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En un lapso de tiempo muy corto Internet ha tenido un impacto profundo en nuestras vidas. No me cabe duda de que tomará décadas entender cabalmente sus repercusiones sociales, pero es innegable que ya ha producido enormes beneficios al mundo. Ha permitido el acceso a información a una escala nunca antes alcanzada. Ha disminuido las barreras a la expresión creativa. Ha cambiado los modelos de negocio y creado algunos nuevos. Ha disminuido los costos financieros y ambientales de la comunicación.
Internet ha triunfado porque la diseñamos para que sea flexible y abierta. Estas dos características han permitido dar cabida a la innovación sin grandes cambios en su infraestructura. Una plataforma abierta y sin fronteras significa que las barreras para acceder a ella son escasas, la competencia es alta y la innovación es veloz.
La belleza de una plataforma abierta reside en que ésta no tiene guardianes. Por siglos el acceso a la información y su creación estuvo controlado por unos pocos. Internet ha cambiado esto y se ha convertido rápidamente en la plataforma de todos y para todos.
Por supuesto, aún queda un gran camino por recorrer. Hoy en día hay tan sólo 1.8 billones de usuarios de Internet, que representan aproximadamente el 25% de la población mundial. Buena parte del mundo al que acceden en línea está en inglés y sabemos, sin embargo, que la gran mayoría de la población mundial no es angloparlante.
Por ejemplo, mientras que hay 300 millones de hablantes de árabe en el mundo, el contenido en este idioma representa menos del 1% del contenido total de la Web; de igual modo para el thai, a pesar de que Tailandia es el vigésimo primer país más grande del mundo. El diseño de la Web hace uso del grupo de caracteres Unicode, capaz de representar la mayoría de los lenguajes escritos existentes. El DNS (Domain Name System), que nos permite crear señales en el ciberespacio, se está empezando a abrir al uso de Unicode, más que a un pequeño conjunto de caracteres latinos. Estas características facilitan la creación, búsqueda y uso de contenidos en la mayoría de los idiomas escritos del mundo.
Así como hay cada vez más y más diversidad de contenidos en línea, así también hay una creciente necesidad de herramientas que nos permiten superar las barreras del lenguaje que nos separan. Esta es la razón por la cuál estoy emocionado respecto al avance de las herramientas de traducción automática, y en particular del área que llamamos aprendizaje automático. Uno de los objetivos es permitir búsquedas para términos en un determinado idioma, que encuentren, desplieguen y traduzcan resultados en los 50 idiomas para los que Google ofrece soporte. La tecnología aún no es perfecta, pero mejora rápidamente, y no es difícil imaginar el día en el que la traducción automática permitirá a la gente del mundo hablar o chatear con cualquier otro en tiempo real, cada quien experimentando la conversación en su lengua materna.
La principal motivación de este aumento en contenido multilingue, será incrementar el acceso a Internet mismo. Y una de las claves al acceso serán los móviles.
Hasta hace pocos años todo el mundo especulaba sobre las potencialidades que nos brindarían los móviles; hoy simplemente miremos a Korea, en dónde la gente hace búsquedas por voz o paga sus facturas desde sus móviles -el futuro ha llegado-. Por otra parte, ya estamos viendo las diferencias que ha introducido la conectividad móvil en África, América Latina y el subcontinente Indio. En economías en desarrollo la gente ya está encontrando formas innovadoras de usar la tecnología móvil: desde los programas de microfinanzas y de telefonía para aldeas de Grammen, en Bangladesh, hasta los servicios innovadores que proporcionan actualizaciones sobre las cosechas y el clima a los agricultores. El poder de la combinación de Internet con servicios móviles, inhalámbricos y de banda ancha está produciendo un estado de abundante información.
El progreso tecnológico de Internet también ha puesto en marcha un cambio social. Al igual que con otros inventos anteriores, desde el telégrafo hasta la televisión, algunos se preocupan por los efectos de un mayor acceso a la información - la imprenta y su efecto en el aumento de la alfabetización se vio, después de todo, y por largo tiempo, como un agente desestabilizador. Algunas veces se plantearon preocupaciones similares sobre Internet, pero si miramos más allá, estoy seguro de que sus beneficios superan por mucho a la incomodidad de aprender a integrarlo a nuestras vidas. La Internet y la World Wide Web son lo que son porque, literalmente, millones de personas lo han hecho. Se trata de un gran proceso de colaboración.
Sería absurdo no reconocer que la apertura de Internet ha tenido un precio. La seguridad es un tema de creciente importancia que no puede ignorarse. Sí hay un área de investigación y desarrollo fundamental para Internet, ésta es una de ellas. Sin embargo, cada vez estoy más confiado en que existen técnicas y prácticas para que Internet sea más seguro, a la vez que mantiene su cualidad esencial de ser abierto.
Después de trabajar en Internet por cerca de tres décadas, soy más optimista acerca de su potencial de lo que jamás he sido. Todos nosotros somos libres de innovar en la red cada día --Internet es, en efecto, una herramienta construida por la gente para la gente. ¿Debería entonces Internet ganar el premio Nobel? Esta puede ser una posibilidad remota, aunque sólo sea porque debe ser muy difícil dar un premio tal a todos los internautas del mundo.
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