lunes, 18 de abril de 2011

Una tableta que depende demasiado del BlackBerry



Por Walter Mossberg

Hay un nuevo contendor en la guerra de las tabletas: la PlayBook, de Research In Motion, el fabricante del emblemático teléfono inteligente BlackBerry. La PlayBook, que debuta el 19 de abril en Estados Unidos (por ahora no hay fecha de lanzamiento para América Latina), coincidirá con los precios de las versiones Wi-Fi del iPad de Apple, líder del mercado. El modelo básico con 16 gigabytes de almacenamiento costará US$499, aun cuando su pantalla, de 7 pulgadas, ofrece menos de la mitad de la superficie del iPad.

La PlayBook, que he estado probando, usa un nuevo sistema operativo que es atractivo y rápido, y luce diferente al de Apple y a Android, de Google. Me gustó la interfaz para el usuario.

En su primera versión, la PlayBook no tiene incorporada la conexión de datos de celular y carece de aplicaciones básicas tales como correo electrónico, agenda de contactos, calendario, libreta de apuntes, e incluso el popular sistema de mensajes instantáneos de BlackBerry.

Para acceder a estas funciones con su PlayBook de US$500, usted tiene que usarla conjuntamente con un teléfono BlackBerry cercano que esté conectado a la tableta de manera inalámbrica mediante una conexión de Bluetooth de corto alcance. Cuando se hace esta conexión, estas aplicaciones cruciales aparecen en la pantalla de la PlayBook, por vía de un sistema llamado Bridge. Pero son esencialmente fantasmas de las mismas aplicaciones del teléfono. En mis pruebas, podía usarlas desde la tableta, donde se veían mejor, y se sincronizaban con el teléfono. Pero cuando corté la conexión, las aplicaciones se desvanecieron y los datos desaparecieron en la PlayBook. Todo queda almacenado en el teléfono.

Este sistema extraño, con la meta de complacer a clientes corporativos celosos de su seguridad, no funciona con otros teléfonos. Por ello, en mi opinión, aun cuando Bridge es una función técnica agradable, convierte a la PlayBook en un acompañante del BlackBerry en vez de ser un aparato totalmente independiente.

Eso puede estar bien para los fieles usuarios del teléfono de RIM, pero no tanto para quienes usan otros celulares. Si posee otro tipo de teléfono tiene que usar el correo electrónico y el calendario en la tableta mediante aplicaciones basadas en la web como las de Google o Yahoo por vía del navegador de la PlayBook.

RIM dice que está planeando incorporar conexión a redes de datos e incluir e-mail, agenda, calendario y otras funciones básicas en los próximos meses por medio de actualizaciones. Pero al menos hasta entonces, no puedo recomendar la PlayBook excepto para aquellas personas que nunca se apartan de sus BlackBerrys.

Además, a diferencia del iPad, que puede reproducir casi todas las 350.000 aplicaciones del iPhone, la PlayBook no puede operar ninguna de las 27.000 aplicaciones disponibles para el BlackBerry. Se lanzará sólo con unas 3.000 diseñadas para tabletas.

RIM planea lanzar, también en los próximos meses, reproductores especiales que permitirán a la PlayBook usar las aplicaciones de BlackBerry e incluso las de Android. Pero las últimas, si bien son numerosas, serán aplicaciones diseñadas para las versiones de teléfono de Android, no la versión de tableta. Y es demasiado pronto como para decir cómo funcionará el reproductor especial.

Tuve la fuerte impresión de que la compañía está apresurándose por sacar el producto al mercado, y que estará añadiendo otras funciones ya ofrecidas por aparatos rivales durante meses, mediante parches informáticos.

Por ejemplo, aun cuando la PlayBook tiene muy bonitas cámaras frontales y posteriores, carece de un software para chats con video. Ello se añadirá poco después del lanzamiento, dice RIM. Lo mismo se puede decir de una tienda de videos, aun cuando la pantalla proyecta videos de manera hermosa.

La duración de la batería también fue poco satisfactoria durante mis pruebas. Con la iluminación de la pantalla en cerca de 75% y el Wi-Fi encendido, reproduje una película una y otra vez. La PlayBook duró poco más de cinco horas frente a las ocho y 10 horas de uso mixto que asegura RIM. Además, encontré un par de defectos de programas, incluso un caso en que la memoria se agotó prematuramente. Esto persistió después de una importante actualización de software que supuestamente lo repararía. RIM culpa del defecto a una aplicación, que dice que será arreglada para el lanzamiento.

¿Tiene algo bueno la PlayBook? Sí. Me gustó la interfaz del nuevo sistema operativo, que está basado en un programa llamado QNX que compró RIM. Es ágil y rápido y hace un uso excelente de gestos de múltiple toque.

El navegador, aunque a veces lento para cargar, es bastante capaz y reproduce videos y sitios Flash mejor que ninguna otra tableta que haya probado. El hardware es sólido y aunque la PlayBook es 14% más gruesa que el iPad 2, es casi un tercio más ligera. La pantalla es bella, a pesar de tener una menor resolución que la del iPad.

Aun así, a menos que esté pegado a su BlackBerry, o use e-mail, y calendario mediante un navegador, sugiero que espere otra versión de la PlayBook más independiente y con las adiciones prometidas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario