A pesar de miles de millones de dólares de inversiones en seguridad cibernética, uno de los problemas de raíz ha sido ampliamente ignorado: ¿quiénes son las personas que escriben código malicioso? El investigador Misha Glenny revisó varios perfiles de codificadores culpables, de todo el mundo y llegó a una conclusión sorprendente.
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