estaba en medio de una crisis económica muy grave que afectaba directamente a los bolsillos de los estudiantes, al mismo tiempo que las matrículas de las universidades americanas seguían disparándose. “Los costes asociados a los campus en EEUU potenciaron que apareciesen estas iniciativas. Además, inversores de capital riesgo o instituciones como la Fundación Bill & Melinda Gates [detrás de algunas de estas plataformas] estaban buscando dónde invertir”.

Por otro lado, los MOOC se convirtieron en los abanderados de la democratización del conocimiento, pero más en el caso de América Latina, “donde dadas las características de desigualdad, el impacto de este tipo de formación sobre la población es aún mayor que en otras regiones”, señala Fernando Sandoval Arzaga, Director de Emprendimiento y del Centro de Familias Emprendedoras del Tecnológico de Monterrey. Y para ilustrarlo destaca que cerca de la mitad de los alumnos que se inscribieron a su curso en español sobre empresa familiar en Coursera no habría podido tener acceso a un centro universitario privado como el Tecnológico. El problema es que “muchas personas de la región tampoco pueden acceder a la universidad pública, por eso deberíamos continuar con esta idea de democratizar el conocimiento”, dice.

“Todo esto generó una repercusión mediática, una publicidad que las grandes universidades han aprovechado”, señala González en referencia a las críticas surgidas entre la opinión pública sobre la utilización de estos cursos como estrategia por parte de las universidades para incrementar el reclutamiento de estudiantes de pago, incluyendo los procedentes de países emergentes, y para la promoción personal de los profesores. Aunque destaca que detrás de estas iniciativas también hay gente que realmente cree en “la transmisión del conocimiento universal, con una visión más universitaria y académica”.

Así las cosas, la gran acogida que han tenido los MOOC ha disparado las expectativas de las posibilidades que ofrecen hasta el punto de que hay quien los califica de revolución en la educación superior, cuando en realidad “son un paso natural, evolucionado, de otros cursos o formas de educación que ya existían en abierto”, aclara González, quien pone como ejemplo el repositorio de contenido educativo gratuito, incluyendo en español, Merlot.org o los libros digitales. En la misma línea, Miquel Durán, profesor de Química de la Universidad de Girona, en España, que ofrece un curso sobre Comunicación Científica en MiríadaX, opina que en realidad estamos asistiendo a la explosión en Recursos Educacionales Abiertos (REA) dentro del campo del conocimiento abierto. “Los MOOC son más bien un diseño por parte de un profesor o equipo de conexiones REA, con el objetivo de formar una persona en un aspecto determinado de conocimiento”.

Cambio de paradigma en las aulas

Por eso, González piensa que, por sí solos, los MOOC están sobrevalorados, pero cuentan con un componente revolucionario en el sentido de que están poniendo el acento en un aspecto clave: “la participación o colaboración de los alumnos en el aula”. Y añade que están sirviendo para que las universidades se planteen otra forma de impartir sus clases presenciales: “es decir, ya no vale que el profesor llegue a una clase de 300 alumnos -una cifra normal en algunos centros educativos iberoamericanos- pronuncie un discurso y luego se marche”, porque para eso ya existe una grabación, un MOOC, que no es otra cosa que una conferencia grabada en video, apoyado por lecturas, proyectos, exámenes y foros semanales gestionados online.

A partir de ahora, “los alumnos deberían ir a clase a practicar, a reflexionar. Ese es el aporte real de los MOOC a la educación, el cambio de paradigma de que el profesor ya no es el centro, el que transmite conceptos, el aula se utiliza para otras actividades”, destaca. Sandoval, coincide con este punto de vista y asegura que “se debe incorporar este tipo de educación virtual al aula y entregar mayor valor para el estudiante. Esto moverá la educación presencial tradicional hacia un híbrido de aprendizaje dentro de las universidades”.

En el mundo virtual, el aspecto revolucionario de los MOOC reside en la M de Masivo, ya que pueden permitir a un amplio grupo de la población sin recursos acceder a contenidos de calidad de universidades tanto de la región como fuera de ella. “La tecnología lo que ha hecho es llevar esto a gran escala”, dice Sandoval. Aunque los expertos advierten de que la masificación es un arma de doble filo porque, en comparación con las clases presenciales, se pierde la interacción del profesor con el alumno, lo que facilita la resolución de dudas o la reflexión sobre temas específicos. Este inconveniente, sin embargo, se da en cualquier tipo de educación masiva. “Lo positivo es que los MOOC permiten llegar a cientos de miles de alumnos, por eso creo que la educación híbrida es una buena opción”, añade el profesor del Tecnológico de Monterrey.

Las cifras hablan por sí solas. En el curso de Sandoval se inscribieron un total de 10.000 personas de 65 países alrededor del mundo. “Si yo logro que mis alumnos en el aula tomen la clase presencial al mismo tiempo que el MOOC, esto les va a permitir tener una experiencia distinta y relevante en cuanto a contenidos, pero también por la interacción con profesionales -el perfil mayoritario de los estudiantes de MOOC-, que va a hacer más enriquecedora la clase presencial”.

Los retos técnicos y pedagógicos

Sandoval vuelve a hacer referencia a su experiencia personal para sacar a relucir uno de los principales desafíos de la formación a través de los MOOC: la alta tasa de abandono. De los 10.000 alumnos que se inscribieron en su curso, explica, 5.000 fueron alumnos activos, lo que significa que cada semana entraron en el curso, revisaron el material e hicieron algunas prácticas. De ellos, unos 1.000 o el 10% lo completaron, es decir, hicieron todas las actividades, obtuvieron una calificación, y algunos de ellos un diploma. Según Sandoval, las cifras de finalización de los cursos en inglés que maneja Coursera son incluso menores, en torno al 5%, una cifra similar a la registrada por la mayoría de los MOOC en español.

El problema está en que los MOOC exigen una gran dosis de autodisciplina y motivación personal que, en su opinión, tiene mucho que ver con el propio diseño del curso, “de si se logra ofrecer contenido y material atractivo, así como actividades que lleguen a ser significativas para el perfil del estudiante”. Durán coincide con este enfoque y añade que más que de "impartir clase se trata de diseñar ejercicios, de plantear trabajos y formular recomendaciones que aseguren que el propio alumno se dé cuenta de su avance en el curso, y que favorezcan que ajuste su dedicación y esfuerzo en función de sus disponibilidades”.

Las plataformas cuentan con un sistema diseñado para tratar de mantener el interés del participante a lo largo del curso, de manera que, tras completar ciertas etapas, obtiene unos badgets o insignias como recompensa, además de algún tipo de reconocimiento o certificación a la conclusión del mismo. Sin embargo, González destaca que existen “muchas dudas en cuanto al reconocimiento de mercado o validez de una rigurosidad académica de estas certificaciones. Las universidades son reticentes a entregarlas. Su valor real está en el compromiso que adquiere el participante con el curso”.

Por tanto, dado el carácter de autoaprendizaje de los MOOC, Durán recomienda a los estudiantes preguntarse para qué les puede servir el curso en el futuro y si serán capaces de “priorizar su limitado tiempo personal al mismo, respecto a otros cursos o al elevado número de distracciones que existen”. Por otro lado, él señala que deberían leer o visionar las introducciones a los cursos para hacerse una idea muy clara de su contenido, de lo que pueden esperar de los profesores, y de lo que pueden realmente obtener en cuanto a conocimiento nuevo. “Finalmente, deben constatar si disponen de las habilidades personales, sobre todo las digitales, suficientes para seguir un curso a distancia. En nuestro caso, un mínimo de habilidades comunicativas y de web 2.0 es imprescindible”.

Sandoval destaca que, a pesar del aparente bajo porcentaje de finalización de los MOOC, el alcance que se consigue con ellos, en ocasiones cientos de miles de alumnos, es incomparable al que se logra a través de la enseñanza tradicional. Se puede dudar de la profundidad del conocimiento adquirido –otra de las reticencias surgidas en torno a este tipo de formación-, pero no del alcance”. En cuanto a la profundidad, él lo tiene claro: “El participante que quiera aprender lo hará y el que no, siempre puede utilizar la información como referencia para futuras consultas, pero difícilmente los MOOC podrán sustituir a una universidad en este sentido”.

Quizás por eso el perfil de los estudiantes de MOOC, tal y como se ha señalado, difiere del perfil universitario tradicional. Sandoval comenta que los courserians suelen ser graduados universitarios de entre 30 y 40 años, una cifra que se rebaja cuando se trata de MOOC en español. En el que él ofreció, la edad del 80% de los participantes se situaba entre los 25 y 35 años –el 70% tenía una empresa familiar y el 30% quería crearla- pero la franja de edad en el resto de cursos en español suele ser de entre 18 y 25 años, lo cual es una novedad respecto a las ofertas existentes en Coursera en otros idiomas. El cree que podría deberse a los temas que la plataforma ofrece en español, como la asignatura de matemáticas básicas, y quizás debido a que “los nativos digitales en América Latina son más jóvenes porque son los que han tenido mayor acceso a las tecnologías”.

Otra de las diferencias entre los cursos en español y en inglés es que los últimos cuentan con un número superior de participantes porque éstos disponen de mejores equipos y conexiones a Internet que en América Latina, además de que las plataformas han recibido una mayor difusión debido a que llevan más tiempo en funcionamiento. “En español están recién arrancando”, señala. Aunque destaca que le llamó la atención cómo un buen número de personas cuyo idioma nativo era el inglés se inscribieron en su MOOC para practicar el español, lo mismo que algunos participantes franceses o portugueses. En cuanto a la procedencia de los estudiantes, la mayoría fueron de Colombia, Perú, Venezuela, España y, como dato curioso, también había bastantes de EEUU, probablemente, “por los muchos latinos trabajando en el país”, dice. Y añade que la mitad de las personas jamás había hecho un curso en línea y se ayudaban entre ellos para salvar la falta de práctica en el uso de la tecnología.

La tecnología es justamente uno de los principales retos para el crecimiento de este tipo de formación en América Latina. Sandoval dice que, a nivel país, habría que mejorar el acceso y las estructuras tecnológicas, sobre todo un ancho de banda que soporte la descarga de videos, etc. Desde el punto de vista académico, también sería necesario que se fueran sumando universidades públicas y privadas a este tipo de iniciativas, “pero existen muchas reticencias porque se considera que, en su conjunto, se convertiría en una educación demasiado light, poco relevante, que fomentaría una educación de mala calidad”.

A pesar de los obstáculos, Sandoval cree que como en cualquier otro modelo de negocio del ámbito de las tecnologías de la información se formará una burbuja y habrá un incremento de plataformas, universidades que se sumen a plataformas o individualmente creen sus propios MOOC. Habrá, por tanto, una fragmentación de la organización de la información. Al final, dice, “sobrevivirán aquellos que ofrezcan un contenido de calidad, un buen diseño tecnológico y sean capaces de crear comunidades a su alrededor”. El considera que esto último es un punto débil de Coursera porque los participantes de los cursos, por una cuestión de privacidad, no pueden saber qué personas están en su misma región o zona geográfica para establecer contactos, intercambiar información, etc. “Los MOOC permitirían crear unidades de aprendizaje regionales de gran valor al ayudar a conectar gente –empresarios con estudiantes, etc.- que se encuentran en un mismo lugar, además de a nivel global”.

Durán piensa que la superabundancia de REA no será ningún problema, tampoco la competencia de los MOOC que pretendan enseñar lo mismo: “hoy en día también hay diversos libros sobre un mismo tema”. El desafío, en su opinión, no será técnico, sino pedagógico: “Lo difícil será generar buenos recursos, diseñar flujos entre REA que maximicen el aprendizaje y sobre todo diseñar los procesos de evaluación, seguimiento y autocontrol”. Al final, concluye, “sobrevivirán las plataformas que hagan las cosas sencillas para los profesores-equipos y para los estudiantes, que proporcionen el mayor beneficio a los estudiantes y sepan colaborar con instituciones de educación superior. Todo debe ser sostenible”.

viernes, 25 de octubre de 2013

Valuación de Twitter podría superar US$11.100 millones



Twitter Inc. señaló el jueves que fijaría el precio de sus acciones entre US$17 y US$20 en una oferta pública inicial, u OPI, lo que valúa a la empresa de servicios de mensajes en hasta US$11.100 millones, una cifra considerada conservadora incluso para una empresa que enfrenta crecientes pérdidas.
La valuación propuesta asignaría a Twitter un valor cercano al doble del de GrouponInc., GRPN +1.61% la empresa de ofertas diarias, pero menos de la décima parte de su rival en las redes sociales Facebook Inc. FB -0.94%
[image]AP
Según la propuesta, la OPI de Twitter generaría hasta US$1.600 millones para la empresa, cuyos servicios han crecido a más de 230 millones de usuarios activos mensuales desde que se envió el primer "tuit" en 2006.
Analistas indicaron que la empresa aún podría elevar el precio objetivo. Si la oferta es bien recibida, podría ser una señal de que los inversionistas están interesados en apostar a un gran futuro para las empresas de medios sociales, incluso en ausencia de ganancias, lo cual Twitter padece. La operación se produce en medio del mejor año para las OPI que cotizan en Estados Unidos desde 2007, según la cantidad de acuerdos.
Con el rango de precios establecido, Twitter ahora puede comenzar a entusiasmar a los inversionistas que tendrían acceso al precio inicial de la OPI. Se espera que la empresa fije el precio final el 6 de noviembre, según un documento promocional al que tuvo acceso The Wall Street Journal. Las acciones de Twitter comenzarían a negociarse al día siguiente en la Bolsa de Nueva York bajo el símbolo TWTR.
Se espera que durante la "gira promocional" de una semana y media, inversionistas como fondos de inversión y fondos de cobertura escuchen a los ejecutivos de la empresa y puedan presentar órdenes por la cantidad de acciones que quieran comprar.
Las reuniones con inversionistas, que generalmente se realizan en grandes salones de hoteles, comenzarán la semana próxima, e incluirán Nueva York el martes y miércoles, Boston el jueves y Chicago el viernes, según documentos promocionales. La semana siguiente la empresa irá a San Francisco, Los Angeles y Denver.
Aunque la empresa con sede en San Francisco se ha vuelto un fenómeno cultural, podría enfrentar fuertes cuestionamientos de grandes firmas de inversiones sobre cuán rápidamente está creciendo su base de usuarios, y cuán capaz es de hacer dinero atendiendo a esos usuarios con la venta de publicidad.
El crecimiento de los usuarios de Twitter se ha desacelerado en los últimos trimestres, lo que sugiere que sigue luchando para irrumpir entre el público mayoritario. La base de usuarios de la empresa -con un tamaño de apenas un quinto de los 1.200 millones de usuarios mensuales de Facebook- está relacionada con su capacidad para atraer anunciantes de grandes marcas que den valor a la escala.
Los ingresos de la empresa en los nueve meses finalizados en septiembre casi duplicaron los US$422,2 millones de un año atrás, pero sus pérdidas aumentaron a US$133,9 millones desde US$70,7 millones.
Twitter está saliendo al mercado con un rango de precios conservador, dijeron analistas e inversionistas. El máximo del rango propuesto, US$20, está por debajo de la propia valuación de Twitter a comienzos de septiembre, de US$20,62, basada en una estimación que toma en cuenta transacciones en el mercado de acciones privado, según los documentos de la OPI de la empresa.
El momento de la oferta de Twitter muestra la rapidez con que ha actuado desde que presentó por primera vez en forma confidencial en julio planes para una salida a bolsa. La presentación de los documentos realizada el jueves se produce justo al término del período de 21 días que exige la Ley JOBS para la reactivación de la creación de empresas, para divulgar los documentos de una salida a bolsa antes de fijar un rango de precio.
Twitter hizo pública su presentación el 3 de octubre, pero antes la había presentado de manera confidencial ante la Comisión de Valores de Estados Unidos, lo cual está permitido por la Ley JOBS para ciertas empresas.

Otro reto para Twitter: distinguir a los usuarios reales de los falsos


    Por 
  • TOM GARA
A las 4:45 pm de un jueves 24 de septiembre, la cuenta de Twitter de Mashable, uno de los pioneros del ahora infinito mundo de sitios de noticias de redes sociales, envió su tuit número 60 del día.
El tuit no era particularmente interesante, pero lo que ocurrió después es un ejemplo de uno de los mayores retos que Twitter enfrentará a medida que intenta convencer a los inversionistas de que sus 215 millones de usuarios son uno de los públicos publicitarios más lucrativos que aún no ha sido explotado al máximo.
REUTERS
En cuestión de minutos, cientos de otras cuentas de Twitter republicaron palabra por palabra el tuit de Mashable, y más de 400 de estas lo hicieron dentro de los primeros 15 minutos.
Más allá de cuentas como las de Justin Bieber, Mashable, CNN y Kim Kardashian, el mundo de Twitter está poblado por millones de cuentas de dudosa legitimidad.
Estas van desde spammers completamente robóticos (y a menudo incomprensibles) hasta cuentas mejor programadas que generan tuits diseñados para aparecer en algunos resultados de búsquedas o conversaciones en línea.
Un motivo por el que estos "bots", o robots, existen es el vibrante mercado gris de comprar y vender cuentas de Twitter que tienen un número importante de seguidores. De la misma forma que las listas de correos electrónicos activos pueden ser vendidas a anunciantes de correo basura, las cuentas de Twitter con miles de seguidores también pueden venderse.
El otro motivo que explica la existencia de tantas cuentas de este tipo es que son muy fáciles de crear y automatizar, gracias a la forma en que Twitter permite la publicación automática usando aplicaciones de terceros.
Twitter Inc. lleva tiempo diciendo que intenta eliminar el spam de su sitio, y en abril de 2012 anunció que presentó una demanda en un tribunal federal de San Francisco contra un grupo de empresas que dijo eran los promotores más agresivos de spam en su sitio.
Un vocero de Twitter se abstuvo de hacer comentarios. En los documentos presentados a los reguladores para su oferta inicial de acciones, Twitter estima que las cuentas "falsas o de spam" representan menos de 5% de los 215 millones de usuarios activos mensuales del sitio.
Sin embargo, su definición de usuario activo difiere del típico usuario "único" que miden la mayoría de los sitios web.
"Consideramos las cuentas múltiples que tiene una misma persona u organización como usuarios múltiples al calcular nuestros usuarios activos", apuntó la empresa. La firma también indicó que las cuentas automatizadas que envían tuits a intervalos regulares podían ser contadas como usuarios activos.
Estas cuentas figuran bajo una categoría de uso de Twitter que no es ni humano ni spam: cuentas automatizadas creadas por empresas, editoriales, organizaciones de caridad o simplemente aficionados de Twitter.
Consideran que están generando un servicio beneficioso al tuitear los pronósticos diarios del tiempo, o los horarios de películas de cine, o todos los titulares de noticias relacionados con un tema específico.
Si todos estos se combinan, crean una situación extraña: Twitter es fundamentalmente una empresa de medios respaldada por publicidad, pero un segmento de sus cuentas de usuarios no pueden ser considerados como consumidores en el sentido estricto de la palabra.
El Twitter que cotice en bolsa enfrentará el gran reto de determinar dónde terminan los seres humanos y dónde comienzan los robots entre sus usuarios, y también cuáles son los buenos robots y los malos.
Facebook FB -0.94% tiene categorías bien definidas para clasificar a sus usuarios: existen perfiles personales para individuos, páginas de marca para negocios y páginas de fanáticos para celebridades. En Twitter, las divisiones no están delineadas con la misma claridad.
Twitter siempre ha dicho que tiene una diferencia filosófica con Facebook con respecto a la forma en la que abordan la identidad. Twitter piensa que permitir varias cuentas por usuario, pseudónimos y cuentas paródicas beneficia a los usuarios y al servicio en general. Facebook ha insistido más en tener identidades genuinas, y sostiene que esa es una de sus mayores ventajas como medio de publicidad.
Esta filosofía de Twitter ha impulsado la creación de cuentas interesantes y creativas. Sin embargo, la flexibilidad de identidad también ha llenado el sitio con mucha basura sin sentido.
Por ejemplo, @Web_Consult_, una de las cuentas que republicó el tuit de Mashable, tiene 433 seguidores, sigue a 571 personas, y ha publicado más de 34.000 veces desde que comenzó en septiembre de 2011, unas 50 veces al día.
Sus 20 tuits más recientes son todos titulares de Mashable. Si uno observa sus más recientes cientos de tuits, parece que eso es todo lo que hace.
Hay un par de explicaciones plausibles para lo que hace @Web_Consult_. Podría ser una persona común y corriente, tratando de usar Twitter lo mejor que puede y amasando una audiencia. La otra es que es un robot.
Si resulta que @Web_Consult_ es un robot, entonces cualquier persona que analiza la calidad del público de Twitter necesitará tomar en cuenta que algunos usuarios están interactuando con el sitio de una forma muy limitada. Los intentos por contactar a @Web_Consult_ fueron infructuosos.
A medida que la empresa empieza a recibir dinero del público, y responder al público, la gran pregunta es: ¿qué más puede hacer con respecto a este tipo de cuentas?
También enfrenta otra pregunta importante. Si sus cientos de millones de usuarios varían desde personas comunes y corrientes hasta robots y usuarios que distribuyen spam, ¿cómo pueden los anunciantes y el resto de sus usuarios distinguir entre estos tipos de usuarios?

lunes, 21 de octubre de 2013

Xiaomi: La empresa china que supera a Apple, Nokia y BlackBerry

Por Paul Mozur
BEIJING—Durante el rimbombante lanzamiento en septiembre del aparato más reciente del fabricante chino de teléfonos inteligentes Xiaomi Inc., seguidores con barras fluorescentes y camisetas de la empresa gritaron con más fuerza cuando el fundador, Lei Jun, anunció su precio.
El Mi3 cuesta 1.999 yuanes (US$326), cerca de la mitad del precio del nuevo iPhone5C sin subsidio, el modelo económico del teléfono de Apple Inc., y de aparatos con características comparables fabricados por pesos pesados como Samsung Electronics Co.
Stefen Chow for The Wall Street Journal
Lei Jun, presidente ejecutivo de Xiaomi, con las mascotas de la empresa.
El descuento ha ayudado a estimular el meteórico crecimiento de Xiaomi en el mayor mercado mundial de smartphones. En los tres años desde que Lei fundó la empresa, Xiaomi ha captado 5% del mercado de teléfonos inteligentes de China hasta el segundo trimestre de 2013, y supera la participación de Apple, según el grupo de investigación Canalys. El operador anunció la semana pasada que vendió 100.000 modelos Mi3 en 83 segundos en su sitio web.
Xiaomi busca vender 20 millones de teléfonos este año, frente a alrededor de siete millones el año pasado, informó la compañía. "Razonamos como lo hace Internet", dijo Lei, de 43 años, en una entrevista. "En Internet, los mejores productos —los que se usan con mayor frecuencia— son todos gratuitos. El e-mail es gratuito, la mayor parte del contenido es gratuito".
"A través de un modelo gratuito se puede atraer a los usuarios más rápidamente", agregó. "Así que intentamos vender nuestros productos (a un valor) tan cercano como sea posible al costo de los materiales".
Xiaomi tiene un valor cercano a los US$10.000 millones, según la ronda de recaudación de fondos más reciente. Los ingresos ascendieron a unos 12.650 millones de yuanes (US$2.070 millones) el año pasado. Su perfil se elevó hace unos días, cuando el presidente chino, Xi Jinping, incluyó a Lei en una reunión con ejecutivos del sector tecnológico. La empresa, que no cotiza en bolsa, es propiedad de Lei, ejecutivos e inversionistas externos. Xiaomi no revela su rentabilidad, pero algunos analistas indican que los reducidos márgenes por ventas de hardware y la exigente competencia de precios en el mercado chino podría dificultar obtener grandes ganancias en los próximos años. "Para tener más credibilidad en el mercado para justificar (su) valoración, deben comenzar a pensar en expandirse a mercados cercanos de hardware y software", sostuvo TZ Wong, analista de la firma de investigación IDC.
Lei sostiene que la empresa gana dinero al ofrecer servicios como aplicaciones móviles y películas a través de su software, que se basa en el sistema operativo Android de Google Inc. Xiaomi, que utiliza su sitio web como principal canal de ventas, también ofrece una variedad de accesorios desde baterías y fundas multicolores hasta sombreros e incluso muñecos de su conejo mascota.
Xiaomi genera lealtad en parte al incorporar constantemente a su versión de Android sugerencias de sus usuarios y ofrecer actualizaciones semanales. Lei señala que Xiaomi notifica a los clientes cuando pone en práctica sus sugerencias de cambios. "Si nos ofrece una sugerencia y la incorporamos rápidamente, usted tendrá una sensación de logro", señala. "Una vez que lo arreglamos, tendrá una fuerte sensación de propiedad y luego le dice a sus compañeros de clase, a sus amigos, a todos los que conoce que Xiaomi es una buena" empresa. La marca Xiaomi se extiende mucho más allá de las ciudades más ricas de China hasta centros regionales más pequeños, donde sus teléfonos suelen ser populares entre los jóvenes.
Lei sigue el ejemplo público del fallecido cofundador de Apple, Steve Jobs. A menudo luce camisas oscuras y encabeza los lanzamientos de alto perfil de la firma, tal y como lo hacía el empresario estadounidense. Dice que no quiere ser Jobs, sólo innovar como él. En parte, el "razonamiento de Internet" que inspiró el modelo de negocios de Xiaomi se basa en la carrera de 16 años de Lei en Kingsoft Corp., uno de los pioneros del software en China. Lei señala que Kingsoft era lo suficientemente variado en las direcciones que adoptó como para satisfacer su deseo de probar cosas nuevas. Luego de trabajar en Kingsoft, Lei realizó una serie de inversiones en empresas en China, pero hace tres años dice que sintió la necesidad de formar una empresa.
Con una valoración de US$10.000 millones, Xiaomi supera las valoraciones actuales de fabricantes de teléfonos celulares como Nokia Corp. BlackBerry Ltd. cuando concretaron acuerdos separados para ser adquiridas. En agosto, la empresa contrató al ejecutivo de Android Hugo Barra para desarrollar su negocio internacional y ayudar en su cooperación con Google. La contratación generó especulaciones sobre los planes de Xiaomi para una expansión internacional, aunque Lei no habló sobre las metas de la empresa. De todos modos, dice que sus productos son competitivos a nivel global. "Creo en muchos aspectos que ya superamos (a Apple y Samsung)", manifestó. "Tenemos algunas partes que son más débiles que las de ellos, y algunas partes que son mejores". Prefirió no dar detalles, aunque agregó que la firma necesita tres años más para que sus teléfonos superen por completo en calidad a los de sus rivales internacionales.

viernes, 18 de octubre de 2013

Por qué los problemas más obvios generan grandes innovaciones

    Por 
  • FARHAD MANJOO
Hace dos años, Nest, una empresa nueva fundada por un grupo de ex ingenieros y diseñadores de AppleAAPL +0.87% presentó un termostato doméstico "inteligente". Desde la industria de la tecnología respondieron en dos etapas. Primero, hubo desconcierto: ¿un termostato? ¿Quién compra termostatos? Y luego, cuando tuvieron la oportunidad de ver el Nest en acción, hubo una envidia respetuosa: ¡un termostato! ¡Por supuesto!
Nest
El termostato de Nest aprende sus preferencias para no tener que programarlo.
Hubo termostatos conectados a Internet antes de la versión de Nest, como hubo reproductores de música digital antes del iPod. Pero como el reproductor de música de Apple Inc., el termostato Nest más inteligente que cualquier otro producto en el mercado que parecía una reinvención de toda la industria.
En lugar de prever que los usuarios programen su temperatura ideal en la configuración del aparato —algo que mucha gente no hizo nunca, derrochando grandes cantidades de energía en calefacción y refrigeración innecesaria— el dispositivo de Nest usó sensores y algoritmos para "aprender" las preferencias del usuario y auto-programarse. El resultado fue un aparato tan innovador que se volvió obvio: uno mira el Nest y piensa: "Un segundo, ¿por qué no se le ocurrió esto a nadie antes?". (Sin embargo, no es barato, cuesta US$249 en Estados Unidos).
Me encontré preguntando lo mismo hace unas semanas, cuando Tony Fadell, presidente ejecutivo de Nest Labs Inc., me mostró el invento más reciente de la compañía: un detector de humo y monóxido de carbono llamado Nest Protect. Como el termostato, el Nest Protect —un aparato de US$129 que la empresa presentó recientemente en EE.UU.— se parece más a un pieza de museo modernista que a un electrodoméstico. Y como el termostato, el detector de humo se siente como la reinvención de la categoría.
Pero lo más inteligente de Nest Protect no es el aparato mismo. Me impresiona más lo que dice el detector de humo sobre la perspectiva que tiene la empresa sobre la innovación. Con ambos productos, Next ejemplifica lo que se ha convertido en un camino especialmente prometedor hacia la invención en Silicon Valley. Primero, encuentre el problema más molesto y obvio con el que millones de personas lidian todos los días. Luego, pregunte si las cosas realmente tienen que ser así.
¿Por qué hay que programar los termostatos? ¿O por qué hace falta ver un taxi para llamarlo? ¿Por qué no llamar al que circule más cerca con un botón del teléfono? Además, ¿por qué hay que pagar en efectivo en los puestos de comida? ¿El vendedor no debería aceptar tarjetas de crédito usando su tableta o, aún mejor, no debería su sistema de pago poder detectar quién es usted y permitirle cargar su almuerzo a su cuenta?
Tras encontrar una molestia universal, este inventor aplica una mezcla de software inteligente, hardware atractivo y potencia de redes para transformar la frustración en una experiencia que se parece a la emoción. Si usted instaló un termostato Nest, llamó un taxi usando Uber, o pagó su almuerzo con Square, probablemente sintió lo mismo. ¿Por qué el mundo no funciona así desde siempre?
El Protect de Nest avanza sobre terreno similar. "Son productos que no fueron queridos, que son básicamente lo mismo que cuando éramos niños", dice Fadell. Next Protect tiene un sensor que puede verlo, lo que permite silenciar falsas alarmas con tan sólo mover sus brazos. Cuando instala detectores múltiples en su casa, forman una red, para que cuando el aparato en su sala de estar detecta problemas, todas las unidades emitan una advertencia de voz que le dice dónde y por qué suena la alarma. También tiene un sistema coordinado de auto-diagnóstico que le permite saber si hay algún problema con el aparato, y puede olvidarse de revisar los aparatos dos veces al año para constatar que funcionan.
Algunos podrían afirmar que no hay nada especialmente nuevo sobre este modelo de innovación tecnológica. Los inventores siempre han mirado al mundo y se han preguntado por qué. Es verdad, pero —como mostró Nest— el software y el hardware moderno le permite actuar sobre la pregunta en formas que antes no eran posibles.
Tomemos como ejemplo a Square Inc., la empresa de pagos de Jack Dorsey. Antes, había una buena razón por la cual los puestos de comida no aceptaban tarjetas de crédito: era muy costoso desde el punto de vista logístico. Pero cuando la gente compró teléfonos inteligentes, las dificultades técnicas se desvanecieron. En ese momento, se podía imaginar un sistema de pagos que se adaptaba a la forma en que la gente quería pagar, en lugar de uno que funcionara de cierta forma porque la tecnología no se había actualizado.
Este modelo es especialmente valioso para sectores que la industria de la tecnología ignoró tradicionalmente, como por ejemplo el transporte. En los últimos años, hemos visto un aumento en la cantidad de aplicaciones y aparatos nuevos para conseguir taxis, conocer el estado del tránsito y llamar a servicios de entrega local. Muchos de estos problemas aún no han sido solucionados, pero al menos se está intentando.
Otra área prometedora es la salud. ¿Por qué parece imposible conseguir pronto una cita con el médico? ¿Por qué no es más fácil enviarle un e-mail a su médico, o acceder a su historia médica o transferirla? Algunas empresas lo están solucionando, como el sitio ZocDoc.
Una crítica persistente a este modelo de innovación es que está demasiado preocupado por los problemas burgueses. Como un obsesivo de la tecnología que vive en Silicon Valley, la mayoría de los problemas que quiero solucionar parecen superficiales: me gustaría que las tiendas ofrecieran envíos en el mismo día a mi casa; me gustaría que los restaurantes me permitieran pagar desde mi teléfono, y quiero desesperadamente que mi teléfono me guíe hacia espacios para estacionar que estén vacíos. De la misma forma, Nest, Uber, Square y muchas otras empresas nuevas destacadas ofrecen soluciones con clase para los problemas de los ricos.
Pero verlo así es tener poca visión. Fadell señala que el termostato de Nest podría ahorrarle a la gente cientos de dólares al año en costos de electricidad. Al minimizar las falsas alarmas, el Nest Protect podría ayudar a salvar vidas. Y recuerde que con el tiempo, el precio de las innovaciones digitales tiende a bajar. Cuando suceda, no parecerá trivial que un puñado de personas ricas al frente de empresas nuevas miraron al mundo moderno y se preguntaron: ¿por qué todo es tan insoportable?