Tanto académicos como aficionados ya están pirateando la Kinect; y hacerlo está a punto de ser aún más fácil.
Una nueva generación de herramientas pronto harán que sea aún más fácil trastocar la Kinect, el dispositivo de 150 dólares de Microsoft que permite a los usuarios controlar los vídeo-juegos por medio de gestos.
Desde el lanzamiento de la Kinect en noviembre, Microsoft ha vendido más de 8 millones de unidades y, tal vez sin darse cuenta, inició un frenesí por la piratería, puesto que tanto académicos como aficionados han adaptado los sensores disponibles en la Kinect para proyectos que van desde la robótica hasta pantallas poco ortodoxas. La Kinect es tan popular para este tipo de proyectos puesto que ofrece una forma económica de establecer controles gestuales. A diferencia de la Wii de Nintendo, la Kinect puede "ver" los gestos de los usuarios sin necesidad de un mando a distancia o ropa especial. Y está diseñada para trabajar con USB, el protocolo que se utiliza habitualmente para conectar los dispositivos a los ordenadores.
Los hackers descubrieron la manera de comunicarse con el dispositivo sólo unos días después de su lanzamiento, aunque recientemente algunas compañías—incluyendo a Microsoft—han otorgado a sus actividades un apoyo más oficial.
Para trabajar con la Kinect, el hacker tiene que ser capaz de obtener información del dispositivo—tal como el mapa de profundidad que la Kinect construye para poder "ver" lo que está pasando en una habitación. El hacker también debe ser capaz de definir lo que se debe hacer con la información que el dispositivo recoge—en otras palabras, qué gestos reconocer. Se necesita un software para ambas funciones. La semana pasada, Microsoft anunció que lanzará un kit de desarrollo de software no comercial para Windows, para facilitar que los académicos e investigadores se adentren en la Kinect. El kit ofrecerá acceso al sistema de audio del dispositivo, el control directo del sensor principal, e interfaces de programación de aplicaciones de todo el sistema. La compañía tiene previsto seguir este lanzamiento con una versión comercial del kit.
PrimeSense, una empresa con sede en Tel Aviv, Israel, que proporcionó parte de la tecnología que Microsoft licenció para la Kinect, también ha estado apoyando a los hackers informáticos. Vende el PrimeSensor Reference Design, un dispositivo muy similar a la Kinect, y ofrece controladores de código abierto.
Por último, SoftKinetic, una empresa con sede en Bruselas, Bélgica, que se especializa en software de reconocimiento de gestos 3-D, ofrecerá una versión gratuita de su middleware; estará disponible para su descarga a mediados de marzo. Este software puede tomar los datos de profundidad desde cualquier dispositivo, incluida la Kinect, y ser usado para programar un dispositivo y hacer que responda a los gestos.
Los hackers de la Kinect ya dependen en gran medida de la información compartida. "No creo que fuese yo quien realmente piratease la Kinect", afirma una de las personas que la han modificado, Jim Spadacinni. Es propietario y director creativo de Ideum, una empresa dedicada al desarrollo de exhibiciones interactivas para museos de ciencias y otras instituciones. Spadacinni es también el investigador principal de Open Exhibits, un proyecto financiado por la Fundación Nacional de Ciencias, que tiene por objeto el desarrollo de software gratis de código abierto para ayudar a montar exposiciones. Recientemente ha estado investigando las posibilidades de la Kinect en este frente.
Open Exhibits ha añadido su grano de arena a la base de conocimientos sobre la Kinect mediante el lanzamiento de un módulo que permite a las personas escribir aplicaciones en Flash basadas en gestos de la Kinect. Sin embargo, Spadacinni le da el crédito a gente como Hector Martin, que publicó el driver de código abierto Open Kinect que muchos hackers han estado utilizando para extraer y manipular los datos desde el dispositivo.
La facilidad con que la gente hoy día puede programar a partir de una entrada de datos en 3-D "es un punto de inflexión absoluta", señala Sean Kean, organizador del New York City OpenKinect Meetup Group. "Vamos a asistir a una revolución". Kean afirma que lo que se está haciendo con la Kinect es reducir las barreras a las que se enfrentan los individuos a la hora de experimentar con la robótica y otras aplicaciones avanzadas. La tecnología no se limita a permitir estar de pie delante de un dispositivo y hacer un gesto—puede ser utilizada para cualquier tipo de entrada de datos en 3-D, como por ejemplo guiar los movimientos de un robot.
De hecho, los hackers han utilizado la tecnología para crear un robot capaz de pegarse y seguir a una persona, interfaces de control gestual para navegar entre artículos de noticias, y una entrada de datos para un sistema de visualización en 3-D.
Todo eso era posible anteriormente, aunque no a un coste tan bajo, afirma Garratt Gallagher, ingeniero de robótica del Laboratorio de Ciencias Informáticas e Inteligencia Artificial del MIT, y creador de varios hacks para la Kinect. "Hoy día," afirma Gallagher, "hemos conseguido dar un gran paso más hacia todas nuestras fantasías de ciencia ficción".
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