Por David Cuen / BBC Mundo
China cuenta con 485 millones de usuarios de internet, según las últimas estadísiticas del gobierno.
La cifra representa más del doble de todos los internautas latinoamericanos -ateniéndonos a las cifras de Internet World Stats- y supera a Estados Unidos y Canadá juntos por poco más de 200 millones de usuarios.
Cierto es que los navegantes digitales chinos no cuentan con el mismo acceso a la información que otros usuarios en el mundo, pero eso no implica que no estén usando las mismas plataformas que otras naciones, con fines muy diferentes.
Los microblogs, créanlo o no, son una de las razones detrás del explosivo crecimiento de la red en dicho país.
La mayoría de internautas en el país accede a la red en busca de entretenimiento y comunicación. La explosión de servicios de microblogs y mensajería instantánea están atrayendo millones de usuarios a estos servicios.
Y no estamos hablando de Twitter ni de Facebook, sino de jugadores locales como Tencent o Sina Weibo.
195 millones de personas en el país tienen una cuenta en un servicio de microblog. Según la revista The Economist, en territorio chino se cuentan más de 80 diferentes redes sociales.
Tencent inició como un servicio de mensajería instantánea y hoy está convertido en un emporio de comunicación digital que sirve por igual a jóvenes y empresas.
Ha creado todo un sistema de bienes virtuales cuyas ventas y ganancias harían palidecer a Zynga, la empresa creadora de Farmville.
Pero la nueva estrella en el firmamento del dragón es Sina Weibo, una especie de clon de Twitter adaptado al mercado local.
Los usuarios de Weibo envían mensajes que pueden ser fotos, audio, video y mensajes y el sitio gana dinero a través de publicidad y acceso a características especiales. En los próximos meses lanzarán una versión internacional en inglés.
Los usuarios chinos son mayoritariamente jóvenes y muchos de ellos buscan ingresos económicos qué les permitan mejorar su calidad de vida.
Imagen del sitio de subastas chino Paipai
Alibaba incluso cuenta con versiones internacionales cuyo objetivo es lograr que los productos chinos lleguen a otros mercados de internet como Estados Unidos.
Para responder a la incertidumbre que las transacciones en línea generan en el país, los sitios de subasta chinos aceptan dinero en efectivo cono forma de pago.
El gigante de Asia además cuenta con cerca de 900 millones de suscriptores de telefonía celular, por lo que el país podrá saltar sin problema a la era de internet móvil y seguir explotando el mercado.
De hecho Alibaba ya sacó su propio sistema operativo para competir con Android y el iPhone en una jugada que demuestra que las empresas chinas no están dispuestas a perder el control de su región.
Todo esto, claro, se ha logrado en el marco de un estricto control político del gobierno que cada vez vigila internet con más rigor.
Ninguna información política, más allá de la del partido oficial circula libremente por la red.
Las autoridades, sin embargo, están alentando a los funcionarios locales a que conversen con la gente a través de microblogs como Weibo y Tencent para conocer su opinión sobre los problemas cotidianos. Más vale prevenir, dirían algunos, que lamentar.
El modelo chino no es único, ni descubrió el hilo negro. Muchos países asiáticos han aplicado la misma lógica: copiar una idea de occidente y adaptarla al mercado local. Después el concepto evoluciona a tal punto que casi no se parece al punto de partida.
Pero en el caso de China con una población de miles de millones de personas y cientos de millones de internautas, los beneficios económicos saltan a la vista.
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