Científicos británicos presentaron un pequeño chip implantable que libera impulsos eléctricos para ayudar a personas paralizadas a ejercitarse.
Éste es el primer dispositivo que logra crearse con un tamaño suficientemente pequeño para poder implantarse en el conducto raquídeo, el canal donde se aloja la médula espinal.
Los intentos anteriores de este tipo de aparatos de estimulación muscular habían fracasado debido a que eran demasiado voluminosos.
Pero gracias a los avances en la fabricación de electrónica pequeña, los investigadores del Consejo de Investigación de Ciencias de Ingeniería y Física (EPSRC), lograron producir una unidad más pequeña que una uña.
El dispositivo, llamado Active Book (Libro Activo) porque se coloca entre los nervios espinales como si fueran las páginas de un libro, libera impulsos eléctricos directamente a la médula espinal desde una serie de electrodos.
Esto difiere de los aparatos existentes actualmente, operados desde el exterior, que aplican impulsos en la piel.
Electrodos y estimulador
El dispositivo utiliza la estimulación de los impulsos eléctricos para mover los músculos de la pierna del paciente.
Hasta ahora esta tecnología había sido utilizada colocando electrodos en el exterior, sobre la piel, de la pierna y conectando esos electrodos a un estimulador exterior.
Pero este mecanismo es demasiado complicado para el paciente así que, a pesar de sus beneficios, se ha utilizado muy poco.
El nuevo aparato, sin embargo, combina esos electrodos con el estimulador muscular en una sola unidad que se implanta en el paciente.
Según los científicos, el implante tiene varias aplicaciones potenciales en el campo de la rehabilitación muscular.
"La investigación tiene el potencial de estimular más grupos musculares de lo que es posible actualmente con la tecnología existente" afirma el profesor Andreas Demosthenous, quien dirigió la investigación.
"Esto se debe a que este aparato puede implantarse en el conducto raquídeo".
"La estimulación de más grupos musculares significa que el usuario puede tener movimiento suficiente para realizar ejercicio controlado como ciclismo o remo", agrega el investigador.
Según el científico, el microchip podría también ser utilizado para una variedad de funciones reconstituyentes, como la estimulación de los músculos de la vejiga para ayudar a superar la incontinencia y la estimulación de los nervios para mejorar la capacidad del intestino y suprimir espasmos.
En el pasado, este tipo de aparatos habían presentado limitaciones por la dificultad de empaquetar electrodos y estimuladores musculares en una pequeña unidad.
Pero gracias a los avances en la tecnología de láser para procesamiento de materiales se han podido cortar pequeñísimos electrodos de una lámina de platino.
Posteriormente se pliega estas piezas en una estructura de 3D (que parece las páginas de un libro). Ésas son las "páginas" que se colocan alrededor de los nervios.
Las unidades se adhieren a un chip de silicio que queda herméticamente sellado para proteger a la unidad de la penetración de agua, que puede provocar corrosión.
Tal como expresa el profesor David Willetts, asesor de ciencia del gobierno británico, "este pequeño implante tiene el potencial de marcar una verdadera diferencia en la vida y la salud a largo plazo de la gente con paraplegia tanto en el Reino Unido como en el resto del mundo".
Se espera que los estudios piloto para probar el Active Book comiencen el próximo año.
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