Por STUART WEINBERG
Research In Motion Ltd. (RIM) ofrecerá hoy jueves un primer indicio de cómo van las ventas de PlayBook, su computadora tipo tableta. Otra serie de números, no obstante, podría ser más reveladora y significativa para sus ejecutivos: las ventas internacionales del teléfono inteligente BlackBerry, el producto insignia de RIM.
En los últimos trimestres, la empresa canadiense ha dependido del vigoroso crecimiento internacional para compensar la caída de la participación de mercado del BlackBerry en Estados Unidos y Canadá, donde ha cedido terreno ante el avance del iPhone, de Apple Inc., y otros teléfonos inteligentes que utilizan el sistema operativo Android, de Google.
En el año fiscal terminado en febrero, las ventas de BlackBerry fuera de EE.UU. y Canadá casi se duplicaron para llegar a US$10.680 millones, equivalentes a 54% de los ingresos totales de RIM. En el mismo lapso, RIM divulgó el primer descenso en los ingresos generados por BlackBerry en EE.UU. Aproximadamente 80% de la facturación de la compañía proviene de las ventas de Blackberry mientras que cerca de 20% corresponde al software y los servicios.
Sin embargo, una sorpresiva advertencia sobre ganancias inferiores a las previstas generó nuevas preguntas sobre la sostenibilidad de la expansión internacional. RIM dijo que los despachos de los BlackBerry posiblemente se ubiquen en la parte baja de los pronósticos. Atribuyó la situación, en parte, a un crecimiento menor del esperado de las ventas en América Latina, que ha sido una fuente importante de crecimiento en los últimos años.
Las acciones de RIM cayeron 38% desde el anuncio de menores ganancias del 28 de abril hasta el cierre del mercado el martes. Si la empresa anuncia un bajón de las ventas en el extranjero de BlackBerry el jueves, tendrá dificultades para convencer a los inversionistas de que su estrategia está dando frutos.
Los presidentes ejecutivos Jim Balsille y Mike Lazaridis dicen que están modificando el BlackBerry con pantallas táctiles, software vistoso y acceso a aplicaciones de terceros que esperan que atraigan a los consumidores de vuelta al icónico aparato.
Pero Wall Street mantiene su escepticismo y los rumores de que los presidentes ejecutivos se han quedado rezagados están creciendo. La semana pasada, un accionista menor, Northwest Ethical Investments LP, llamó a la empresa a separar los roles de presidente y presidente ejecutivo, puestos que actualmente ocupan en forma conjunta Balsille y Lazaridis y nombrar para el primer cargo a un director independiente.
El desempeño "internacional va a ser fundamental", dijo Richard Tsein, analista de Cormark Securities.
Los analistas esperan que los envíos de BlackBerry lleguen a 13,5 millones de unidades en el primer trimestre, lo que se ajusta a las previsiones que dio RIM cuando emitió su advertencia sobre el nivel de ganancias en abril. También prevén entregas de entre 350.000 y 400.000 unidades de PlayBook, lo que dejaría a la tableta muy por detrás de Apple, el líder del mercado, y de otros fabricantes como Samsung Electronics Co.
Algunos analistas creen que BlackBerry está enfrentando los mismos vientos en contra en el mercado internacional que la han golpeado en EE.UU. y Canadá. Entre esos factores está la presión para que las empresas permitan a los empleados pasar a cuentas de teléfonos inteligentes diferentes de BlackBerry, una tendencia que ha erosionado las ventas norteamericanas.
América Latina, desde hace mucho tiempo un mercado importante para el BlackBerry, será un lugar particularmente crítico. Se estima que Venezuela, por ejemplo, e tiene 1,7 millones de aparatos para una población de 28 millones, de acuerdo con Telefónica Venezuela, el principal operador del país. Pero cuando el iPhone4 salió a la venta el año pasado, los pedidos fueron tantos que Telefónica de Venezuela los vendió todos, incluso antes de que llegaran al país, dijo Douglas Ochoa, jefe de comunicaciones de la operadora.
En Brasil, TIM Brasil, la tercera operadora del país, recientemente recortó el precio de su BlackBerry Curve 8520 a 492 reales (US$ 309). Pero todavía es más caro que los 396 reales (US$ 249) que cobra por el Samsung Galaxy 5 que utiliza Android.
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