lunes, 4 de abril de 2011

Gestionando el caos provocado por un millar de voces


Por Erica Naone

Whitehouse.gov, junto con millones de otras páginas Web, está basada en Drupal—un software gratuito de código abierto desarrollado por una comunidad global de voluntarios, que permite a los usuarios crear páginas web, incluso cuando sus conocimientos de programación son limitados o nulos. El proyecto ha crecido de forma constante desde su fundación, en 2001, por Dries Buytaert, y en la creación de Drupal 7, que fue lanzado en enero, participaron más de un millar de personas. A medida que la comunidad se prepara para el trabajo de Drupal 8, se está trabajando para preservar un entorno que seguirá siendo amigo de la colaboración, llegados al punto en que el proyecto ha superado los sistemas informales que ha utilizado hasta la fecha.

"Al principio, yo era capaz de entender todo el código," explica Buytaert. "Actualmente, eso no es necesariamente posible para una persona." Así que los líderes de la comunidad están preparando los sistemas formales que esperan que consigan que Drupal resulte más accesible a nuevos participantes, al mismo tiempo que ofrezca a los usuarios el poder de un proyecto con una dirección clara. Parte del reto de Drupal es que a pesar ser creado por un grupo de voluntarios, el proyecto debe presentar un frente unido de cara a las numerosas empresas e instituciones que han confiado en el software para sus portales web—Warner Brothers Records, Penn State University, AOL, y Symantec, entre otros. (Los usuarios de Drupal también pueden pagar por el soporte de empresas como Acquia, que fue cofundada por Buytaert en 2007 y que ayuda a las empresas con Drupal de una forma parecida a la que Red Hat ofrece para Linux.)

Aunque Buytaert mantiene un papel de liderazgo, siempre ha tenido como prioridad permitir que otros expresen su opinión sobre la dirección de Drupal. "Estamos trabajando con voluntarios, y con ellos la jerarquía vertical no funciona", afirma Buytaert.

Al principio, Buytaert podía establecer este entorno mediante una conversación con los otros desarrolladores. Sin embargo, para que este entorno de colaboración sea más formal, Drupal está cambiando a un nuevo sistema de control de versiones llamado Git—también gratuito y basado en código libre—algo que Buytaert cree que alentará los valores que promociona.

Un sistema de control de versiones como Git ayuda a poner orden en la extraña y milagrosa empresa que es un proyecto de código abierto, en el que a menudo se desarrollan y mantienen enormes proyectos de software con una calidad muy buena gracias un grupo poco controlado de programadores voluntarios que trabajan en lo que les apetece durante su tiempo libre. La gente escribe código y debate sus méritos, y en última instancia, los líderes del proyecto liberan oficialmente el código que ha pasado la prueba de la comunidad.

Lo más importante para Drupal, afirma Buytaert, es que Git permitirá a pequeños grupos de desarrolladores trabajar en trozos más grandes del software. Buytaert puede delegar la gestión de estos grupos a unos líderes que pueden crear entornos de colaboración en miniatura dentro de sus áreas de especialización. "Esto me permite escalar", comenta Buytaert, refiriéndose a la imposibilidad de gestionar todo el proyecto por sí mismo. "También ayuda a escalar la comunidad, ya que ofrecerá a los novatos una idea más clara de por dónde empezar."

Git también da crédito de una forma clara a las personas que desarrollaron cada sección del código, algo que Buytaert considera muy importante. "El reconocimiento es la divisa de nuestro proyecto", afirma el líder de Drupal; ofrecer a la gente un sentido de propiedad sobre el trabajo que ha hecho es la manera de crear "colaboradores apasionados."

"Siempre hemos hecho esto", añade Buytaert, "pero anteriormente se hacía de una forma un poco informal."

El entorno que la comunidad está trabajando para preservar ha tenido éxito hasta el momento en atraer a nuevos desarrolladores y captar su interés.

La diseñadora Jen Simmons , quien actualmente es programadora senior de desarrollo Web de la empresa con sede en Chicago Palantir.net, comenzó como usuaria de Drupal. Hace dos años, Simmons asistió a una conferencia para aprender a utilizar mejor el software y quedó sorprendida por el grado de autogestión de la comunidad de programadores de Drupal.

Simmons afirma que los líderes de la comunidad como Angie Byron , quien ayuda a mantener Drupal 7, crearon una atmósfera que la inspiró a involucrarse más. Simmons oyó comentar que necesitaban más "temas" que permitieran cambiar la apariencia de un portal Drupal, y ella supo que era la persona adecuada para trabajar en el problema. Al principio, se preguntó cómo ser escogida—pero eventualmente se dio cuenta que Drupal funcionaba de una forma diferente. "No hay un proceso de selección", destaca Simmons. "[La gente me decía]: Sólo haz el trabajo. Cuando hayas terminado, si nos gusta, lo vamos a incluir." En la práctica, esto significa que a cualquier miembro de la comunidad se le permite hacer sugerencias acerca de una opción del software. Al final, un pequeño número de voluntarios reciben de Buytaert la autoridad para añadir al núcleo base del código, y lo hacen cuando parece que hay un consenso.

La comprensión de que podía simplemente hacer lo que quisiera hacer, señala Simmons, fue "impresionante, pero también me dio miedo y resultó agotador." Simmons comenzó su proyecto a principios de 2009 y continuó trabajando en él hasta julio de 2010, cuando fue añadido al núcleo después de un intenso debate con los otros miembros de la comunidad.

Con el tiempo, el diseño de Simmons se convertiría en Bartik, el tema por defecto de Drupal 7 (llamado así por Jean Bartik, quien fue uno de los programadores del primer ordenador electrónico). Hasta el día en que fue oficialmente añadido a Drupal, comenta Simmons, ella no supo con seguridad si su esfuerzo tendría éxito.

La experiencia de Simmons coincide con las observaciones de los investigadores sobre cómo los proyectos de código abierto gestionan la colaboración. Los proyectos tienden a publicar información acerca de lo que hay que hacer y los voluntarios toman la iniciativa e indican que ellos pueden echar una mano, explica la antropóloga Diana Harrelson, investigadora de experiencia de usuario y diseñadora de la empresa de alojamiento web The Planet, que estudió la comunidad detrás del proyecto de código libre Fedora como parte de su trabajo para obtener un máster antropología aplicada.

La colaboración en los proyectos de código abierto "no sigue un enfoque vertical, sino que recibe aportaciones por todos los lados", indica ella. "Usted está trabajando con sus compañeros, mentores y alumnos que todos sienten que tienen algo que aportar y quieren contribuir en todo lo que puedan. De lo contrario, no estarían allí. "

La clave, según Buytaert, es crear un ambiente donde "cada uno es un líder y un seguidor al mismo tiempo." Aunque su modelo sea tan diferente del modelo empresarial tradicional, es innegable que los proyectos de código abierto como Drupal han dado lugar a software que compite con los mejores productos comerciales.

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