Todos estamos inmersos en enormes redes sociales de amigos, familiares, compañeros de trabajo y mucho más. Nicholas Christakis hace un seguimiento de una amplia variedad de rasgos (desde la felicidad hasta la obesidad) que pueden propagarse de persona a persona, mostrando cómo la ubicación en la red podría afectar la vida en formas que ni siquiera se conocen.
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