Por Valeria Perasso / BBC Mundo
Basta una bandeja de maníes compartida en un aeropuerto o una reunión de ejecutivos que se dan un apretón de manos antes de despedirse. O un hombre que tose en un autobús repleto, o un casino de lujo donde miles de turistas tocan las fichas con las que hacen sus apuestas.
Basta un instante de contacto interpersonal para que, en cuestión de días, un virus letal se disperse por el mundo y dispare una pandemia. Esa es la historia que cuenta "Contagio", la última película del director Steven Soderbergh, que acaba de estrenarse en Estados Unidos.
La cinta -con un elenco multiestelar que incluye a Matt Damon, Jude Law, Gwyneth Paltrow y Marion Cotillard- está pensada como un thriller realista donde el pánico que trae la enfermedad se convierte en desorden social.
Pero, a diferencia de otras películas de catástrofe médica -como "La amenaza de Andrómeda" (1971) o "Epidemia" (1995), que abandonaron toda pretensión de realismo científico y esbozaron teorías conspirativas sobre el origen de las enfermedades-, la de Soderbergh se concentra en el virus mismo: en su avance silencioso hasta convertirse en amenaza sin fronteras, tal como se ha visto recientemente con los brotes de fiebre aviar o gripe porcina.
"Hice una educación completa sobre virus con epidemiólogos en San Francisco. Queríamos que la película resultara tan real como fuera posible", confirmó ante BBC Mundo el premiado director, que mandó a registrar los sonidos originales de las heladeras y las centrifugadoras de laboratorio para usar el audio en la banda del filme.
Epidemia real
Además, "Contagio" tuvo buen timing: mientras hacían la preproducción, el virus H1N1 puso en alerta al continente americano.
"Fuimos a México y pudimos ver la parte operativa: cómo se tomaban las decisiones en tiempo real y cómo el mundo respondía a estas decisiones. Y vimos también cómo un virus podía esparcirse de maneras impensadas", relató Soderbergh.
Inmiscuirse en los laboratorios de los expertos del Centro para el Control y la Prevención de las Enfermedades estadounidense (CDC, según sus siglas en inglés) tuvo sus efectos colaterales: un estado de alerta permanente ante los riesgos de contagio en la vida cotidiana.
"Yo pasé de ser un despreocupado de los gérmenes a ser… una especie de lavador compulsivo de manos. Después de hacer una película como ésta, cambia un poco tu perspectiva sobre el trato de las enfermedades. Pero sin paranoia, sólo siendo más consciente", señaló Matt Damon a BBC Mundo, protagonista principal de la historia.
"Una de las cosas que entendimos cuando hicimos la investigación con los expertos es que va a haber una epidemia a gran escala como la de la película, ellos están seguros: es cíclico, pasa cada tanto que una 'grande' aparece", agregó el director.
Revolución en marcha
Pero, ante la amenaza inexorable, lo que podría cambiar -dicen los científicos- es la manera en que la medicina se enfrenta a la pandemia. No se trata de que "Contagio" falle en su intento de realismo, sino más bien que la tecnología disponible para los "detectives de enfermedades" no para de acelerarse.
Desde que Soderbergh terminó el rodaje, un nuevo equipo está listo para ser usado. Uno que podría haberle obligado a reescribir el guión completo - y sólo han pasado unos meses desde que el director gritó el "corten" final.
Se trata de la Personal Genome Machine (PGM), un poderoso dispositivo para decodificar secuencias de DNA que puede interpretar el material genético de cualquier virus o bacteria en materia de horas.
"La PGM permite acelerar los procesos de diagnóstico pero también los de tratamiento. Incluso en un virus que se está propagando, el mismo virus tiene variaciones de una persona contagiada a otra: si la inmunización se hace sobre las diferencias, no es efectivo. Poder leer rápidamente las secuencias de ADN permite encontrar los factores comunes y trabajar sobre éstos para crear las vacunas", dijo a BBC Mundo el creador de la máquina, Jonathan Rothberg, director ejecutivo de Ion Torrent, parte de la compañía de biotecnología Life Technologies.
Aunque la función principal de la PGM no es nueva, la máquina marca un salto revolucionario en materia de procedimientos ante una potencial pandemia: una prestigiosa revista médica británica consideró que abre el camino a "una nueva era de medicina molecular".
¿Por qué? Porque mientras sus antecesores costaban millones de dólares y tardaban semanas en entregar resultados, ésta se puede comprar por una quinta parte y cabe sobre el escritorio.
Durante el verano boreal, ya fue utilizada para identificar el brote de E.coli en Europa. Muchos anticipan que también podría servir en países pobres para, por ejemplo, analizar potenciales fuentes de contaminación, como el agua. O podría instalarse en aeropuertos ante la sospecha de un contagio, o trasladarse a una granja donde haya una enfermedad animal no identificada.
Como asesor de "Contagio", Rothberg podría incluso haber reescrito algunas escenas.
"Si se hubiera podido secuenciar con esta tecnología los anticuerpos del personaje de Matt Damon (su personaje es el único inmune al brote y los científicos de ficción no pueden usar su sangre para obtener anticuerpos "porque no es suficiente"), se podría también haber ayudado a crear un anticuerpo sintético en grandes cantidades, con el que se hubiera podido tratar la epidemia mucho más rápido", señala el experto de Ion Torrent.
Para el director Soderbergh, sin embargo, la película está hecha y a la vista en las pantallas. Más allá de los finales posibles, se ha impuesto una finalidad pedagógica.
Así lo dice: "Hay mucha responsabilidad en tocar temas como el de una pandemia. Espero que cuando la gente vea la película no se llene de pánico, sino más bien que aprenda a tomar precauciones. Si eso ocurre, habremos conseguido el objetivo".
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