Por JUSTIN SCHECK y JOANN S. LUBLIN
El plan de Hewlett-Packard Co. para salir del mercado de las computadoras personales (PC), anunciado la semana pasada, plantea muchas preguntas acerca de la estrategia del gigante de la tecnología.
H-P sorprendió a los inversionistas el viernes, cuando anunció que estudia vender o escindir su unidad de PC, la mayor del mundo. La empresa también cerró un acuerdo para pagar más de US$10.000 millones por el fabricante de software británico Autonomy Corp.
La decisión de H-P revierte en gran parte un controvertido acuerdo por US$25.000 millones sellado hace casi una década para adquirir Compaq Computer Corp., por entonces rival en el mercado de las PC. A su vez, H-P se encontró con una significativa oposición de los inversionistas e incluso algunas objeciones de su propia junta directiva.
Desde entonces, mucho ha cambiado en la empresa –incluidos dos presidentes ejecutivos, y la junta actual apoya a Léo Apotheker, que ahora está al mando–, pero ahora debe volver a calmar a los inversionistas rebeldes.
"Están perjudicando el negocio que tratan de vender", opinó Pat Becker Jr., administrador de fondos en Becker Capital Management, que hasta junio tenía alrededor de 1,2 millones de acciones de H-P. Asimismo, piensa que la empresa pudo haber perdido la oportunidad de conseguir un buen precio para su unidad de PC al revelar su nueva estrategia antes de tiempo.
Becker dijo que le preocupan los planes de H-P de dejar a la división de PC adormecida durante un año o más, mientras se completa la separación. H-P sentía que tenía que anunciar el plan tan pronto como la junta lo aprobara para cumplir con las normas de transparencia de la Comisión de Bolsa y Valores de EE.UU. (SEC), de acuerdo con fuentes al tanto.
H-P tomará en breve una decisión sobre los próximos pasos, pero completar la escisión podría tomar hasta 12 meses, según otra fuente. La nueva empresa dentro de H-P, llamada Spin Co., tendría que nombrar una junta directiva y resolver todas las implicaciones fiscales de una entidad independiente.
El crecimiento de los márgenes de ganancia de la división de PC estaban por debajo de los demás negocios de H-P, y deshacerse de esa unidad le permitirá concentrarse en los servicios y el software, que son más lucrativos, señaló Basu Mullick, director gerente de Neuberger Berman LLC, que ocupa el puesto 25 entre los mayores accionistas de H-P. Sin embargo, cuestionó la forma abrupta en que Apotheker anunció la nueva estrategia. "La comunicación y la manera en que han manejado la situación no son correctas", opinó. "Obviamente, no hay que hablar de algo antes de concretarlo".
Otra preocupación es el precio del acuerdo por Autonomy. H-P está pagando una prima de 80% por la empresa británica. Se trata de un desembolso de más de US$10.000 millones por una empresa con apenas alrededor de US$1.000 millones de ingresos anuales.
Mullick, quien aclaró que hablaba a título personal y no en nombre de su empresa, sostuvo que apoyaba el plan para salir del negocio de las PC, pero que no le gustaba la adquisición de Autonomy. "Me parece una destrucción del valor para los accionistas", opinó. "Léo (Apotheker) todavía no ha cumplido y quiere que confiemos en él en la realización de una costosa adquisición".
Apotheker pasó gran parte del viernes hablando con los inversionistas acerca de la decisión, al igual que la directora financiera Cathie Lesjak. Otros ejecutivos han estado explicando el plan a los clientes, empleados y distribuidores. Apotheker tiene previsto viajar a Nueva York hoy para reunirse con los inversionistas en persona, en tanto que el miércoles tendrá reuniones en Londres, informó Bill Wohl, director de comunicaciones de H-P.
H-P está saliendo del negocio de las PC porque no puede darse el lujo de invertir en la unidad de aparatos de consumo al mismo tiempo que desarrolla una cartera de productos para las empresas, explicó Apotheker el jueves.
Uno de los problemas que enfrenta la empresa es que la escisión del brazo de las PC del resto de H-P haga de esa unidad un negocio menos atractivo que cuando estaba unido a la empresa, opinan los analistas, inversionistas y ejecutivos de la industria tecnológica.
—Ian Sherr y Ben Worthen contribuyeron a este artículo.
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