Por THOMAS CATAN
WASHINGTON—La compra de Motorola Mobility Holdings Inc. por parte de Google Inc. por US$12.500 millones tiene lugar cuando el gigante de Internet está en la mira de las autoridades antimonopolio de todo el mundo. Sin embargo, eso no necesariamente significa que la operación vaya a ser bloqueada, dicen los expertos.
Nominalmente, el acuerdo es por teléfonos móviles. En ese mercado, Google es un pequeño actor y se mantendría pequeño incluso luego de la adquisición. La combinación podría plantear preocupaciones acerca de si Google continuará proveyendo a sus rivales el libre acceso a Android, su software para dispositivos móviles. No obstante, tales cuestiones no parecen ser lo suficientemente graves como para frustrar el acuerdo, opinan los especialistas.
Motorola no tiene una posición dominante en el mercado de teléfonos celulares. Hace cinco años, vendía cerca de un teléfono celular de cada cinco que se vendían en todo el mundo, mientras que en la actualidad sólo posee una participación de 2,4% del mercado, de acuerdo con la firma de investigación Gartner.
Google no compite de manera directa con Motorola, lo que aumenta todavía más las probabilidades de que el acuerdo sea aprobado. Legalmente, es mucho más difícil para el gobierno desafiar con éxito una adquisición de tipo "vertical" entre dos partes que no son competidores directos.
"Esta es una gran empresa que toma una pequeña empresa verticalmente (y) en un sector en el que no tiene cuota de mercado", sostiene Melissa Maxman, abogada de defensa de la competencia de la firma legal Cozen O'Connor, en Washington. "Es un argumento muy fácil de sostener para la gente de Google".
Sus rivales Microsoft Corp. y Apple Inc. podrían intervenir con objeciones a la transacción. Microsoft se ha quejado ante los reguladores estadounidenses y europeos sobre el comportamiento de Google en otras cuestiones.
Sin embargo, en Google son optimistas acerca de sus probabilidades de obtener la aprobación regulatoria.
"Estamos bastante seguros de que será aprobado", afirmó David Drummond, director legal de la empresa. "Google no ha participado materialmente en el negocio de los teléfonos móviles... así que esto no debe dar lugar a ese tipo de preocupaciones".
Eso no significa que el Departamento de Justicia, que se espera que revise el acuerdo, lo aprobará sin más. En los últimos años, cada transacción de Google ha recibido un análisis en profundidad. Es posible que el Departamento de Justicia busque imponer condiciones sobre el acuerdo.
El lunes, varios fabricantes de teléfonos que utilizan Android expresaron abiertamente su bienvenida al acuerdo. Pero en privado, algunos podrían preguntarse si Google dará un trato preferencial a Motorola. Por ejemplo, en teoría, Google podría dar a Motorola sus últimas versiones de Android de manera exclusiva, colocando a los competidores en desventaja competitiva.
Una forma que tiene el Departamento de Justicia para que Google mantenga su promesa de no discriminar a los adversarios de Motorola sería que busque implementar el llamado "cortafuegos" (conocido en inglés como "firewall") entre Google y su filial Motorola.
A cambio de no cuestionar el acuerdo, el Departamento de Justicia también podría pedir a Google que firme un acuerdo homologado que lo obligue a otorgar la licencia de Android a cualquier otro fabricante en términos equitativos y no discriminatorios.
—Anupreeta Das y Amy Schatz contribuyeron a este artículo.
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