Este análisis está extraído del trabajo titulado “E-commerce and the Market Structure of Retail Industries”, de Maris Goldmanis (University of Chicago) et al.
¿Internet ha realmente provocado el cierre de los pequeños comercios? Este trabajo intentó comprobar si es cierta la difundida suposición de que Amazon, por ejemplo, es responsable en gran medida del generalizado cierre de librerías, o que Orbitz y Travelocity provocaron la ruina de agencias de viajes locales. Como los clientes ahora buscan online los precios más bajos, no necesitan recorrer diferentes negocios, los que a su vez luchan por competir con la capacidad de bajar costos de la Web. Los investigadores analizaron tres de los sectores más afectados por el surgimiento del e-commerce: librerías, agencias de viajes y concesionarias de autos. Aunque sí encontraron pruebas de que las supertiendas de Internet afectaron a los retailers locales, también advirtieron que se abrieron nuevas oportunidades para operaciones de nicho que atienden a clientes especiales de formas que los gigantes de Internet no pueden hacerlo.
Los investigadores analizaron datos por condado en Estados Unidos desde 1994 a 2003, el período cundo la compra vía Internet despegó, y midieron el número total de negocios y su tamaño para cada uno de los sectores estudiados. Luego combinaron esos datos con una investigación anual de 55.000 estadounidenses que sondearon el uso de Internet de los respondentes y los hábitos de compra online durante el mismo período de diez años. Los autores descubrieron que el rápido ascenso del tráfico en la Web y el e-commerce cambiaron la estructura de — no sólo el precio de los productos y servicios — en los tres sectores. Los negocios físicos más grandes generalmente florecieron mientras que los pequeños retailers fueron desapareciendo. Sin embargo, los pequeños minoristas más exitosos, como las tiendas de discos de “culto” y las librerías que traen manuscritos raros, encontraron formas de adaptarse a la Web y llegar a mayores números de clientes con bienes y servicios más personalizados. Las agencias de viajes tuvieron la peor suerte: En realidad sus números aumentaron levemente hasta 1997, pero ahí es cuando más consumidores comenzaron a hacer compras online de viajes.
Por lo tanto, el número de agencias de viajes cayó más de 35% entre 1997 y 2003. Los locales pequeños fueron los más afectados: en los 10 años hasta 2003, el número de agencias con más de 100 personas en nómina creció 70 %, mientras el número de firmas pequeñas se redujo un tercio.
Los investigadores postulan una explicación: Muchas pequeñas compañías que no pudieron sobrevivir en el nuevo ambiente se vieron obligadas a fusionarse con rivales más grandes. Además, esos combinados más grandes tenían más probabilidades de poseer o alojar exitosos sitios de venta online, consolidando así su control en el sector.
Cambios parecidos se observaron en las librerías, donde el número de negocios con 20 empleados o menos declinó en más de un cuarto durante el período de 10 años, mientras que el número de aquellos que empleaban más de 20 personas se duplicó. Eso reflejó el surgimiento de grandes cadenas de librerías como Barnes & Noble y Borders. En general, el empleo en los dos sectores cayó después de la introducción del e-commerce, lo que sugiere que los aumentos de empleo en las grandes compañías de Internet no compensaban los que perdían los pequeños minoristas.
Es notable que la nueva industria de agencias de autos, prohibida por ley de operar negocios exclusivamente online, no haya visto pérdida de empleo; el impacto más notable del e-commerce en las nuevas ventas de autos fue en el ámbito de los precios, porque los consumidores podían salir de compras online y comparar fácilmente.
En definitiva:
Este trabajo confirma que el ascenso del e-commerce condujo a una declinación en establecimientos minoristas más pequeños y al creciente dominio de las grandes firmas de Internet.
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