La semana pasada ocurrieron una serie de eventos sísmicos que cambiaron el perfil del paisaje tecnológico.
Se vio cómo un gigante estadounidense de la historia de la informática, al menos de su sector móvil, era absorbido por otro y cómo una firma con un pasado aun más prestigioso de deshacía de sus negocios de computadoras personales y móviles.
Y todo preció haber dejado fortalecido a otro de los titanes de la informática.
La semana pasada Apple no estaba tan ocupado como sus rivales, pero igual generó algunos titulares.
Nos enteramos, por ejemplo, de que además de tener más dinero que el gobierno de Estados Unidos, la empresa tiene más valor que todos los bancos de la eurozona juntos.
Pero fueron Google, con su adquisición de Motorola Mobility, y HP, dando un giro de 180 grados a su negocio, los que realmente hicieron olas.
Y aunque estoy seguro de que los ejecutivos de Apple observaron con cuidado estos movimientos de sus rivales, es difícil creer que están preocupados.
El avance de Google sobre Motorola y su almacén de patentes parecía audaz al inicio, algo que ofrecería la posibilidad de generar un ecosistema Android más integrado.
Pero una semana más tarde se ve como defensiva, y difícilmente algo que produzca el tipo de operación punto a punto que le da márgenes tan grandes a Apple.
Y una caída del 10% en la semana no sugiere que los mercados hayan visto la maniobra de Motorola como algo genial.
El jueves hiperactivo de HP, en el que se deshizo de su sistema operativo WebOS, compró la empresa de software Autonomy y anunció planes de vender su división de computadoras personales, posiblemente haya sido menos preocupante para la empresa dirigida por Steve Jobs.
Alternativas al iPad
Han pasado solo 18 meses desde que el director ejecutivo de Apple dijo que la iPad era parte de una revolución que nos llevaría más allá de la PC; y ahora HP no sólo está asintiendo, sino que ha tirado la toalla.
En particular, el haber decidido discontinuar la tableta Touchpad apenas semanas después de un lanzamiento con mucha fanfarria, no solo es un humillante y caro revés para HP, sino también un hecho que amenaza socavar la confianza de los consumidores en todos los rivales del dispositivo de Apple.
No estoy seguro de que los compradores no especializados fueran a distinguir entre tabletas WebOS, Blackberry o Android, a las que verían como potenciales alternativas a la iPad.
Si un producto como la Touchpad puede morir en pocas semanas, ¿quién va a querer invertir en cualquier otro de los oponentes a la iPad?
La que podría tener alguna posibilidad es la Samsung Galaxy Tab 10.1, un dispositivo que he estado usando en los últimos días.
Me ha causado una buena impresión: es liviana, rápida, con una pantalla fantástica y mejor cámara que la iPad 2.
En otras palabras, un verdadero contendiente. Pero hay un gran "pero".
Apple está envuelta en una batalla legal en una corte alemana sobre las supuestas similitudes entre la Tab y la iPad, lo que hizo que por un tiempo Samsung tuviera prohibido vender su dispositivo en la mayoría de los países de la Unión Europea.
Esa prohibición ya ha sido levantada, al menos fuera de Alemania, pero el asunto no ha ayudado al desembarco de la tableta en el mercado.
¿Quién va a salir a comprar una rival de la iPad si todo lo que escuchan es que es una copia de la original, y no una más barata?
Cualesquiera sean los méritos del caso de Apple, las disputas por patentes y propiedad intelectual parecen estar dañando los intereses de los consumidores y los innovadores en la industria informática.
Steve Jobs y su compañía han disfrutado una victoria tras otra durante el último par de años.
Pero muchos consumidores, tanto como sus rivales, pueden estar abrigando la esperanza de que el jueves, cuando la corte alemana dé su veredicto sobre el caso Samsung, Apple sufra una inusual derrota.
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