lunes, 21 de junio de 2010

Advierten la conveniencia de invertir en emprendedoras pobres

En los países latinoamericanos, por ejemplo, donde hay muchos trabajadores emigrantes, las mujeres suelen quedarse en su lugar de origen cuidando a sus familias y trabajando como peluqueras, artesanas, cocineras o niñeras.

Esas trabajadoras casi siempre forman parte de la economía informal, vendiendo lo que hacen en mercados informales. Para ayudarlas a pasar a integrar la economía formal, INSEAD participó del recientemente creado “programa de las 10.000 mujeres”.

El programa fue iniciado en marzo 2008 por Goldman Sachs, que está donando US$ 100 millones (o US$ 1.000 para cada una de las 10.000 mujeres) en cinco años. El dinero ayudará a mejorar las habilidades para manejar un emprendimiento en mujeres de 16 países dándoles acceso a educación comercial y gerencial de primer nivel.

Las estudiantes se anotan en programas certificados diseñados localmente y con duración que va desde cinco semanas a seis meses e incluyen materias como marketing, contabilidad, investigación de mercado, redacción del plan de negocios, planeamiento estratégico, capital e e-commerce.

Los programas se proponen ayudar a abrir puertas a mujers cuyas circunstancias financieras y prácticas normalmente les impedirían recibir una educación comercial tradicional.

Los participantes

La iniciativa 10.000 mujeres se basa en investigaciones realizadas por Goldman Sachs, el Banco Mundial y otras instituciones, que sugieren que este tipo de inversión puede aumentar ingresos y hacer crecer los negocios de las mujeres generar familias más sanas, mejor educadas y comunidades más prósperas.

Además de INSEAD, más de 30 de las principales escuelas de negocios del mundo participan en el programa, entre ellas, Harvard Business School, Wharton School de la Universidad de Pennsylvania, University of Oxford Said Business School. La Indian School of Business, Tsinghua University School of Economics and Management y la Fundacao Dom Cabral en Brasil.
Socios no académicos en el programa incluyen a Ashoka, Vital Voices y el International Centre for Research on Women.


La demanda


Se generó mucho interés de parte de mujeres de todo el mundo por entrar al programa. La primera clase en Brasil tuvo 800 solicitudes para 80 posiciones. Cien mujers brasileñas entraron al programa el primer año, que comenzó en noviembre.

El programa es gratis para las mujers elegidas. En Brasil se elegirá un total de 500 mujeres. Para ser aceptadas, las candidatas deben haber manejado un negocio propio durante por lo menos dos años y haber terminado la escuela secundaria.

Como sólo alrededor de 14% de las emprendedoras brasileñas tienen estudios universitarios y 30% no ha terminado siquiera la escuela primera, el programa no está restringido a mujers diplomadas y conocimiento de idioma inglés.

Preguntas interesantes

Sin duda, el programa de las 10.000 mujeres tendrá un impacto importante en las vidas de las seleccionadas, y en la de sus familias y comunidades, en Brasil y otros países en desarrollo en el mundo.

Pero los efectos podrían ir mucho más lejos. Mientras el programa está destinado a los mercados emergentes, también crea sociedades entre escuelas de negocios en Europa y Estados Unidos con escuelas de mercados emergentes. A medida que se desarrollan y fortalecen esas sociedades. Las escuelas tendrán mucho que aprender unas de otras.

El programa plantea también preguntas sobre el rol de las escuelas de negocios hoy.

“Nos obliga en Estados Unidos y Europa”, dice Lourdes Casanova, profesora del INSEAD, “a formularnos algunas preguntas interesantes. “¿Cuál es el propósito de una escuela de negocios? ¿Es simplemente educar a la elite? ¿Cuál es nuestra contribución a la sociedad, porque este tipo de público también existe en nuestros países. ¿Y cómo hay que valorar el éxito? Para muchas de estas mujeres emprendedoras a veces el sólo hecho de sobrevivir es un éxito suficiente”.

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