jueves, 17 de marzo de 2011

Los activistas de Internet se movilizan por Japón

Programadores y voluntarios recopilan información crucial sobre las ayudas y recaudan fondos de socorro.

Por Erica Naone

Apenas unas horas después que Japón fuera devastado por un terremoto y un tsunami en la madrugada del viernes, la gente se movilizó en línea para ayudar.

Sólo dos horas después de que el terremoto japonés tuviera lugar, voluntarios japoneses empleados de la Escuela Fletcher de la Universidad Tufts habían creado una versión de Ushahidi, el software que ayuda a la gente a compartir información durante una crisis. Ushahidi consiste en un servidor web y otros programas que permiten a cualquier usuario enviar información—a través de un teléfono móvil y de Internet—que seguidamente se incluye en un mapa. El portal dedicado a Japón, sinsai.info/ushahidi, se utiliza para identificar los lugares donde las personas pueden estar atrapadas, las zonas peligrosas que deberían ser evitadas, y el emplazamiento de suministros de alimentos y de agua potable.

Ushahidi fue originalmente creado para coordinar la información relativa a los disturbios que estallaron tras las disputadas elecciones de Kenia en 2007. Desde entonces la plataforma se ha utilizado para una gran variedad de situaciones, desde la difusión de información durante el terremoto de Haití en enero de 2010 a la organización de la remoción de nieve en Nueva York.

Casualmente, antes que el terremoto del viernes ocurriera, un grupo de voluntarios japoneses había estado trabajando con Ushahidi para prepararse frente a la posibilidad de un terremoto, señala Patrick Meier, director de cartografía de crisis y de nuevos medios de comunicación de Ushahidi, una empresa fundada para mantener el software del mismo nombre. Sin embargo, Meier destaca que, en el año transcurrido desde el terremoto de Haití, la plataforma se ha vuelto más sofisticada. Cuando ese desastre ocurrió, el equipo de desarrollo de Ushahidi cargó sobre su propios hombros con la peor parte del trabajo. "Fue duro", recuerda Meier. Actualmente, es mucho más fácil para la gente crear su propia versión de Ushahidi adaptada a sus necesidades.

Este año, Ushahidi se ha utilizado para ayudar en Libia y durante las inundaciones en Australia. "La mayoría de las veces ni siquiera oímos hablar de un despliegue hasta que ya es público", destaca David Kobia, director de desarrollo de tecnología de Ushahidi y Humanitario del Año de Technology Review en el 2010.

"El diez por ciento de esto es la tecnología, y el otro 90 por ciento es la gente", afirma Meier. "Eso es cada vez más cierto a medida que la tecnología se hace más fácil de usar."

Para ofrecer soporte de emergencia a los voluntarios, Ushahidi ha creado un grupo de trabajo de reserva—personas de alrededor del mundo que han sido entrenadas, examinadas, y que están preparadas para ayudar con la cartografía de toda la información que entra cuando ocurre un desastre. Actualmente, el equipo incluye más de 300 voluntarios.

Otros servicios de respuesta a desastres a través de Internet están siguiendo el ejemplo de Ushahidi.

SparkRelief, que distribuye información durante una crisis y permite a los voluntarios encontrar formas de ayudar, empezó en Boulder, Colorado, para ayudar a las víctimas de los incendios a encontrar rápidamente alimentos y vivienda, y para coordinar las personas que querían suministrar estos servicios. En respuesta al desastre japonés, la empresa sin ánimo de lucro puso en marcha un esfuerzo de programación para crear un portal que ayudara a los supervivientes del terremoto a encontrar una vivienda. El portal resultante permite a las personas introducir sus necesidades en lo referente a vivienda e intenta conectarlas con aquellas que las pueden ayudar.

Google también respondió rápidamente a la catástrofe con el lanzamiento de una página web diseñada para ayudar a localizar a las personas desplazadas por el terremoto y el tsunami. La empresa operó unos portales similares para otros desastres recientes como los de Nueva Zelanda, Chile y Haití.

Aparte de dirigir los esfuerzos para compartir información acerca de la crisis, las redes sociales también están utilizando su poder para conseguir dinero rápidamente. En el festival South by Southwest Interactive, en Austin, Texas, varias empresas de tecnología han creado eventos y software de recaudación de fondos de forma improvisada. Hurricane Party, una aplicación de iPhone diseñada para ayudar a organizar eventos espontáneos, organizó, junto con Eventbrite , una empresa que vende entradas en línea, una fiesta de recaudación de fondos que tuvo lugar el domingo por la noche. La aplicación Hurricane Party permitió a los usuarios correr la voz rápidamente sobre dónde y cuándo se realizaría el evento, y Eventbrite vendió las entradas a cambio de una donación de 10 dólares o más. El evento recaudó cerca de 10.000 dólares para la campaña de socorro a Japón de la Cruz Roja.

Los organizadores del South by Southwest también han creado una página web dedicada a recaudar fondos para las actividades de socorro en Japón, y están animando a los asistentes a donar y a correr la voz a través de Twitter, Facebook y otros portales sociales. A fecha del lunes por la mañana, el sitio había recaudado más de 23.000 dólares para la Cruz Roja.

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