BitTorrent, RapidShare, Megaupload… son términos que ya no aparecerán en los resultados de búsquedas de Google si estas se realizan desde Estados Unidos con Instant. La compañía responde así a la petición de la industria audiovisual, que se impone a otro tipo de empresas sin legislación que intermedie, las de las páginas de descargas de contenidos (con o sin copyright).
Se trata de un par de medidas complementarias orientadas a impedir que los usuarios lleguen a través del buscador a páginas de descargas. Si el usuario está navegando con su cuenta de Gmail (es decir, con Google Instant funcionando), en sus resultados no aparecerá ninguna entrada con los términos censurados por la compañía. Y, como añadido, tampoco serán ofrecidos en la función autocompletar de la barra de búsquedas. Una medida muy parecida a la toma con respecto a la pornografía y al sexo.
Google no ha comunicado de forma oficial qué páginas de descargas va a censurar ni qué palabras clave están incluidas en esa lista. TorrentFreak recoge algunas como “BitTorrent”, “torrent”, “utorrent”, “RapidShare” y “Megaupload”. Todas las combinaciones de la palabra torrent han sido incluidas. También ha quedado fuera Xunlei, un cliente de chino de BitTorrent que posee inversión de Google.
Sin embargo, aún no están en la lista los nombres de otros sitios populares entre los internautas estadounidenses como The Pirate Bay, 4shared o Hotfile, ni clientes como BitComet o Vuze. Un indicio de que probablemente se trate solo del comienzo.
Censura sin distinción, sin derechos de autor
Las empresas perjudicadas por esta decisión no han tardado en denunciar este movimiento de Google como un acto de censura comercial. La medida provoca el bloqueo de cualquier búsqueda que incluya las palabras de la lista, sin hacer distinción del tipo de contenido que contenga.
Es decir, que si alguien sube un vídeo de su última fiesta privada a MegaUpload y no comparte directamente el enlace con sus conocidos, será complicado que ellos puedan encontrarlo, pues estará censurado a pesar de ser un contenido sin copyright.
Otro caso igual de flagrante hace referencia a esa parte de la industria audiovisual que no comparte el modelo de negocio ni está integrada en las estructuras de las corporaciones. Son los pequeños artistas que se sirven de estas plataformas para darse a conocer y que solo ven en la distribución gratuita inicial una forma de obtener un beneficio futuro.
Por ese mismo motivo, la empresa estadounidense BitTorrent, que actúa de forma legal desde el año 2001, ha manifestado su frustración porque, como ha declarado Simon Morris a TorrentFreak, “respetamos el derecho de Google ha determinar su algoritmo […] Dicho esto, el nombre de nuestra compañía es único”. La censura provocará que muchos usuarios no puedan acceder a sus tecnologías, como su protocolo de código abierto.
La censura de Google a las páginas de descargas es una concesión a una parte sobre una disputa que se repite en muchas partes de la red.
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