Google dio a conocer una notebook como ningún otro: el Cr-48, un portátil que se basa en la red para todas sus aplicaciones de software. Sin embargo, el gigante de las búsquedas cree que el portátil puede competir con equipos que ejecuten todo tipo de software instalado.
El Cr-48, de color negro mate, no será vendido al público. En su lugar, miles de unidades están siendo enviadas a consumidores y empresas que se han ofrecido como voluntarios para probarlo. Introduce un nuevo tipo de sistema operativo, llamado Chrome OS, que usa la red para casi todo. Google está lanzando el Chrome OS como su visión de una nueva forma de computación—una que envía los datos, la funcionalidad y casi todo lo demás que se pueda esperar una computadora de escritorio a la nube. Chrome OS pasará su prueba más grande cuando Acer y Samsung comiencen a vender computadoras portátiles personalizados para ejecutar el software a mediados de 2011.
La visión de Google en relación al Chrome OS quizás se entienda mejor mediante el análisis de las diferencias entre Chrome OS y los sistemas operativos comúnmente utilizados en la actualidad, afirma Sundar Pichai, vicepresidente de gestión de producto de Chrome OS (y su correspondiente navegador web Chrome). Estas diferencias provienen de una única decisión de diseño en cuanto a la relación entre una persona y su computadora, señala Pichai.
"Los sistemas operativos de hoy día se centran en la idea de que se puede confiar en las aplicaciones para modificar el sistema, y que se puede confiar en los usuarios para instalar aquellas aplicaciones dignas de confianza", afirma, "y resulta que ambas suposiciones son erróneas".
Por el contrario, Chrome OS asume que no se puede confiar ni en las aplicaciones ni en los usuarios. Y sólo posee una única aplicación: el navegador. "Al partir de esta suposición básica, se genera una cascada de eventos", afirma Linus Upson, vicepresidente de ingeniería en Google y dedicado al proyecto, desde facilitar la protección contra el malware, hasta la reducción de la necesidad de actuar como administradores de nuestro propio sistema.
Chrome OS—basado en una versión reducida del sistema operativo Linux—descarga e instala automáticamente sus propias actualizaciones. Cualquier dato descargado en el curso de la utilización de la red se mantiene cuidadosamente en un lugar seguro, separado del sistema operativo.
Google todavía tiene que demostrar que la sencillez de Chrome OS no va en contra de su utilidad. Con este fin, ha construido una "Tienda de Aplicaciones" en línea para animar a los desarrolladores a crear software basado en la web que se ajuste a la diversidad y la funcionalidad de las aplicaciones que se pueden instalar en el disco duro de un ordenador Windows o Mac. Estas aplicaciones son básicamente páginas web avanzadas que ofrecen una funcionalidad similar a las aplicaciones de software de escritorio.
Los usuarios de Chrome OS—así como el navegador Chrome en una computadora convencional—pueden buscar o navegar por la Tienda de Internet de Chrome, e instalar aplicaciones con un solo clic. La tienda tiene muchas menos aplicaciones de software de las que están disponibles para una máquina convencional. Sin embargo, algunas aplicaciones de Chrome pueden competir con aplicaciones de escritorio más tradicionales, como por ejemplo un editor de imágenes parecido a Photoshop llamado Aviary.
Pichai asegura que el hecho de que la tienda de aplicaciones acepte pagos—ya sean individuales o suscripciones—debería estimular la creación de aplicaciones que de otro modo no existirían, puesto que los desarrolladores no podrían hacerlas rentables. "Yo no buscaría un juego cualquiera en un sitio web y daría los datos de mi tarjeta de crédito para pagar 3,99 dólares. No vale la pena el tiempo o el riesgo".
Algo que de algún modo resulta sorprendente, dado el compromiso expresado por Google con mantener la red abierta, es que la tienda de aplicaciones de Google no sea compatible con otros navegadores web. Sin embargo, es posible modificar fácilmente las aplicaciones desarrolladas para la tienda de Chrome y hacer que funcionen en otros navegadores "modernos", afirma Pichai, puesto que utilizan HTML5 y otros estándares web diseñados para habilitar funcionalidades avanzadas, incluyendo el trabajo sin conexión. Las últimas versiones de Internet Explorer y otros navegadores son compatibles con estos estándares. Sin embargo, algunas características de las aplicaciones de Chrome siguen siendo exclusivas de Chrome, como los efectos 3-D que hacen uso del procesador gráfico del ordenador. "Tenemos que asegurarnos de que las aplicaciones puedan hacer todo lo que puedan hacer las aplicaciones de escritorio actuales", explica Pichai. Él espera que otros navegadores se pongan al día en cuanto al HTML5 y que el resto de nuevos estándares web se vuelvan más comunes.
Google tiene mucho camino por recorrer para demostrar que Chrome OS, y su tienda de aplicaciones en internet, pueden competir con los actuales ordenadores personales y el software, afirma Michael Gartenberg, director de investigación de Gartner especializado en tecnología de consumo. "En la actualidad la tienda tiene el aspecto de estar sin terminar e incluso es un poco confusa—algunas cosas parecen ser sólo marcadores, mientras que otras son aplicaciones completas".
Google espera que muy pronto los desarrolladores web se pongan manos a la obra para cambiar todo esto, y también espera poder investigar formas de ofrecer acceso a las aplicaciones de escritorio ya existentes mediante Chrome OS, afirma Glenn Weinstein, director de tecnología del proveedor de aplicaciones en la nube Appirio, cuyos empleados pronto empezarán a utilizar los Cr-48s para el trabajo. Apporio señala que Citrix ha desarrollado una versión para Chrome OS de su ampliamente utilizado software que permite que las aplicaciones de escritorio se alojen en un servidor para su acceso mediante un navegador web. "Creo que vamos a asistir a la aparición de otros importantes proveedores de aplicaciones que han trabajado con Google en esto", añade.
Será más fácil juzgar si esto hará que el producto tenga éxito o no una vez que los socios de hardware de Google, Acer y Samsung, presenten sus dispositivos, así como los precios de esos dispositivos, el próximo año, afirmó Gartenberg. Él espera que el hardware sea de bajo coste, aunque señala que la decisión de Google de incluir "gratis" en los portátiles Chrome 100 megabytes de datos 3G de Verizon todos los meses durante dos años funcionará a la contra. "De una manera u otra estaré pagando por esos datos", afirma Gartenberg.
Con una dependencia constante de la conectividad y sin disco duro, un portátil Chrome podría ser descrito como un teléfono inteligente al que se le ha incluido un teclado. Esto plantea la cuestión de si Chrome OS podría aparecer en teléfonos y dispositivos de tableta, compitiendo con otro sistema operativo de Google, el Android, cuyo desarrollo es llevado a cabo un equipo independiente dentro de la empresa.
"Como experiencia central el Chrome OS se presta a una serie de factores de forma", reconoce Pichai, "a pesar de que los trabajos necesarios para ofrecerlo bajo una interfaz táctil no se han llevado a cabo todavía". Por ahora Chrome OS trata de introducir a los usuarios y desarrolladores a un tipo de informática completamente diferente, afirma. "No es bueno tener un único modelo".
Esta opción podría confundir a algunos consumidores, asegura Gartenberg, y podría obstaculizar los esfuerzos para vender un producto radicalmente nuevo. "Con el tiempo van a tener que averiguar por qué tienen que existir estas dos cosas y hacer que ese hecho sea coherente", afirma.
No obstante, la visión de Google está pasando por un buen momento. A principios de este año una encuesta entre más de 900 expertos en tecnología sobre el futuro de Internet, llevada a cabo por el Pew Internet Project, descubrió que una clara mayoría piensa que la informática en la nube será más dominante que la de escritorio en la próxima década. "Varias respuestas a la encuesta mencionaron al sistema operativo Chrome como ejemplo, y lo contemplaron como algo que podría convertirse en la interfaz primaria de casi todos los dispositivos pequeños e inteligentes", señala Janna Anderson desde la Universidad de Elon, coordinadora del informe.
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