lunes, 8 de agosto de 2011

Decir que Flash ha muerto es exagerado


¿Qué implica para la tecnología Flash, y para la web en general, la nueva herramienta de desarrollo para HTML5 de Adobe?


Por Christopher Mims

El lunes pasado Adobe presentó Edge, un software para crear contenido interactivo y animaciones usando el estándar de Web abierto HTML5. Puesto que este estándar compite directamente con Flash de Adobe -que también puede usarse para crear contenido multimedia pero requiere un plug-in para navegador- hay quien ve el anuncio como una señal de que Flash tiene los días contados.

Pero nada más lejos de las intenciones de Adobe que abandonar Flash, ya que al ofrecer herramientas para desarrollar webs con HTML5, podría estar contribuyendo a mantener su posición en el desarrollo de webs. Edge también pone de relieve algunas de las cosas que Flash es capaz de hacer, pero que HTML5 aún no puede.

En muchos sentidos, Edge imita las herramientas de desarrollo que existen para Flash. Ofrece el mismo método de editar animaciones que las herramientas de Flash, facilitando la labor de componer y editar animaciones. En su versión beta actual, sin embargo, prácticamente lo único que hace Edge es animación, mientras que Flash puede usarse para crear contenido interactivo además de vídeo.

Irónicamente, el lanzamiento por parte de Adobe de una herramienta HTML5 demuestra la facilidad de uso de Flash. El soporte de HTML5 para vídeo y audio sigue siendo peor que el de Flash, y HTML5 no se acerca ni de lejos a servir para el tipo de juegos ampliamente disponibles en Flash, afirma Al Hilwa, director de investigación de sotware de desarrollo de aplicaciones en la consultora IDC. “Los diseñadores son maniáticos, así que habrá un subsegmento de desarrolladores en Flash que aguantarán hasta que HTML5 evolucione hasta el punto en el que Flash está hoy”, sostiene Hilwa.

El compromiso de Adobe con HTML5 ha sorprendido a muchos. La empresa ha hecho una fuerte campaña por promocionar Flash ante las oposiciones al software, principalmente de Apple, que no permite Flash ni en el iPhone ni en el iPad. Y sin embargo, conversaciones con desarrolladores externos y con la propia Adobe revelan una historia muy distinta: Adobe no gana dinero con Flash, gana dinero con las herramientas para desarrollar contenido para Flash. La empresa lleva tiempo siendo oportunista respecto a pasarse a cualquier plataforma que sea la preferida de los desarrolladores.

“Adobe no puede decidir qué tecnología usa la gente”, afirma Devin Fernandez, director de producto del grupo Web Pro de Adobe. “Pero sabemos que lo que podemos hacer es optimizar nuestras herramientas para lo que la gente las quiera usar”, añade.

Cuando se trata de apuntarse a la tecnología más en boga, “Yo diría que tienen un buen historial en ese sentido”, asegura Martijn Laarman, desarrollador senior en el estudio de desarrollo de webs holandés Poort80. Flash empezó siendo FutureSplash, que se creó para competir con el plug-in Shockwave de Macromedia. Más adelante Macromedia compró FutureSplash, desechó Shockwave y éste fue adquirido a su vez por Adobe.

La predisposición de Adobe a construir la plataforma Edge se debe en gran medida a clientes que quieren hacer sus webs compatibles con el iPad, que no acepta Flash, apunta Fernandez. El software de Edge empezó a desarrollarse por una petición de ayuda por parte de Disney para recodificar su web para el iPad.

Fernandez y Mark Anders, socio de Adobe, explican que una compleja barra de navegación en Flash que recorre la parte superior de la web de Disney resultó especialmente difícil de reproducir usando HTML, CSS y JavaScript. Animaciones realizadas usando los estándares HTML5, CSS y SVG no funcionaron. El nuevo elemento Canvas de HTML5, que proporciona una forma de codificar gráficos y contenido interactivo, tampoco estuvo a la altura de las circunstancias. “La única tecnología que podíamos usar que funcionara de forma fiable en estos distintos retos fue JavaScript”, comenta Anders.

Los resultados de estos experimentos se convirtieron en la espina dorsal de Edge, que consigue animaciones creadas usando su interfaz en JavaScript y CSS. El código resultante puede añadirse entonces a una parte distintiva de una página web. “Una cosa con la que tuvimos mucho cuidado fue no estropear el código HTML de la gente”, afirma Anders. Edge también permite a los programadores editar el código HTML5 subyacente para la animación.

Laarman sostiene que es discutible que HTML5 vaya a sustituir a Flash en el caso de aplicaciones de alta gama como los juegos. Afirma que no está convencido de que el estándar SVG de HTML5, un análogo más directo de Flash, “realmente llegue implantarse en todos los buscadores y funcionar igual de bien para animación que Flash”.

Pero los juegos no son todo lo que está en juego. Aparte de streaming de vídeo, para lo que más se usa Flash en internet es la publicidad. Edge podría acelerar la llegada de anuncios animados válidos tanto para los aparatos iOS, en los que Flash está ausente, como para los que lo bloquean. Fernandez apunta que los anuncios “son claramente el primer objetivo de la herramienta porque son bastante claros en términos del flujo de trabajo y del contenido con el que trabajaríamos”.

“La gente dice que Flash morirá y no habrá anuncios”, explica Hilwa. “Pero, ¿de veras lo creen? El hecho es que la mayor parte de la web es rentable gracias a los anuncios. Con el tiempo, la publicidad podría pasarse a HTML5.

Apoyar HTML5 sí presenta un reto clave para Adobe. Adobe controla Flash, pero no controla el estándar HTML5, que pone a Edge en un terreno de juego igualado con otras herramientas de desarrollo de HTML5, afirma Hilwa. Esto da a Adobe todos los incentivos para convertir a Edge en la mejor plataforma que existe, sean cuales sean las consecuencias para Flash.

“Hay una necesidad imperiosa de más herramientas de creación para HTML5 y compañía, así que la aparición de Edge me parece emocionante”, cuenta Chris Messina, experto en experiencias de usuario en Google. “En general, creo que esto es algo fantástico para la web como plataforma”, opina Messina.

“Hubo un momento en el que todos los menús animados estaban en Flash y luego la gente se enteró de cómo hacerlos en HTML”, explica Anders, quien también señala que antes de que se desarrollaran nuevos estándares para web, Flash era la forma original de crear la experiencia al estilo de las aplicaciones que ahora damos por hecho. “Así que, en cierto sentido, Flash fue víctima de su propio éxito, porque creó cosas fantásticas y la gente dijo: ‘nosotros también queremos hacer eso’”, sentencia Anders.

Copyright Technology Review 2011.

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