Imagen: Mitchell Baker, presidenta de la Fundación Mozilla
Hubo un tiempo en que el mundo era Microsoft. La mayoría accedía a la Red a través de su navegador Internet Explorer. "Integrado en el sistema operativo Windows, había barrido a la competencia, el Navigator de Netscape. Ahora parece obvio, pero en 1998 nadie creía que esta pieza de software era importante, cuando es la principal puerta de entrada a la Web", recuerda Mitchell Barker, presidenta de la Fundación Mozilla.
Esta organización sin ánimo de lucro vio la luz hace 12 años con un doble objetivo: "construir un gran navegador" y, de paso, "incidir en las características de la Web: abierta, transparente, descentralizada, que no solo sea un espacio para consumir sino para crear y participar".
Cinco años después veía la luz Firefox. El navegador abierto desarrollado por una comunidad de programadores dispersa por el globo, frenó el monopolio de Microsoft, aunque ahora pierda fuelle por el empuje de Chrome (Google). "Espera a ver Firefox 4. Es más rápido, más gráfico... Obviamente no es cómodo perder cuota de mercado, pero Mozilla prima el fin social sobre la rentabilidad. En cualquier caso, parte de nuestros sueños se han cumplido: abrimos el mercado a la competencia, aunque todavía no hemos conseguido trasladarlos al Internet móvil para que no se convierta en un espacio cerrado".
La alternativa de Mozilla no vendrá en forma de teléfono, aunque en sus laboratorios trabajen con el terminal Seabird. "No entra en nuestros planes fabricar uno", asegura la presidenta de la Fundación Mozilla. Su apuesta es Open Web Apps con la que "integraremos la Web y las aplicaciones móviles. Muchas se escriben para una plataforma concreta. Con este manifiesto de especificaciones técnicas, fomentamos que las apps sean abiertas, sirvan en el portátil, tableta, móvil e integren múltiples tiendas. Open Web Apps es una declaración de intenciones para convertir la Web y el móvil en una experiencia unificada". El objetivo, "como con Firefox, es ser la alternativa para quienes quieren vivir con tecnologías abiertas".
Mozilla prevé el lanzamiento de Firefox Mobile a principios de 2011. Será un navegador multiplataforma y multiidioma, como la versión para ordenador, y servirá tanto para teléfonos como para otros aparatos móviles. En su base, Fennec, el nombre en clave de Firefox Mobile, que ya ha sido probado en algunos teléfonos Nokia y de la plataforma Android.
Este verano presentaron Firefox Home para iPhone. "No es un navegador, pero permite acceder al historial, las pestañas abiertas y los marcadores de tu ordenador en iPhone y en iPod Touch. Si no está Firefox en App Store es porque los términos de uso del kit de desarrollo de Apple prohíben que una aplicación de terceros incluya un interpretador de lenguaje".
Baker suspira cuando se le pregunta por los voluntarios de su organización. "Es como un tobogán. En épocas hay más que en otras, aunque siguen creciendo". De sus 250 trabajadores, "200 escriben código para Firefox. La proporción es de uno por cada cinco voluntarios. Sin contar los que adaptan el navegador a su idioma y los 20.000 que prueban sus mejoras a diario". Además, en los laboratorios Mozilla trabajan otras 20 personas y cuentan con 3.000 voluntarios más. Un proyecto que, dice Baker, no se mantiene por la "caridad de Google", su principal fuente de ingresos, cuyo contrato con Mozilla finaliza en noviembre de 2011.
El buscador paga a Mozilla cuando un internauta, usando el navegador Firefox, hace clic sobre anuncios relacionados en Google. "Es un negocio demasiado goloso para cerrarlo. Si no quiere seguir con el contrato, espero que sí, deberá decidir que su influencia con Chrome es más importante que su negocio de publicidad. Podría ser, pero si Google deja de pagar, no solo Mozilla tendrá problemas. Es un modelo de negocio implantado en el 90% de la web".
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