Por MERISSA MARR
En el lujoso Hotel du Cap en la Riviera Francesa, el presidente ejecutivo del grupo de medios Clear Channel Communications Inc., Bob Pittman, patrocinó una exclusiva fiesta para pesos pesados del mundo de la publicidad. Tras tomar cócteles, los invitados cenaron foie gras y pescado asado mientras Elton John daba un concierto privado.
Tras una década de exilio corporativo, Pittman está de vuelta y llega con una misión. En su nuevo papel al frente de Clear Channel, el fundador de MTV y ex ejecutivo de AOL, se ha fijado una ambiciosa meta: reinventar la radio, un negocio que muchos han dado por muerto.
"Hacía años que no había tenido la adrenalina tan acelerada como ahora y se me había olvidado lo bien que se siente", dijo, sentado en su oficina con vista al Rockefeller Center en Nueva York. "Por mucho que he tratado de negarlo, dejando de trabajar, estoy absolutamente programado para dirigir negocios".
Pittman, de 58 años, abandonó el mundo corporativo en 2002 después de retirarse de la ahora fragmentada AOL Time Warner en un clima de recriminaciones en torno a la fracasada fusión. Más tarde lanzó una empresa de inversión privada con su propio dinero, respaldando a empresas nuevas.
Ahora está de vuelta en el edificio donde comenzó MTV y donde AOL Time Warner tuvo su sede después de la fusión. Pittman ha estado tramando un repunte enfocado en hacer que la radio sea de nuevo atractiva y convencer a los anunciantes que el medio se merece más del 6% del gasto publicitario total que actualmente recibe (La televisión atrae alrededor de 50%).
Se trata de un desafío distinto a cualquier otro que Pittman haya afrontado en su carrera. MTV y AOL eran medios nuevos y frescos, mientras que la radio es uno de los más antiguos. Su futuro era sombrío incluso antes de que aparecieran Internet y la radio satelital, pero ahora la radio tradicional enfrenta a competidores digitales de servicios de streaming, como Pandora y Spotify.
Para complicar más las cosas, Clear Channel opera bajo la carga de una deuda de US$20.000 millones, legado de una compra apalancada en 2008 realizada antes de la crisis. La compañía reportó US$4.000 millones en pérdidas en 2008 y 2009. Para 2011, la situación mejoró pero aún estaba en números rojos de US$302 millones.
"A Bob le atrae el reto de una recuperación y trabajar en algo que la mayoría de la gente piensa que está condenado", dijo el ex presidente de MTV Tom Freston, quien trabajó con Pittman en los primeros días del canal de televisión.
"Bob ha tenido mas reencarnaciones que Buda", añadió.
Criado en Jackson, Mississippi, e hijo de un sacerdote metodista, Pittman fijó su atención en Clear Channel hace dos años instigado por sus propietarios, las firmas de private equity Thomas H. Lee Partners y Bain Capital. Atraído por el volumen de activos de radio y publicidad externa de Clear Channel—tiene 850 estaciones y una gama de presentadores de renombre—hizo una inversión de US$5 millones y accedió a "echar una mano a medio tiempo." El año pasado, aceptó asumir la presidencia ejecutiva.
Clear Channel gana la mitad de sus ingresos con la publicidad exterior, un negocio estable que es el generador de dinero efectivo para la compañía. Pero la radio, con sus bajos costos fijos, genera dos tercios de las ganancias. Y según Pittman ese negocio tiene el mayor potencial de crecer. Su mayor desafío consiste en sacudir la imagen anticuada de la radio y ganarse a los anunciantes que se fueron detrás de otros medios.
Establecer la huella digital es algo crucial. La plataforma digital controla solo 4% de la publicidad de radio pero está creciendo rápidamente. El plan de Pittman es hacer que las estaciones de Clear Channel estén disponibles en el mayor número posible de plataformas. Clear Channel ocupa el segundo lugar en las redes en EE.UU. de audio en línea, de acuerdo a Triton Digital.