viernes, 14 de octubre de 2011

Cómo ofertar potencia de computación


Una serie de nuevos intercambios en línea tienen por objeto que el tiempo de uso de un ordenador se convierta en una mercancía internacional.

Imagina que compras tiempo en un ordenador en Irlanda o en Indiana, de la misma forma que haces una oferta por una antigüedad en eBay. Esa es la forma en la que una nueva cosecha de start-ups, que ofrecen un servicio llamado "corretaje en la nube", planean cambiar el modo en que las empresas compran y venden capacidad de computación.
La computación en la nube ya ha logrado que el acceso a la potencia de cálculo sea más eficiente. En lugar de comprar ordenadores, las empresas pueden ejecutar sitios web o software mediante el alquiler de tiempo en centros de datos administrados por proveedores como Amazon o Microsoft. La idea detrás del corretaje en la nube es llevar la eficiencia de la computación en la nube un paso más allá gracias a la creación de un mercado global donde se pueda comprar y vender capacidad de cálculo como en una subasta.
Estos mercados ofrecen tarifas con grandes descuentos, y también pueden ofrecer beneficios financieros a compañías que gestionen centros de datos en la nube, algunos de los cuales están al borde del exceso de capacidad. "Cuanto más se utilicen tus servicios como proveedor [en la nube]... más rápido será el retorno de la inversión hecha en el hardware", afirma Reuven Cohen, fundador de Enomaly, una empresa con sede en Toronto (Canadá) que en febrero pasado lanzó SpotCloud, el primer mercado de computación en la nube.
En SpotCloud, la potencia de cálculo puede comprarse y venderse como si fuera café, soja o cualquier otra mercancía. Sin embargo, los compradores deben ir con cuidado, ya que a diferencia de comprar tiempo de computación con Microsoft, las compras en SpotCloud no ofrecen muchas garantías contractuales. No hay ninguna garantía de que los ordenadores no vayan a sufrir un corte de luz, y los vendedores pueden incluso optar por ocultar su identidad en una subasta ciega, así que los compradores no siempre saben si están comprando capacidad de compra de un proveedor establecido o una start-up recién creada.
"Para mucha gente resulta atractivo obtener capacidad en la nube por muy poco dinero, conseguirla de inmediato y dejar de usarla con la misma rapidez", afirma Jeffrey Kaplan, director gerente de la consultora ThinkStrategies. "Sin embargo, el temor posterior viene dado por la carga que impone a los clientes para asegurar su éxito, seguridad y manejabilidad".
En la actualidad, según Cohen, 1.300 empresas se han inscrito para vender potencia informática en SpotCloud (otras 2.100 se han registrado como compradores). En un momento dado los vendedores ofrecen el equivalente de potencia informática a 100.000 servidores con 400.000 gigabytes de memoria de cómputo. Para poner esto en perspectiva, AT&T posee solo algo más de 20.000 servidores.
Entre los vendedores que actualmente ofrecen capacidad de cómputo en SpotCloud está Domicilium, una empresa de alojamiento que ha construido un centro de datos de 1.800 metros cuadrados en la Isla de Man, un paraíso fiscal en las costas irlandesas. Cohen señala que recientemente recibió una llamada de un centro de datos que transmite partidos de fin de semana para una liga de deportes importante en Estados Unidos. El problema: "la mayoría del tiempo los servidores del proveedor están cruzados de brazos", afirma. "Estamos hablando de decenas de miles de servidores que no hacen nada de lunes a viernes".
Tipos de intercambios como los producidos en SpotCloud aún no están atrayendo a grandes empresas de comercio electrónico a la búsqueda de formas de ejecutar software o sitios web de importancia crítica. En su lugar, los compradores están en el extremo inferior del mercado -empresas a la búsqueda de centros de datos en el extranjero para probar aplicaciones que requieran una localización específica, o para ejecutar a bajo precio las así llamadas operaciones de computación por lotes-. Según Cohen, el volumen diario de comercio asciende a "varios cientos" de gigabytes de memoria informática.
Otro desafío al que se enfrentan los intercambios es que los diferentes servicios en la nube adquiridos de ese modo no necesariamente funcionan juntos. Kaplan afirma que tratar de construir un entorno de computación a partir de una mezcolanza de ordenadores remotos presenta un "desafío a la gestión" que requeriría a las empresas invertir fuertemente en software para supervisar y administrar esos recursos.
Varias compañías están buscando construir intercambios que permitiesen ser subastados y garantizasen la interoperabilidad entre ordenadores de distintos fabricantes. ComputeNext, una start-up con sede en Seattle, afirma que está desarrollando un software que permitirá la comunicación entre grupos de ordenadores en la nube. Del mismo modo, ScaleUp Technologies en Alemania está trabajando en un software llamado "Federated Cloud", que permitiría a los usuarios vender capacidad de centros de datos diferentes en distintas regiones y a través de una única interfaz.
Copyright Technology Review 2011.

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