Precisamente, una de las industrias que más se ha visto beneficiada con la integración de soluciones de ubicuidad es la de transporte. Gracias a tecnologías maduras y probadas como Wi-Fi y Wimax, una compañía dedicada al transporte de carga, pasajeros o valores puede tener información en movimiento, desde su flota de vehículos, las 24 horas del día. Incluso video.
Esto permite agilizar y hacer más eficientes procesos relacionados con servicio al usuario y seguridad física, así como optimizar labores logísticas y de control centralizado de las actividades diarias de trabajo (rutas, gasto de combustible, alertas de tráfico, etc.).
En la actualidad existen soluciones tecnológicas especializadas como Motorola MESH (Malla), que, a partir de tecnología WI-FI, crea enlaces inalámbricos hasta 2.5 de GB entre un módem vehicular (VMM- Vehicular Mounted Modem) y un punto de acceso fijo (antena). Incluso así el vehículo se desplace a una velocidad aproximada de 120 kilómetros por hora, se pueden obtener enlaces de entre 5 a 6 megabytes por segundo.
De manera práctica, una solución de este tipo funcionaría perfecto para un sistema de videovigilancia en movimiento (por ejemplo en buses de transporte público). Al interior de un sistema de transporte masivo que está en movimiento, las cámaras IP pueden mostrar que está pasando, cuantas personas suben y bajan, en dónde paran, su comportamiento, etc. Esta tecnología sirve también para conceptos de administración centralizada para monitorear el desplazamiento de los vehículos, su velocidad, etc.
En algunos países ya se encuentran en funcionamiento este tipo de sistemas que permiten, por ejemplo, a las patrullas de Policía, mientras vigilan, consultar placas de carros para confirmar si se trata de un vehículo robado o sospechoso. Incluso, pensando en optimizar la calidad del servicio, las empresas de transporte podrían ofrecer acceso inalámbrico a Internet gratuito a sus pasajeros a través de este tipo de sistemas. Esta configuración de servicio se ajusta perfecto a empresas de transporte que tengan predefinidas sus rutas, en las que sea posible instalar antenas especiales que surtan de acceso de alta velocidad a los buses en movimiento.
En detalle, se instalan unos equipos llamados intelligent access points (IAP), cada 500 o 600 metros de distancia, por ejemplo, a lo largo de las estaciones de trenes o Transmilenio. Estos equipos están conectados a la red de fibra del transporte y allí obtienen el acceso a la información e Internet. Al interior del vehículo se instalan módems vehiculares con sus antenas Wi-Fi. De esta forma, mientras el tren o bus se desplaza, el modem dentro del vehículo se conecta a un IAP, y se engancha inmediatamente al siguiente, en cascada, de la misma manera que un teléfono celular lo hace entre celdas a medida que nos desplazamos mientras vamos hablando, sin que esto se note o afecte la calidad de la conexión.
Gracias a esta integración tecnológica, las empresas de transporte pueden obtener no sólo información de gran utilidad para optimizar sus indicadores de negocio (seguridad, telemetría de los vehículos, etc.), sino que se destacarán ante la competencia por la prestación de un servicio más seguro, eficiente y controlado.
La ubicuidad ya es una realidad. ¿Está usted preparado para vivirla?
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