Las primeras aplicaciones de comunicaciones de campo cercano están llegando al mercado, aunque los teléfonos que pueden utilizarlas siguen siendo una minoría.
Las aplicaciones móviles se han convertido en una mina de oro para los desarrolladores, permitiéndoles ganar dinero con todo tipo de utilidades, desde programas de productividad a juegos lanzando aves. En la actualidad, la industria del móvil quiere la ayuda de los desarrolladores para hacer que los teléfonos inteligentes sean aún más inteligentes.
Los fabricantes están buscando la forma de impulsar un sistema de comunicación de corto alcance conocido como de comunicaciones de campo cercano (NFC) en teléfonos. Esto es similar a los sistemas de identificación por radiofrecuencia (RFID) de los sistemas de tránsito, tales como la tarjeta Clipper de San Francisco o el sistema Oyster de Londres. Sin embargo, mientras que los sistemas RFID transmiten poco más que un código de barras electrónico, el NFC ofrece comunicación de dos vías y permite que los dispositivos interactúen de formas más complejas.
Algunos de los usos evidentes de estos sistemas—como los pagos móviles digitales—llevan en plena efervescencia desde hace varios años. Esta tecnología ya es común en Japón. Sin embargo en los EE.UU. y Europa, los fabricantes se han abstenido de incluir chips NFC en los teléfonos hasta que no se creen sencillas formas de usarlos. Mientras tanto, los fabricantes de software han esperado a que el hardware esté disponible antes de gastar dinero en el desarrollo.
Sin embargo, esto puede estar a punto de cambiar con la llegada de Gingerbread, la última versión del sistema operativo para móviles Android de Google. Gingerbread incorpora soporte para NFC, lo que no sólo facilita a los fabricantes incluir chips de campo cercano en los teléfonos, sino que también abre la tecnología a un grupo mucho más amplio de desarrolladores de aplicaciones.
Ya han surgido las primeras aplicaciones Gingerbread con soporte NFC, a pesar de que actualmente sólo un teléfono es compatible, el Nexus S de Samsung.
Esta aplicación es Taglet, un sistema de intercambio de información que permite a los teléfonos pasarse información entre sí acercando los dispositivos (imaginemos el intercambio de números con alguien con sólo un gesto del teléfono, o conseguir una guía de la ciudad en el teléfono con sólo deslizarlo delante de un cartel al aterrizar en el aeropuerto).
Otra posibilidad es la que ofrece EnableTable, un servicio de cupones de restaurantes desarrollado por una empresa del mismo nombre con sede en Greenwich, Connecticut. La empresa implanta chips NFC dentro de los menús de los restaurantes y las carpetas entregadas a los comensales al final de su comida. Los usuarios simplemente tienen que mover sus teléfonos sobre la cuenta para recibir cupones virtuales y ofertas que pueden canjear más tarde.
Kevin Gallagher, que inició EnableTable hace dos años con su esposa, Sheila, señala que la tecnología NFC se encuentra todavía en su infancia, aunque aquellos que se introduzcan en el campo antes que los demás tendrán ventaja cuando la tecnología se vuelva más popular. "Creemos que la NFC supone una perfecta oportunidad de cambio, algo que siempre es buena señal y supone un buen lugar para una startup", afirma. "Creo que veremos cómo [los fabricantes de hardware] apuestan en gran medida por crear sistemas novedosos y lanzan teléfonos con NFC".
Gallagher podría tener mucha razón. Junto con Android, varias otras empresas de telefonía están a punto de lanzar dispositivos con NFC. Nokia ha invertido desde hace tiempo en este área, y al parecer Research in Motion está trabajando en teléfonos NFC. Tal vez lo más importante es que hay rumores de que algunos de los prototipos del iPhone 5 de Apple incorporan la tecnología NFC. De hecho, el pasado verano Apple contrató a Benjamin Vignier, un experto en NFC, para dirigir sus productos de comercio móvil; la compañía también ha solicitado un número de patentes relacionadas con la tecnología de campo cercano.
Si una cantidad suficiente de nuevos dispositivos poseen capacidades NFC, entonces los teléfonos móviles podrían ser utilizados para tickets electrónicos, para pagos sin contacto, y la distribución de la identidad. Sin embargo algunos señalan que los tecnólogos de la invención y empresariales podrían anunciar una avalancha de innovadoras ideas. "Se ha dado una situación como la de la gallina y el huevo, aunque con el anuncio de Google y el hecho de que los mayores fabricantes incluirán chips NFC en sus teléfonos, la situación podría cambiar", señala Thomas Husson, analista móvil de Forrester Research.
Las áreas que están maduras para el desarrollo incluyen el marketing, como por ejemplo los programas de fidelidad de clientes, y juegos que impliquen una nueva forma de compartir datos. "Vamos a asistir a la creación de este ecosistema en torno a las aplicaciones NFC", advierte Husson. "Si los desarrolladores poseen las herramientas para innovar—y parece que así será—se darán progresos".
Sin embargo, el éxito está lejos de ser cierto. Las incursiones anteriores en el campo cercano han sido muy indecisas, y sólo un pequeño número de teléfonos han salido al mercado en los últimos años, creados por compañías como Samsung, LG y Motorola. Sólo Nokia ha dedicado una cantidad significativa de tiempo y dinero a la investigación de la NFC en los últimos años, y sus esfuerzos no han logrado crear impacto. Las redes parecen igualmente reticentes. En el Reino Unido, el operador de telefonía móvil O2 hizo unas pruebas mediante las cuales el móvil podía ser utilizado para pagos sin contacto con tarjetas de crédito y viajes en el metro de Londres, aunque el sistema no se prolongó más allá de la fase piloto.
Sin embargo, los analistas mantienen su optimismo en cuanto a las perspectivas de la tecnología: Juniper Research sugiere que uno de cada seis suscriptores de servicios inalámbricos poseerá un teléfono NFC en 2014. Y emprendedores como Gallagher en EnableTable afirman que, aunque el futuro de la tecnología sea incierto, los desarrolladores pueden desempeñar un papel crucial en su impulso hacia adelante. "¿Es una apuesta? Claro que lo es. Cada vez que se inicia un nuevo negocio, es un juego de azar", señala. "Pero sinceramente creo que es sólo cuestión de tiempo".
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