miércoles, 20 de abril de 2011

Recolectores de información


Por Javier Martín / El País

En otro tiempo alguien les hubiera llamado chupópteros de contenidos; dejémoslo en "aspiradores" o "agregadores" de información de otros o, si se prefiere la definición políticamente correcta, en "revistas personalizadas". Han nacido a la sombra del iPad, es decir, que no han cumplido ni un año, pero parece que tienen un brillante futuro. Flipboard, con nueve meses de vida, ha sido valorada en 140 millones de euros.

Estos agregadores de contenidos al gusto del lector ponen en un mismo sitio todas las fuentes informativas que le interesan de los temas que le interesan, además de añadir los contenidos de sus seguidores en Twitter, Facebook o Flickr.

Las revistas personalizadas chupan la información de tal forma que sin teclear otras direcciones el lector puede estar al tanto de las noticias (aunque casi nunca de los artículos de los medios más prestigiosos) o de los tuits que escriben Obama o Alex de la Iglesia, si es que los sigue. Otra cosa es que también se refresque la revista con los tuits gamberros de la cuadrilla, pero siempre se pueden ir eliminando y así conformar, poco a poco, un medio de comunicación a medida. Por si las habilidades no fueran ya suficientes, estos agregadores eliminan el anuncio que pudiera llevar el artículo. Perfecto para el lector, un desastre para el editor.

El respeto a los derechos de propiedad y de autoría son las asignaturas pendientes de las revistas personalizadas. El director de Flipboard, Mike McCue, prometió en diciembre: "Queremos construir un negocio con los editores, no a espaldas de ellos". De momento ha dado un único resultado: el acuerdo con el imperio de Oprah Winfrey.

El éxito de Flipboard ha tenido muchas réplicas: Pulse, Summify, Flud, Hitpad. Casi siempre para el iPad y el iPhone; siempre en inglés y con contenidos demasiado norteamericanos para un consumidor europeo.

La canadiense Zite, también con un cuidado diseño, tiene algunas ventajas (más cómodo para tuitear) e inconvenientes (repite las mismas noticias en distintos medios) respecto al resto. Zite pregunta cada vez si el artículo ha gustado y si quiere más de esa temática y ese medio. Con las respuestas personalizará más los contenidos de estas revistas de edición continua.

El pasado mes Zite recibió la advertencia de National Geographic, Time, y otros grandes editores para que dejara de chupar sus contenidos. La respuesta del director Ali Davar sonaba a eco: "Queremos trabajar con los editores en beneficio de todos y, especialmente, de los lectores".

Una de las últimas revistas se llama Taptu y, cosa extraña, también funciona con Android. Mezcla y remezcla con la punta de los dedos y, como los otros, basta con dar los usuarios de Twitter, Facebook y las noticias y blogs que se quieren agregar para crear el contenido a la carta. La interfaz se forma con cuadraditos donde aparecen las fuentes añadidas. Taptu distingue entre contenidos leídos y sin leer y los duplicados. En su intento de abarcar demasiado, resulta algo confusa.

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