lunes, 20 de diciembre de 2010

PR-7: Presencia médica remota vía 3G

120 doctores en todo el mundo cuentan ya con una réplica robótica lista para pasar consulta en cualquier momento. No importa la distancia, ya sea desde casa u otro continente, la tecnología posibilita al médico estar presente en su puesto laboral, frente al paciente de turno.

El PR-7 es un sistema robótico de presencia remota desarrollado por InTouch Health y Qualcomm, que saca partido de la tecnología 3G para permitir a cualquier persona estar en dos lugares a la vez. Hablamos de un monolito móvil de aproximadamente metro y medio de alto, coronado por un monitor de 15 pulgadas que muestra la cara del profesional de marras, capaz de ver y hablar fluidamente con el personal ya no sólo en una estancia, sino a lo largo y ancho del hospital (en el caso que nos ocupa).

Resulta curioso imaginar los pasillos de cualquier complejo sanitario transitados por estos suplantadores consentidos, inmersos en un ir y venir del que seguramente dos pantallas se encaren la una a la otra para espetarse perdón al evitar un inoportuno choque de terminales. Todo ello mientras los médicos originales se encuentran embarcados hacia vaya usted a saber dónde, con un portátil específico (el ControlStation) con el que ver y controlar vía joystiq la dirección del robot.


Tan sólo basta conectar una tarjeta 3G al ordenador, que enlazará con el PR-7, para comenzar a transmitir e interactuar con la plantilla hospitalaria. Michael Chan, vicepresidente ejecutivo de ventas y comercialización de InTouch Health:

Ahora los médicos pueden acceder a la RP-7, prácticamente en cualquier lugar: en su casa, en una casa de vacaciones o durante el viaje, incluso si no hay Internet. Gracias a la tecnología 3G, nuestros médicos no tiene que ser capaz de conectarse a una red establecida por cable o un punto Wi-Fi, lo que les da mayor libertad y flexibilidad

No sabemos qué pensarán los médicos, pues el invento les dificulta aún más desconectar del trabajo, haciéndolos disponibles casi en cualquier momento y lugar. Los que sí parecen encantados son los pacientes, conocedores de que este avance permitirá consultas mucho más frecuentes, algo vital en no pocos casos:

La satisfacción del paciente es alta, ya que pueden ver a su médico una o dos veces al día en lugar de hablar con un médico de cabecera que no puede estar tan familiarizado con ellos o su caso. Cuando la cara de su médico está en la pantalla, la gente dice que llega a olvidar que estamos hablando de un robot.

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