miércoles, 30 de noviembre de 2011

Celulares en la escuela: experiencias en educación móvil

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Por: Alejandro Castro Santander / El Sol Diario OnLine

    "La integración de las TIC en la institución escolar ha sido, es, y probablemente seguirá siendo, motivo de debate y de diseño de distintos escenarios, algunos de los cuales hoy pueden parecer de ciencia ficción". (La integración de las Tecnologías de la Información y la Comunicación en los Sistemas Educativos, IIPE, Unesco, 2006). 

INTEGRAR LA TECNOLOGÍA MÓVIL, PERO ¿CÓMO? Hemos visto a lo largo de estas notas, cómo poder dominar las nuevas tecnologías se transforma en un aprendizaje indispensable para toda persona en la sociedad de la información, pero también reflexionamos sobre la dificultad que se observa en los sistemas educativos, al tener que tomar decisiones acerca de la inclusión inteligente de las TIC que necesitan las nuevas generaciones digitales. 

    La sociedad de la información no puede existir sin educación. Tecnología móvil, computación móvil, telefonía móvil son términos genéricos para describir las capacidades que permiten comunicación electrónica de manera no cableada, lo que facilita la comunicación entre puntos remotos y en movimiento. En la actualidad, se asocia a los servicios y dispositivos que permiten comunicación de voz, datos y capacidad de procesamiento en terminales. 

    Es interesante observar las ocho formas de integración y uso de la tecnología en el aula que describe Christopher Moersch (1995), en los que se trata de avanzar de niveles de exploración o toma de conciencia hacia otros de inclusión, expansión, integración y refinamiento: - Nivel 0. No uso: caracterizado por una supuesta falta de acceso a la tecnología o falta de interés en buscar una aplicación útil. 

    Existen también instituciones educativas que no alientan su inclusión, como es el caso de los Colegios Waldorf, que se encuentran en la zona de Silicon Valley (el mayor centro tecnológico del mundo). Estas instituciones, a las que asisten los hijos de los empleados que trabajan en las grandes empresas de informática, rechazan completamente el uso de las nuevas tecnologías para el aprendizaje. Su proyecto educativo explicita que la enseñanza es una experiencia humana, y la tecnología es una distracción que no ayuda ni en la enseñanza ni en el aprendizaje. 

- Nivel 1. Conciencia: el uso de las TIC se hace fuera de las aulas, por ejemplo, en laboratorios especiales, y las aplicaciones disponibles tienen poca relevancia con relación al programa de enseñanza de cada profesor.

 - Nivel 2. Exploración: las herramientas tecnológicas sirven como un complemento a los programas de los docentes (juegos educativos o simulaciones).

 - Nivel 3. Inculcar: las herramientas tecnológicas potencian la enseñanza del docente, a través del uso de bases de datos, hojas de cálculo o aplicaciones multimedia para analizar resultados o compartir datos entre escuelas. 

- Nivel 4a. Integración mecánica: las TIC se integran mecánicamente, lo que enriquece la comprensión de los estudiantes de los conceptos, temas y procesos, con una fuerte dependencia de materiales que no son de producción propia. 

- Nivel 4b. Integración rutinaria: los docentes pueden crear fácilmente unidades integradas con poca intervención de recursos externos. 

- Nivel 5. Expansión: el acceso a la tecnología se extiende más allá del aula para ampliar las experiencias de los estudiantes hacia aprendizajes en el contexto real (aprendizaje situado) o para la solución de problemas. 

- Nivel 6. Refinamiento: La tecnología es percibida como un proceso o producto para la solución de problemas reales y complejos. Los estudiantes tienen fácil acceso y una comprensión completa de una amplia gama de herramientas TIC para realizar cualquier tarea. Esta diversidad de niveles describe las formas en que se pueden integrar las TIC a la formación, pero, al mismo tiempo, pone en evidencia el gran desafío que deben asumir los responsables de políticas y quienes gestionan las instituciones educativas. 

    Tomar la decisión acerca del nivel de integración, precisa de la capacidad de evaluar de manera competente la realidad para que la elección sea viable y pertinente. Los errores que se cometen en esta etapa frustran luego futuras iniciativas e intentos de innovación. 

DEL E-LEARNING AL M-LEARNING. Las Tecnologías de la Información y Comunicación han revolucionado la vida del ser humano en distintos aspectos y el ámbito educativo no ha sido una excepción. El aprendizaje móvil (mobile learning o m-learning) es definido como la impartición de educación y formación por medio de dispositivos móviles, tales como iPods, iPads (2010), smartphones (teléfonos inteligentes) y celulares. Se considera una evolución natural del e-learning o aprendizaje electrónico, diferenciándose de ese en que el uso de la tecnología móvil confiere flexibilidad al aprendizaje, dado que los estudiantes pueden aprender en "cualquier momento y en cualquier lugar". 

    E-learning hace referencia al uso de tecnologías de internet junto con una metodología de transmisión de conocimientos y desarrollo de habilidades centradas en el sujeto que realiza un proceso de aprendizaje. El término alude a diferentes tipos de educación a distancia impartida por medio de internet, desde los cursos de formación continua o formación permanente en el ámbito empresarial, hasta las enseñanzas impartidas en universidades y otros centros de educación superior. 

    M-learning es la combinación de e-learning y de las tecnologías móviles para proporcionar a los estudiantes oportunidades para enriquecer su aprendizaje. En este sentido, m-learning no es un substituto del e-learning, es su complemento. La historia del e-learning nos debe servir para evitar caer en los mismos errores que experimentamos con el m-learning. 

    En general, podemos aceptar que la actitud que desencadenó la formación basada en las Tecnologías de la Información y Comunicación y el e-learning fue la de "tenemos computadoras, vamos a usarlas para enseñar" y aunque, en principio, esta afirmación era razonable, muchos sufrieron una gran decepción, con cursos extensos y aburridos, profesores desinformados y la incertidumbre acerca de cómo incluir lo aprendido en una escuela que aún trabajaba con las herramientas tradicionales de formación. 

    Pasó bastante tiempo hasta que la computadora pudo integrarse y mostrar su potencial. La actitud actual es: "Tenemos celulares, hay que usarlos para enseñar". Pero, una vez más debemos ser cautelosos, ya que es muy fácil dejarse seducir por el m-learning. Celulares inteligentes y tabletas, como el iPad, ofrecen un nuevo método de consumir contenidos formativos de forma dinámica y atractiva. 

    Sin embargo, simplemente dar la posibilidad de m-learning a estudiantes que no se encuentran preparados, la experiencia indica que no va a funcionar. Esta es una de las principales lecciones que aprendimos del e-learning: se debe presentar de forma adecuada y con amplio material didáctico y de calidad, reforzando e incorporando conocimientos entregados por otros métodos. 

    Si algo nos ha enseñado el uso de las TIC en la formación, es que la tecnología es sólo un facilitador en el proceso educativo. Puede mejorar el acceso e incrementar su eficacia, rapidez y productividad en lo que se refiere a mecanismos de entrega de información y oportunidades para aprender. Pero, debemos respondernos antes: ¿qué lugar ocupan las TIC en el Proyecto Educativo de la Institución?; ¿qué formatos educativos prefieren los alumnos?; ¿qué conocimientos digitales traen?; ¿qué motivación tienen para adquirir esa formación? y ¿cómo puede la tecnología ayudarles en ese proceso? 

    Luego de tener claros los "qué", buscar que la nueva tecnología sea: a) Fácil de utilizar, ya que una aplicación que sea compleja o no guarde relación directa con el entorno será rápidamente abandonada. b) Participativa: La formación eficaz requiere participación. El e-learning empezó a ganar seguidores cuando incorporó video, y mucho más lo será la posibilidad que da el m-learning al permitir llevarlo en el bolsillo. Si a esto le sumamos las redes sociales, la motivación necesaria para incluir con éxito estas tecnologías interactivas está asegurada. 

EL APRENDIZAJE MÓVIL EN ACCIÓN. El m-learning es un concepto nuevo en el ámbito pedagógico, ya que, entre el 2002 y el 2006, comenzaron a aparecer estudios que indicaban que las tecnologías que soportan el aprendizaje móvil se estaban expandiendo y comenzaban a ser comunes en una gran variedad de ámbitos de aprendizaje. Así, esta forma de aprender se genera cuando sacamos todo el potencial de los dispositivos móviles, transformando cualquier lugar en un espacio para adquirir conocimientos. 

    La educación móvil agrega elementos únicos al aprendizaje, permitiendo el desarrollo de experiencias centradas en el estudiante. Las posibilidades educativas van desde situaciones sencillas de carácter comportamental, realización de grabaciones de video y audio aplicadas a un contenido educativo –pudiendo difundir luego este con tenido a través de las actuales redes sociales– hasta aplicaciones más complejas y específicas, como pueden ser los actuales diccionarios, traductores o conversores de unidades de medida que ya incluyen muchos celulares. 

    Tal vez la mayor motivación para el alumno y los docentes sea que permite abrir la educación a todos los aspectos de la vida y unir los diferentes contextos educativos formal, no formal e informal. Los profesionales de la educación necesitan comprender paulatinamente qué será posible aplicar de los recursos disponibles de la telefonía móvil a su práctica pedagógica y qué deberá ser cambiado o adaptado para conseguir incorporar y explotar del mejor modo esos recursos. 

    Es un proceso necesario y precisa un cierto tiempo, incluso, de experimentaciones, ya que en la formación del educador, el uso de recursos de las Tecnologías de la Información y Comunicación no ha sido tratado adecuadamente en la formación inicial y menos actualizada en sus prácticas pedagógicas. Durante el 2003 se investigó la formación e instrucción de profesores finlandeses, utilizando la tecnología móvil en el aula. Una de las primeras ideas fue que si 98% de los estudiantes universitarios de Finlandia era propietario de celulares, la educación móvil era posible. 

    En el estudio utilizaron SMS (mensajes de texto cortos) e imágenes, que almacenaron en un servidor central. Los alumnos podían descargar el material en cualquier momento para su revisión y estudio. Los profesores consideraron como segunda característica ventajosa la posibilidad de tomar notas en cualquier momento y la capacidad para trabajar los contenidos durante el tiempo que diariamente dedicaban al desplazamiento en tren, autobús, etcétera. 

    La conclusión fue que m-learning poseía gran cantidad de ventajas, y que la nueva tecnología tenía un lugar asegurado en los futuros modelos de enseñanza. En Japón se usa habitualmente la navegación web a través de teléfonos móviles, PDA y otros dispositivos portátiles y la población está acostumbrada a ello. En un estudio realizado en el 2005, los investigadores Thornton y Houser evaluaron los resultados de aprendizaje alcanzados sobre el material de clase, usando celulares.

    Los resultados fueron reveladores, ya que se observaron mejoras en las puntuaciones de entre 35% y 75%, con respecto a los mismos materiales en papel. Los investigadores señalaron que las conexiones web y las tarifas de acceso desde los celulares en Japón son habituales y de bajo costo, lo que permite que la distribución de material educativo a través de ellos sea un proceso relativamente fácil. 

    Concluyeron que la interactividad que permiten para acercarse al contenido y compartirlo aparece como un método de enseñanza superior en comparación con las páginas web tradicionales. Estas convicciones sobre el uso educativo de la comunicación móvil lleva a que, en abril del 2007, se inaugure la Cyber University en Japón, donde todas sus materias se dictan por internet, incluidas asignaturas que pueden cursarse vía teléfono celular. 

    En numerosos artículos sobre las posibilidades de los dispositivos móviles, los autores destacan cómo, después de un período inicial de formación y aclimatación, los estudiantes manifiestan que pueden escuchar las materias en el momento que deseen y valoran mucho el hecho de que la información está disponible aún cuando están lejos de sus lugares físicos de estudio o trabajo. 

    En Carolina del Norte (EEUU) se debate sobre los efectos del celular en los exámenes de álgebra en el caso de alumnos de bajos recursos. A partir del caso en el que los estudiantes filman la resolución de problemas matemáticos y luego difunden el video en su red social, 25% de los estudiantes mejoraron en sus evaluaciones. En el mismo sentido, se analiza acerca de la conveniencia del uso de la cámara fotográfica y grabadoras incorporadas al celular, para explicar trabajos en grupo o para utilizar en las exposiciones orales, que una vez registradas son enviadas al archivo del profesor para su calificación. 

    Recientemente, en EEUU, alumnos de diferentes escuelas de las ciudades de Austin, Chicago y Boston tienen clases de Biología, Matemática, Química, Ciencias y Estadística a través de sus teléfonos celulares. Son actividades denominadas de "simulaciones participativas", donde estudiantes reciben un contenido del profesor a través del teléfono móvil y pasan a interactuar con él, enviando en seguida a los colegas sus intervenciones. 

    Una de las experiencias masivas puede observarse en el servicio Kantoo for All, lanzado recientemente en Perú por Movistar, a partir del cual los usuarios pueden practicar inglés a través de mensajes de texto interactivos, sin importar el lugar en el que se encuentren y a bajo costo. Este servicio marca el primer paso para el desarrollo de la educación móvil a través de celulares en esta nación andina. 

    Una propuesta similar es el Proyecto BBC Janala (ventana). Esta iniciativa aprovecha la tecnología multimedia para ofrecer una manera de aprender inglés a millones de personas en la comunidad de Bangladesh, a través de los celulares, internet y la televisión. Su fecha de inicio fue noviembre del 2009 y, un mes después del lanzamiento, ya se habían realizado más de 750 mil llamadas con el servicio de telefonía móvil. En Bangladesh existen más de 50 millones de usuarios de celulares y el número va en aumento. 

    Al marcar 3000 cualquier usuario pueden tener acceso a cientos de lecciones y el contenido se actualiza semanalmente y provee a todos los niveles de experiencia, con Inglés básico, para principiantes; Pronunciación, para los intermedios, y Vocabulario en las noticias, para los más avanzados. Para hacer que las clases sean económicas, la BBC Janala se unió a los seis operadores de telefonía móvil de Bangladesh que accedieron a reducir el costo de las llamadas al servicio hasta en 75%. (http://youtu.be/6nWVKsPSV4Q). 

    Otra experiencia educativa de m-learning es la realizada en el colegio secundario Rolf Deubelbeiss, de Suiza, en el marco del Handy Project. Participaron 60 alumnos, utilizando sus celulares para la producción de material educativo y un weblog, creado y administrado por el docente. Los estudiantes eligieron libremente la asignatura de mayor interés para cada uno y el formato digital más adecuado para producir micro-contenidos que, inicialmente, eran registrados en el celular y luego enviados vía bluetooth al teléfono del docente, quien los revisaba y enviaba a la computadora, para subirlos al blog del proyecto. 

    En Costa Rica, el Ministerio de Educación está impulsando un proyecto para la evaluación de 18 mil alumnos a través de sus teléfonos celulares, que también contemplará un sistema para informar sobre la presencia de docentes y estudiantes. La empresa de telefonía celular Tigo dará soporte a la iniciativa como parte de su programa de Responsabilidad Social. 

    El programa es una consulta acerca de la calidad educativa, y la plataforma tecnológica permitirá la construcción, ejecución y envío de las preguntas y respuestas, utilizando los teléfonos celulares. En una etapa posterior se gestionará que los padres reciban información de la escuela en sus teléfonos celulares. Una iniciativa similar se realizó en mayo de este año en 300 instituciones educativas de Paraguay a estudiantes de primero, segundo y tercer año. 

    En este caso se tomaron pruebas piloto, utilizando los teléfonos celulares de los estudiantes como herramienta. El objetivo fue recabar información respecto del aprendizaje en el aula (Lengua, Literatura castellana y Matemáticas), y las evaluaciones de carácter diagnóstico no tuvieron influencia en la calificación de los alumnos. Las preguntas se enviaron como mensajes de texto con ítems de selección múltiple. Los alumnos luego enviaron las respuestas también como mensaje de texto. 

    En una segunda etapa, las autoridades aplicarán una nueva evaluación para monitorear el avance del aprendizaje y, al finalizar el año lectivo, otra con el propósito de verificar el aprendizaje de los estudiantes en temas específicos del currículo correspondiente al curso. En Irlanda se está realizando un proyecto de aprendizaje de la lengua original irlandesa, a través de la telefonía móvil. 

    El objetivo era promover el interés de los alumnos por la lengua irlandesa, desarrollar sus habilidades comunicativas e incrementar el uso de las cuatro competencias básicas –lectura, escritura, habla y escucha– en dicha lengua. Para esto, se creó un sistema de contenidos con muchas frases y plantillas basadas en mensajes de texto que fueron utilizados por 200 jóvenes. 

    La iniciativa también investigó de qué manera los teléfonos celulares podían servir a los docentes para la evaluación de los estudiantes y a los estudiantes en su propia autoevaluación, ya que se resolvió que, al menos, la tercera parte de la evaluación de los aprendizajes se realizaría por ese medio. La tecnología fue provista por teléfonos que usaran llamadas convencionales y aplicaciones sms, chat, laptops y un software de administración relativamente simple.

    La evaluación inicial fue muy positiva, y el proyecto se extenderá a otras estrategias educativas. Los estudiantes manifestaron un aumento en la motivación, mejoraron sus competencias y aumentaron su confianza y autonomía en el aprendizaje. Chile cuenta con el primer servicio de biblioteca móvil de América latina, impulsado desde una institución de educación superior, DuocUC, una fundación educacional chilena creada por la Pontificia Universidad Católica de Chile. 

   Los servicios que ofrece son: buscador (de libros, revistas, videos, etcétera), renovación, reserva, acceso a libros y revistas en texto completo, guías de clases y nuevos libros incorporados a las bibliotecas, entre otras cosas. Se puede ingresar desde un celular en http://m.biblioteca.duoc.cl. En Sudáfrica se está desarrollando el proyecto Kontax m4lit, una iniciativa de alfabetización orientada a jóvenes, que impulsa el especialista evangelista Steve Vosloo. 

    Consiste en la construcción de una novela interactiva bilingüe (en inglés y xhosa) escrita con teléfonos móviles, para mejorar sus competencias de lectura y escritura (en www.m4lit.wordpress.com). Esta nación africana posee otro proyecto similar en la Universidad Tecnológica de Durban (DUT): M-Ubuntu, en el que participaron en su fase inicial (2009-2010) 60 profesores y 600 estudiantes. 

    El concepto zulú de "Ubuntu" sería: "Yo soy, porque nosotros somos", un significativo mensaje para proyectos de construcción colaborativa de conocimiento comunitario. DUT es la primera institución de Educación Superior en el país que buscó deliberadamente la idea del aprendizaje móvil a través del proyecto M-Ubuntu(www.mubuntu. org/). En España, un innovador proyecto es el que gestiona el Museo de Arte e Historia de Zarautz (Gipuzkoa). 

    Con el nombre de Aprendizaje del Patrimonio se propone una experiencia de innovación educativa basada en la integración curricular del m-learning para la enseñanza- aprendizaje del patrimonio y arqueología del Territorio Menosca. La experiencia educativa parte de la idea de crear contextos significativos y reales donde el aprendizaje sea relevante. 

    Para ello, se considera que el aprendizaje ocurre más eficazmente en un contexto real. Los programas didácticos o itinerarios están estructurados en tres momentos bien diferenciados: lo que se hace en la escuela antes de realizar la visita al Territorio, la propia visita o salida de campo y las actividades realizadas de nuevo en la escuela tras la visita realizada y como conclusión de la actividad.

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