Barack Obama es presidente de Estados Unidos, pero Dustin Davis es el alcalde de la Oficina Oval, al menos en el mundo de Foursquare. Davis, de 30 años, también es alcalde del Pentágono, donde trabaja como especialista en tecnología de la información y de la Llama Eterna de John F. Kennedy en el Cementerio Nacional de Arlington, por la cual pasa con frecuencia cuando va a su trabajo.
"Ser alcalde de la Oficina Oval otorga derechos de presumir muy significativos", dice Davis.
Los derechos de vanagloriarse son el premio mayor en Foursquare, una mezcla de juego en línea y red social que está creciendo rápidamente y que da a personas normales un status virtual. Usando el sistema de posicionamiento global (GPS) presente en la mayoría de los teléfonos móviles, los usuarios se registran o hacen check-in en restaurantes, tiendas y otros edificios que frecuentan o por los que simplemente pasan, dando a las empresas la oportunidad de inundarlos con descuentos y premios. Los usuarios también hacen check-in en lugares exclusivos por los que solamente pasan de largo.
Los casi 4 millones de subscritos en Foursquare, que se creó hace 20 meses (incluyendo un millón que se han unido en las últimas seis semanas) juegan para ganarse el título de "alcalde" de un lugar en particular lo que pueden lograr realizando la mayor cantidad de check-in en los últimos 60 días.
Los comerciantes ven en este juego una forma de estimular visitas y premiar a sus consumidores más leales. El centro comercial MarketFair en Princeton, Nueva Jersey, designó un lugar de estacionamiento privilegiado como "El lugar de parqueo del alcalde de Foursquare". En el primer miércoles del mes, el alcalde del hotel W de Montreal recibe valet parking, un tratamiento en el spa o una noche gratis en el hotel.
Los ejecutivos publicitarios han puesto la mira en el potencial que tiene Foursquare para hacer un marketing focalizado. En este momento, sin embargo, su cantidad de miembros es demasiado baja para varias marcas, dice Frank Desiderio, director asociado de gestión de tecnología en OgilvyOne Worldwide. "Pensamos que hay mucho potencial pero los números todavía no están ahí", afirma.
Muchos jugadores de Foursquare son dedicados y competitivos. Lo usan para saber dónde están sus amigos y para acceder a algunas ofertas especiales. La mayoría son conocedores de la tecnología y saben que están revelando sus patrones de consumo a las empresas. Lo que para ellos es juego para otros son datos y estadísticas. Aún así, juegan.
El mes pasado, la cadena de comida rápida Arby's lanzó una promoción en Foursquare ofreciendo a los alcaldes de 37 localidades, desde Evansville, Indiana hasta Huntsville, en Alabama, un asiento reservado en la "mesa del alcalde" y un descuento de 50% en la cuenta. Para Arby's es una oportunidad de implementar un programa de fidelidad y probar nuevos productos utilizando una infraestructura por la cual no pagó.
"Esto representa la intersección de la conversación que se da en los medios sociales y de la cual queremos ser parte y el objetivo en el mundo real que las operaciones minoristas desean", dijo Bob Kraut, uno de los vicepresidentes de Arby's Restaurant Group Inc.
Los usuarios de Foursquare piden permiso para seguir a otros de la misma forma que hacen en Facebook y en otras redes sociales. Compiten para conseguir insignias, ganando, por ejemplo, una de Gym Rat luego de haber reportado 10 check-in en 30 días.
Algunas insignias son patrocinadas. Los jugadores que siguen a Mazda pueden ganar el distintivo del fabricante de autos y posiblemente un nuevo carro. Los Washington Redskins recientemente anunciaron que toda persona que siga al equipo de fútbol americano en Foursquare y haga check-in en el estadio o bares designados durante los partidos puede optar para un premio: asientos, pases o un encuentro con la mascota de uno de los patrocinadores.
Las insignias auspiciadas son la única fuente de ingresos de Foursquare, dice Tristan Walker, de 26 años, graduado hace poco de la Escuela de Negocios de Stanford y jefe de desarrollo empresarial de la compañía.
Los patrocinios son diseñados para ajustarse a los objetivos de una marca, dice, aunque declinó decir cuánto costaban. Pero agregó que lo que es más valioso para los pequeños negocios es la oportunidad de cultivar la lealtad de los clientes.
Margen para la trampa
Michael Arrington, el fundador del sitio web Tech Crunch (que AOL Inc. compró recientemente por alrededor de US$30 millones) fue hasta hace poco el alcalde de la sede principal de Facebook, en Palo Alto, California. Vive en Seattle y no ha visitado las oficinas de Facebook en años. Pero el ejecutivo consiguió que un programador le escribiera un código que se saltara los requerimientos de proximidad de Foursquare. Arrington, de 40 años, dice que es emocionante burlar a Foursquare y ni que hablar de Facebook. Sin embargo, no le trajo muchas ventajas. "Siento que debería haber recibido opciones de acciones por ser alcalde de Facebook", dijo Arrington.
La semana pasada, Foursquare instituyó nuevas reglas: una compañía puede despedir a su alcalde si cree que ganó su título haciendo trampa. Arrington fue depuesto.
Los alcaldes de los dos restaurantes Luke Lobster's en Nueva York reciben un descuento de 10% y sus fotos son exhibidas en pantallas de televisión en la pared. "Cuando entro todo el mundo me saluda por mi nombre", dice Sara Davis, alcalde del local ubicado en la parte norte de Manhattan. ¡Es divertido! ¡Me siento como el alcalde (de Nueva York, Michael) Bloomberg!
Con respecto al gobierno Obama, cuando se le preguntó sobre la pretensión de Davis de la alcaldía de la Oficina Oval, el vicesecretario de prensa Bill Burton dijo en un correo electrónico: "Pienso que obtendría un mejor resultado si contacta a un portavoz virtual para esta pregunta".
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