Científicos británicos descubrieron un compuesto que hace que una persona tenga más riesgo de desarrollar coágulos en la sangre que pueden conducir a un infarto.
El hallazgo, afirman los investigadores en Blood, la revista de la Sociedad Estadounidense de Hematología, podría conducir a nuevas formas de detectar y tratar la enfermedad coronaria, el trastorno cardíaco más común y una de las principales causas de muerte prematura en muchos países del mundo.
Se calcula que uno de cada cinco hombres y una de cada siete mujeres mueren actualmente a causa de esta enfermedad en el mundo.
La enfermedad coronaria ocurre cuando los vasos sanguíneos no logran llevar al corazón un abastecimiento adecuado de sangre, y por lo tanto oxigeno.
Los vasos sanguíneos están recubiertos por una capa, llamada endotelio, que regula la circulación de la sangre. Pero cuando el endotelio se ve lesionado ocurren una serie de mecanismos, llamados hemostasia, que pueden conducir a la coagulación.
Se sabe que las plaquetas, unas pequeñas células que circulan por la sangre, juegan un papel fundamental en la hemostasia, ya que pueden unirse para provocar la formación de coágulos.
Ahora, los científicos de las universidades de Leicester y Cambridge, en Inglaterra, lograron identificar una molécula que juega un papel importante en la regulación de las plaquetas.
El hallazgo, dicen, ayudará a identificar a las personas que tienen más riesgo de formación de coágulos.
Depósitos de plaquetas
"Durante mucho tiempo hemos sabido que la actividad de las plaquetas y la formación de coágulos varían entre diferentes personas" explica la profesora Alison Goodall, del Departamento de Ciencias Cardiovasculares de la Universidad de Leicester, quien dirigió el estudio.
"Y ahora logramos identificar algunas de las razones genéticas de este mecanismo", agrega.
En el estudio, que involucró a pacientes del Servicio Nacional de Salud del Reino Unido que habían sufrido un infarto, se encontró que los que habían sufrido el trastorno mostraban ciertos marcadores genéticos en esta proteína.
Estas diferencias, dicen los investigadores, parecen incrementar el riesgo de que las plaquetas se vuelvan más "pegajosas" y se acumulen en depósitos para formar coágulos.
Según los científicos, el hallazgo podría conducir al desarrollo de nuevos medicamentos que reduzcan el riesgo de coágulos y el número de muertes que provoca este trastorno.
"Este estudio nos ayudará a desvelar la compleja pregunta de porqué algunas personas tienen más riesgo de un infarto que otras" afirma el profesor Willem Ouwehand, que también participó en el estudio.
"Algún día esto podría conducir a una nueva generación de fármacos que puedan ser utilizados para reducir el riesgo de esta devastadora enfermedad", agrega el investigador.
El estudio formó parte del proyecto Bloodomics, una de las investigaciones más grandes que se llevan a cabo en Europa sobre las causas de las enfermedades del corazón.
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