martes, 22 de febrero de 2011

Nasdaq: lejos de una burbuja tecnológica

NUEVA YORK — El alza en las acciones tecnológicas nos lleva a preguntar, y quizás temer, si una nueva burbuja está formándose ante nuestros ojos.

El índice Nasdaq ronda actualmente los 2,830 puntos.Ese es el nivel más alto alcanzado desde noviembre de 2007. El índice, que recoge los títulos del sector tecnológico, está hoy a sólo 6% de la barrera psicológica de los 3,000 puntos. Desde diciembre del año 2000, el Nasdaq no se ha cotizado por encima de ese nivel.

Sin embargo, es importante recordar que aunquecompañías como JDS Uniphase, Priceline, Amazon.com y Apple registren un rally alcista, los papeles de las compañías tecnológicas aún tienen camino que recorrer antes de alcanzar el pico registrado en 2000. Y es posible que no lo consigan.

Eso es bueno. ¿Por qué? Digan lo que digan sobre la locura que implica el rápido ascenso en el valor de las acciones tecnológicas en un breve tiempo (el Nasdaq ha subido casi 7% este año, y más de 13% en los seis meses anteriores), no puede hablarse de una burbuja sin analizar la serie de insensateces que ocurrieron hace once años, con la crisis puntocom.

Antes y ahora

En marzo de 2000, el Nasdaq tocó un pico intradía de más de 5,132 puntos. En octubre de 2002 cayó a mínimos de 1,108. Así que aunque el Nasdaq actualmente esté 150% por arriba de su punto más bajo, todavía está 45% por debajo de su punto más alto.

"Con el tiempo, el Nasdaq probablemente llegue a ese punto, pero no lo veo en un futuro cercano," pronostica Brad Sorensen, director de investigación del sector en el Schwab Center for Financial Research.

Cisco, que muchos pensaron sería la primera compañía en alcanzar 1 billón de dólares en capitalización de mercado, se cotizaba en marzo de 2000 a 68 dólares por acción. Sus acciones se cotizan hoy en 19 dólares. La empresa, desde luego, ya no es vista como un "valor caliente" tras una serie de decepcionantes reportes trimestrales.

Pero hay otros papeles tecnológicos que también se cotizan a una fracción del valor que tenían antes de que estallara la burbuja. Las acciones de JDS Uniphase, que actualmente se negocian a 25.50 dólares, se comerciaban a 1,100 dólares en marzo de 2000. Hace once años el precio de la acción del fabricante de chips Broadcom era de 160 dólares; al presente se cotiza en solo 42 dólares. Otro ejemplo es Alcatel-Lucent, cuyos títulos se comerciaban en 45 dólares antes de su fusión con Lucent, pero en este momento valen 5 dólares.

"No hay en realidad comparación entre lo que ocurre ahora y la burbuja tecnológica del 2000. La valoraciones actuales están más acordes con la realidad," advierte John Norris, director de gestión de patrimonio en Oakworth Capital Bank.

Para Norris, la gran diferencia es que hoy muchas de las promesas que el sector tecnológico ponderaba en el año 2000, finalmente se han transformado en ganancias reales, razonables modelos de negocio y fuertes hojas de balance para los gigantes tecnológicos.

Incluso algunas compañías valen hoy más de lo que valían en marzo de 2000, tal es el caso de Apple, Amazon y eBay. Pero consideremos justo esa tendencia. Estas compañías son todas líderes del mercado. Los días en que el valor de las acciones de empresas desconocidas llegaba a alturas absurdas, con suerte, no se repetirán.

"No queremos volver a esa burbuja. Muchas de las compañías especuladoras de aquel tiempo ni siquiera han llegado a nuestros días," apunta Sorensen.

En palabras sencillas, las grandes compañías tecnológicas pueden continuar beneficiándose del explosivo crecimiento, pues la tecnología está más presente en nuestras vidas hoy que hace una década.

En el año 2000, la Internet era como el Viejo Oeste digital. Muchos dudaban que las personas tuvieran la confianza de dar los datos de su tarjeta de crédito en la red para comprar cosas. Al presente, la gente ni pestañea al exponer sus pensamientos más íntimos ante cientos de amigos y seguidores en Facebook y Twitter. Estamos llegando al punto en que usar el teléfono para realizar pagos será una operación muy común. Abrazamos y confiamos en la tecnología, ya no le tememos.

En opinión de Keith Springer, presidente de la consultora Springer Financial Advisors, el ‘boom' de las acciones tecnológicas tiene sentido, pero admite que hay razón para estar nerviosos respecto al sector. Las compañías privadas (que no cotizan en Bolsa) están acumulando infames cantidades de dinero.

Es más fácil explicar por qué Apple debería valer 300,000 millones de dólares (mdd) que decir por qué Zynga (desarrollador del juego Farmville) vale 10,000 mdd.

"Hay un excesivo entusiasmo con algunas compañías privadas. En eso sí se asemeja a lo que ocurría en la década de los 90," indica Springer.

Sorensen coincide con esta idea y asegura que se avecina una nueva ola de salidas a Bolsa de compañías puntocom, y eso podría crear más similitudes con la burbuja tecnológica vivida hace 10 años. Tanto LinkedIn como Pandora han iniciado trámites para su oferta pública inicial de acciones. Se habla mucho si Groupon seguirá esos pasos, y todo mundo espera a que Facebook y Twitter se decidan a cotizar en los mercados.

"Hay una inconsistencia entre las valoraciones que reciben algunas compañías tecnológicas privadas y las de las compañías públicas. Algo de ese entusiasmo podría ser excesivo," advierte Sorensen.

Y eso plantea un problema potencial en el futuro. Después de todo, las firmas que actualmente operan con capital riesgo podrían, finalmente, causar otra burbuja Nasdaq. "Algunas compañías privadas están siendo valoradas a niveles ridículos. Parece que las personas ponen en ellas más y más dinero con la esperanza de que su apuesta no salga mal," explica Norris.

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