Solicitar un producto a través de Amazon.com probablemente sea mejor para el medio ambiente que ir en coche al centro comercial. La videoconferencia es sin lugar a dudas mucho mejor que subirse a un avión. Google calcula que puede procesar 10.000 búsquedas con la misma cantidad de energía que gastaría un coche en recorrer cinco millas. Sin embargo, aunque es posible que las tecnologías de la información sean más verdes que las cosas que sustituyen, la huella de carbono de los centros de datos y de las redes informáticas de todo el mundo está creciendo tan rápido que ya rivaliza con la de la industria de la aviación, según varios estudios anteriores.
Con las tecnologías de la información están en camino de consumir dos billones de kilovatios-hora de electricidad a nivel mundial para el año 2020, algunas empresas del sector están tratando de suavizar el golpe. En su estudio "Cool It", publicado el mes pasado, el grupo ambientalista Greenpeace ha ordenado las 17 empresas de TI más grandes del mundo en función de sus "esfuerzos para crear innovaciones que requieran menos energía, mitigar su propia huella energética, y apoyar las innovadoras políticas climáticas y energéticas." El resultado pinta una imagen turbia del presente con algunos puntos brillantes para el futuro: todas las empresas menos tres consiguieron por debajo de 50 puntos sobre un total de 100. El informe concluyó que el sector en su conjunto se debe despertar para superar "los intereses arraigados de la energía sucia".
¿Quién se dedica a limpiar? La clasificación "Cool It" otorga puntos a las empresas de tecnologías de la información basándose en tres tipos de esfuerzos: proveer soluciones tecnológicas al cambio climático, reducir sus propias emisiones de carbono, y promocionar políticas públicas verdes. Fuente: Greenpeace
El informe elogió a Cisco, Fujitsu y Ericsson por sus esfuerzos para alimentar los centros de datos con energía renovable y crear nuevas tecnologías para cortar carbono. Sin embargo, los esfuerzos del sector TI tendrán un impacto mayor cuando las empresas comiencen a verse como un catalizador para el cambio en otras industrias. Si los vehículos eléctricos, edificios inteligentes, paneles solares y turbinas de viento son los ladrillos de la economía baja en carbono, el informe exclama, "entonces las tecnologías de la información son la argamasa que lo mantiene todo junto."
Ejemplos de este tipo de cambio incluyen la iniciativa de redes inteligentes de IBM y los esfuerzos de Google para financiar un cable submarino en la costa atlántica para conectar futuros parques eólicos en alta mar a la red. Sin embargo, Google fue penalizada en el informe por negarse a revelar su huella de carbono general. Mientras tanto, IBM se vio afectada por no defender las políticas públicas verdes. Greenpeace sugirió que algunas empresas de TI pueden ser reacias a hacerlo por temor a enojar a las grandes empresas eléctricas energéticas, las cuales son clientes importantes.
Sin embargo, trabajando con empresas de servicios públicos, constructoras, empresas de transporte y fabricantes de automóviles, el sector podría llevar a cabo cambios que reducirían drásticamente las emisiones globales de gases de efecto invernadero, al mismo tiempo que ahorrarían dinero y generarían un nuevo crecimiento. El año 2020, según un informe de la empresa sin ánimo de lucro The Climate Group, los cambios en TI podrían reducir las emisiones generadas por humanos en todo el mundo en hasta 7,8 millones de toneladas--prácticamente la cantidad de carbono emitido anualmente por toda China en la actulidad, o cerca del 15 por ciento de las emisiones totales que se esperaría si nada cambiara.
Incluso si esas cifras son exageradas, el punto está bien formulado. A medida que cada vez una mayor parte de la actividad humana pase a las redes de información, no debemos permitir que las torres de telefonía móvil y las estanterías de servidores se conviertan en las nuevas chimeneas.
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