Por GEOFFREY A. FOWLER
Bill Gates y Warren Buffett han persuadido a otros 11 multimillonarios como ellos a que se comprometan a donar la mitad de su fortuna, incluidas figuras del mundo tecnológico como Gordon Moore y Reed Hastings.
Los nuevos 11 se unen así a Giving Pledge, una campaña que Gates y Buffett lanzaron en 2010 con el objetivo de iniciar una nueva era en la filantropía estadounidense en la que magnates hacen donaciones a una edad en la que aún pueden influir en cómo se usa su dinero.
Conforme su Giving Pledge ahora incluye a 92 familias, la pregunta es cómo, si es que lo hace, el programa de dos años está realmente cambiando la manera en que los estadounidenses practican la filantropía.
"La meta es elevar la visibilidad de la filantropía y las cosas maravillosas que puede hacer", dijo Gates en una entrevista. El compromiso está haciendo que multimillonarios empiecen a dar a una edad más temprana y de una manera más inteligente a través de reuniones privadas donde los miembros intercambian experiencias y frustraciones, agregó.
"Sé que las personas están colaborando entre ellas bastante más de lo que lo harían de otro modo", aseguró. "Todos están evolucionando en sus donaciones".
Algunos críticos y multimillonarios que han declinado participar dicen que están esperando a ver pruebas de que Giving Pledge en realidad aporta dinero adicional a causas, en especial aquellas que benefician a la gente más necesitada.
"Es fabuloso siempre y cuando veamos un incremento en los proyectos de filantropía. Han pasado dos años, ¿cuáles son los 10 o 20 proyectos principales que han surgido de ello?", se pregunta Marc Benioff, fundador de Salesforce.com, quien ha donado US$100 millones a un hospital infantil en San Francisco pero no quiso participar en la iniciativa de Gates y Buffett.
En 2011, las donaciones filantrópicas estimadas en Estados Unidos crecieron 4% frente a 2010, a US$298.000 millones, según la Fundación Giving USA. Las donaciones otorgadas por fundaciones aumentaron 1,8%.
Moore, el cofundador de 83 años de Intel Corp. y uno de los nuevos firmantes de Giving Pledge, dice que fue un pionero en la donación de la mitad de su fortuna, cuando hace más de una década abrió una fundación dedicada a la ciencia, el medio ambiente y otras causas en el área de la Bahía de San Francisco. "No va a cambiar mucho lo que estoy haciendo", explica, pero "es una buena idea y ha facilitado mucho dinero que de otra manera habría estado guardado por un largo tiempo".
Desde su lanzamiento, Giving Pledge ha atraído a multimillonarios tan jóvenes como Mark Zuckerberg, el fundador de 28 años de Facebook Inc., quien hizo su primera donación a las escuelas públicas de Newark, la ciudad más grande del estado de Nueva Jersey.
Firmar el compromiso incluye una promesa no vinculante de dar al menos la mitad de la fortuna de uno en vida o mediante un testamento. No impone requisitos contractuales sobre cómo debe distribuirse el dinero ni penalidades por no otorgarlo. Giving Pledge, coordinada a través de la Fundación Bill y Melinda Gates, no mantiene un registro de las donaciones de los firmantes.
La mayor utilidad del grupo, dicen sus participantes, son las reuniones anuales privadas en las que comparten historias y debaten sus métodos filantrópicos. En la reunión más reciente, en mayo, los firmantes conversaron sobre los méritos de la llamada "inversión de impacto", o la financiación de compañías con ánimo de lucro que podrían producir beneficios sociales.
Algunos detractores insisten en que Giving Pledge plantea interrogantes sobre el poder de los súper ricos para moldear temas de interés público como la educación.
"Unos cuantos ricos no deberían decidir el destino de tantos miles de millones de dólares para beneficio público, sea social, cultural o de otra índole", opina Peter Krämer, un magante naviero alemán.
Krämer sugiere en cambio altos impuestos sobre herencias y patrimonios, y la eliminación de créditos tributarios.
Gates dice que los miembros de Giving Pledge podrían discrepar sobre cuántos impuestos deberían pagar, pero él se concentra en lo que hacen con el dinero que les queda. "Hay un rol para la filantropía de hacer cosas que no se harían de otra forma, la toma de riesgos, la innovación y encontrar cosas a las que la actividad del gobierno o los mercados no se extienden", señaló.
—David Crawford contribuyó a este artículo.
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