Autor: Claudio Reyes R. / MBA Insight
No integran el departamento de comunicaciones. Tampoco reciben una compensación económica por la tarea adicional que realizan. Sin embargo, desarrollan un papel importante, incluso estratégico, en la organización. Se trata de los corresponsales internos, que son trabajadores seleccionados, por sus características personales y profesionales, para crear un canal informativo en la firma y que va más allá de los medios tradicionales como la intranet o las revistas corporativas.
La compañía se fija en ellos y les da esta labor porque gozan de credibilidad y de liderazgo entre sus similares y en otros estamentos de la institución porque, precisamente, tienen facilidad para las relaciones interpersonales. Así, la red de corresponsales permite la transmisión efectiva y eficiente de mensajes relevantes de un modo bidireccional, porque no sólo “bajan” información desde la cúpula hacia otros niveles, sino que también la “suben” hasta los altos ejecutivos.
“El concepto existe hace bastante tiempo, pero no en todas las empresas se le da una estructura formal”, afirma Rodrigo Ramírez, socio de BW Comunicación Interna Chile. No obstante, dice que esta práctica observa una tendencia a la consolidación, sobre todo en organizaciones dispersas geográficamente como los grandes retailers, la banca o las mineras: “la red de corresponsales es muy útil para traspasar los mensajes desde la corporación hacia la gente, y viceversa. Por eso, normalmente se busca gente con habilidades interpersonales, que sean un ejemplo y que estén validadas por sus pares y por la compañía”, comenta.
Coincide Úrsula Franco, docente de la Extensión y Proyección Universitaria (EPU) de laUniversidad de San Martín de Porres (USMP), en Perú, quien agrega que la elección pasa, asimismo, por el conocimiento que tengan de la empresa.
Ya se mencionaba en párrafos anteriores: esta función no es un hallazgo. De hecho, antes ha existido con nombres como voceros, referentes informales o líderes naturales. Y aunque no es nuevo, expone Valeria Urbina, consultora senior de capital humano de Mercer Argentina, con el tiempo sí se ha tendido a la formalización del rol, en el sentido de que “si hay un proyecto especial y, en vez de recurrir a los canales tradicionales de comunicación, se involucra a los referentes clave para que sirvan de sponsor e informen directamente de las virtudes o ventajas de la propuesta (…) Hoy, las organizaciones han logrado capitalizar esta práctica y le han dado una identidad que, por lo demás, al referente lo hace sentir como responsable y valioso”.
En cuanto a la penetración de este modelo, Franco cuenta que en Apoyo Comunicación Corporativa -consultora en la que se desempeña como directora de proyectos- efectuaron un sondeo cuyos resultados arrojaron que la tendencia es hacia una apuesta por “esta red humana de comunicación (…) En nuestra experiencia, hemos visto la importancia que está adquiriendo. El impacto de esta red se puede medir y probar”.
En ese estudio -aplicado en 2011 a 96 gerentes, directores, jefes y
profesionales vinculados a la gestión de recursos humanos-, el 24% de los encuestados declaró que no utilizan la red de corresponsales pero que lo harán en el futuro, mientras que un 22% consignó que el mecanismo se ha incrementado.
profesionales vinculados a la gestión de recursos humanos-, el 24% de los encuestados declaró que no utilizan la red de corresponsales pero que lo harán en el futuro, mientras que un 22% consignó que el mecanismo se ha incrementado.
Beneficios
En este escenario corresponde una pregunta obligatoria: ¿Qué beneficios puede aportar esta red a la organización? Por lo pronto, al ser un medio bidireccional se da espacio para un vínculo más estrecho entre la firma, su cúpula y los colaboradores, subraya Urbina.
Por otra parte, esta dinámica ayuda a que el mensaje a difundir tenga menos distorsiones y a que se obtenga una retroalimentación más ágil porque, cuando la gente se prepara para transmitir comunicaciones estratégicas, se les da una “charla en la que se les explican las implicancias de ciertos cambios o acciones y eso, en la relación persona a persona, permite un feedback más rápido”, destaca Ramírez.
Mecanismos de selección
Con todo, son diversas las maneras dipuestas para seleccionar a los integrantes de esta red. Una es que los propios funcionarios nominen a algunos candidatos para, posteriormente, designar al que consiga la mayoría de votos.
Franco refiere otra forma y es la usada por una gran empresa en la que se hizo una “convocatoria abierta para reclutar a los entusiastas que cumplían con el perfil que previamente se había definido. Y para no dar lugar a suspicacias, se incorporaron criterios objetivos como la evaluación de desempeño”.
Ahora bien, si se trata de describir los contenidos que difunden los voceros, estos son variados y van desde iniciativas domésticas, como campañas internas de reciclaje de materiales o desechos, hasta otras de carácter estratégico, como podría ser la bajada de nuevos planes o lineamientos.
“Un cliente del sector telecomunicaciones se trazó como objetivo el que estos voceros, que habían sido elegidos por sus compañeros, relataran cómo estaba operando el clima laboral, qué tan satisfechos estaban los trabajadores dentro del área y qué mejoras proponían”, cuenta Franco. Complementa: “los corresponsales de otro cliente tenían como tarea movilizar a sus pares en iniciativas que habían preparado las áreas de recursos humanos y de comunicaciones internas, como actividades de reciclaje y caminatas corporativas”.
Sin compensación, pero con reconocimiento
Normalmente, este rol no contempla un sobresueldo. Se lo asume como parte de las ocupaciones habituales. Sin embargo, explican los expertos consultados porAméricaEconomía, esto se compensa a través del reconocimiento que implica.
“Esto genera un valor personal. Alguien que es seleccionado como corresponsal estará validado ante los demás; hay un reconocimiento no monetario a su gestión”, comenta Ramírez.
“Desconozco (casos en los) que por desempeñar este rol adicional, haya una recompensa”, indica Urbina, agregando que, pese a ello, los funcionarios que lo ejercen se sienten valorados y responsables. Concuerda Franco al señalar que se “debe dejar bien claro que el objetivo es ayudar a reforzar la comunicación, por lo que no se paga un añadido. Lo que reciben a cambio es el reconocimiento de sus pares y de la gerencia”.