Para entender cómo ha llegado a convertirse un personaje histórico en un negocio para Time Warner habría que retroceder en el tiempo. Guy Fawkes, natural de Inglaterra y fallecido en 1606, fue un conspirador católico inglés que sirvió en el ejército. Su figura se hizo relevante al formar parte de la denominada comoConspiración de la Pólvora, un plan que tenía como objetivo volar el Parlamento y asesinar al Rey Jacobo I y los miembros de la Cámara de los Lores con una serie de explosivos.
Fawkes, encargado de activar las explosiones, fue finalmente arrestado. El hombre declaró que el atentado iba dirigido a acabar con las persecuciones religiosas negándose a dar nombres de cómplices por lo que finalmente fue ejecutado. Desde entonces, muchos británicos celebran el 5 de noviembre, fecha conocida como la Bonfire night, simulando la quema en una hoguera de la figura de este revolucionario.
Varios siglos después, en 1982, la figura de Fawkes volvió a estar en boca de todos. En este caso llegó de la mano de la aclamada novela gráfica de Alan Moore, V for Vendetta. La historia, ambientada en Gran Bretaña, nos muestra a un partido fascista que domina el Reino Unido. Frente a este poder surge la imagen de anarquista revolucionario, V, que se ocultaba bajo una máscara de Guy Fawkes. V comenzaría una escalada de violencia alentando a la población a derrocar al gobierno.
Una década después aparecía la adaptación cinematográfica de la obra de Moore. V for Vendetta se estrenaba en los cines en el año 2006. La película estaba producida por Warner Bros, propiedad de Time Warner, la cual tenía todos los derechos de la imagen y merchandising del filme.
Y aquí es cuando llegamos a la época actual. Anonymous, el colectivo que ha adquirido una enorme relevancia en la red con sus continuos ataques contra cualquier tipo de censura que se diera en Internet, han utilizado en cada una de sus acciones la máscara de Fawkes como imagen representativa del grupo.
Desde sus primeros ataques contra la Cienciología, pasando por Visa o Mastercard, hasta las últimas y polémicas congregaciones en protesta por la decisión de BART a cortar las líneas en la red evitando así las protestas, Anonymous siempre ha solicitado la ayuda de todos sirviéndose únicamente de esta máscara como imagen pública.
Tal y como afirman desde The New York Times, el disfraz de Guy Fakes se ha convertido durante el último año en el traje más comprado, el más popular con diferencia a lo largo de todo Estados Unidos. Unas cifras que podrían haber dado con gran parte de los ingresos acumulados por Time Warner el año pasado.
En Amazon por ejemplo es la máscara más vendida superando a otras que han copado históricamente las listas como la de Batman, Harry Potter o el mismísimo Darth Vader. Varios de los comercios más importantes del país hablan de unas cifras que sobrepasaron las 100.000 unidades sólo a finales del año pasado por tienda, frente a las 5.000 unidades de media del resto de máscaras en un año. Si la media por máscara es de unos 6 euros, hagan los cálculos con las cientos de tiendas, tanto físicas como en Internet, que existen por el país.
Resulta paradójico que sea Timer Warner, una de las grandes compañías de nuestro tiempo, con medios tan importantes como la revista Time o la Warner Bros en su organigrama, y defensora de muchas de las causas abiertas contra la infracción del copyright en la red o defensora de la aprobación de la regulación PROTECT IP, la que se haya servido de los propios Anonymous para engordar las cifras.
Según cuentan en el diario, desde la Warner no han querido dar datos sobre los ingresosque le han generado, una respuesta que puede denotar el peligro que le genera al propio medio la noticia. ¿Qué pensará el colectivo de la misma?
Gracias al blog por mantenernos actualizados con la información.
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