miércoles, 20 de abril de 2011

Padre de la web, procupado por la neutralidad de su criatura

Por BBC Mundo

En la Sudáfrica del apartheid había buses para blancos y buses para negros. El servicio para blancos funcionaba mejor, era más eficiente. El fin del régimen racista disolvió los servicios diferenciados. La igualdad ante la ley y el estado es un derecho humano, aunque no siempre y no en todas partes sea respetado. Es uno de varios derechos entre los que Tim Berners-Lee, el creador de la web, quiere incluir el acceso a internet.

Eso dijo en el discurso de apertura de las oficinas en Reino Unido del World Wide Web Consortium (comunidad internacional que desarrolla estándares para la web) el lunes.

Más aún, es un derecho que debe incluir la noción de no-discriminación. En este caso se trata de evitar la discriminación por tipo de contenido o servicios a los que los usuarios de internet acceden.

Las empresas proveedoras de conexión a internet (ISPs, por sus siglas en inglés) promueven justamente eso: dos servicios de "buses" para los datos, uno rápido y otro más lento, discriminando qué tipo de contenido o servicio puede "subirse" a uno o al otro.

Lo contrario es lo que se conoce como la neutralidad de internet, donde todos los fragmentos de información (sean videos, emails, audio; provengan de un usuario particular, de una gran empresa o de un gobierno) son tratados de la misma forma y viajan en el mismo servicio de bus.

En este sentido, Berners-Lee le dijo a la BBC que los gobiernos deben preservar la neutralidad de internet y que hará falta que se implemente algún tipo de legislación al respecto si no es posible que la propia industria logre autorregularse.

Y lo dice alguien que ha sido elegido por el gobierno británico para llevar adelante negociaciones en el sector privado que eviten la necesidad de emitir una ley al respecto en Reino Unido.

Autorregulación
De hecho, Berners-Lee le dijo al periodista de tecnología de la BBC Rory Cellan-Jones que él prefiere que se llegue a un acuerdo de autorregulación.

Pero si falla, "el gobierno debe estar preparado para legislar", agregó.

Los ISPs, que temen llegar a un punto de saturación, han insistido en numerosas ocasiones en que necesitan controlar de alguna forma el creciente flujo de información que circula por internet.

Berners-Lee entiende la postura de los ISPs, pero cree que cualquier intento por discriminar el tráfico por tipo de contenido u origen sería ir demasiado lejos.

"Si se hace eso deja de existir el libre mercado", dijo.

Y agregó: "Lo que conseguirían las empresas es controlarte por completo".

Pero a la propuesta de evitar por ley que esto suceda, William Dutton, profesor del Instituto de Internet de Oxford también le ve sus peligros.

"Una vez que ingresa el estado, se abre la puerta a toda una serie de regulaciones vinculadas al control de la creación de contenido en internet", advirtió.

Herramienta poderosa
Para Berners-Lee internet es una herramienta demasiado poderosa como para que quede en control de un gobierno o una gran empresa.

Advirtió que esto podría resultar en una situación en la que se termine restringiendo a los usuarios el acceso a sitios política, religiosa o comercialmente incorrectos -¿y quién decide qué es qué?-.

Por lo pronto, la Unión Europea ha decidido hacer algo respecto a las sospechas de que los ISPs de la región ya están operando un servicio de buses diferenciados para los contenidos de internet.

La Comisión Europea (el brazo ejecutivo de la UE) le ha pedido los organismos reguladores de sus 27 estados miembro que investiguen. Los resultados de sus pesquisas se conocerán a fin de 2011.

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