Por Ben Worthen
Silicon Valley está atravesando otro auge de las empresas nuevas, pero el dinero no está fluyendo de forma pareja a todo el mundo.
Los inversionistas se abalanzan sobre sitios web de rápido crecimiento como Facebook Inc., así como fabricantes de software para teléfonos inteligentes, juegos para redes sociales y otros servicios al consumidor. Sin embargo, no ocurre lo mismo con las nuevas empresas de tecnología orientadas a clientes corporativos, donde el financiamiento ha sido más discreto.
La diferencia es notoria. En los primeros tres meses de este año, la inversión de capital de riesgo en empresas tecnológicas de consumo casi se triplicó a US$874 millones, desde US$310 millones un año antes.
Entre tanto, las inversiones en firmas de tecnología con productos para empresas aumentaron a una tasa más lenta a US$2.300 millones desde US$1.900 millones un año antes, según la firma de investigación VentureSource. La cantidad total de dinero captada por este tipo de empresas es mayor que la recaudada por sus colegas orientados a los consumidores debido a que las firmas que apuntan a empresas, que van desde fabricantes de aparatos de redes a diseñadores de chips de computadoras, a menudo requieren mayores inversiones para que sus emprendimientos despeguen.
Jeff Tseng, un emprendedor de 32 años, intentó el año pasado captar dinero para Kontagent Inc., una compañía de San Francisco que ayuda a empresas de videojuegos a rastrear la forma en que la gente usa sus productos.
En un lapso de cinco meses, Tseng se reunió con 20 firmas de capital de riesgo, pero la mayoría lo rechazó con el argumento de que buscaban financiar empresas nuevas que apuntaban a los consumidores.
"Sólo un puñado de las firmas con las que hablamos están realmente interesadas" en financiar compañías con productos o servicios empresariales, indicó Tseng. Aunque Kontagent finalmente aseguró US$4,5 millones en financiación de capital de riesgo, el esfuerzo "no fue el más fácil", sostuvo.
La tendencia ha ido tomando impulso en los últimos años. La inversión de riesgo en firmas de productos corporativos fue de US$11.900 millones en 2010, un descenso de 35% frente a los US$18.400 de 2006, según VentureSource. La cantidad total de rondas de financiación que recibieron esas empresas también cayó 18% a 1.261 durante ese período.
A la vez, las inversiones en empresas nuevas que apuntan a los consumidores se dispararon. La financiación para estas firmas subió más del triple a US$4.800 millones en 2010 frente a 2006, y la cantidad de rondas de financiación aumentó 68% a 374, según VentureSource, que, al igual que The Wall Street Journal, es propiedad de News Corp.
Las cifras no incluyen las llamadas inversiones ángel que cada vez más sustentan a empresas nuevas con cientos de miles de dólares.
Una prominente compañía nueva de equipos para redes, Arista Networks Inc., con sede en Santa Clara, California, es financiada por completo por sus cofundadores: Andreas Bechtolsheim y David Cheriton. "Los capitalistas de riesgo simplemente se dieron por vencidos con las redes", indicó Bechtolsheim, uno de los fundadores de Sun Microsystems Inc. "La gente llegó a creer que no se podía hacer y que la barrera para ingresar era demasiado alta".
Cabe aclarar que algunas empresas dedicadas al mercado corporativo aún consiguen importante financiación. Zuora Inc., una empresa de Redwood City, California, que ayuda a empresas en línea con sus sistemas de facturación, cerró en noviembre una ronda de US$20 millones, lo que llevó la inversión total en la empresa a US$41,4 millones.
Pero el éxito de empresas web nuevas que apuntan a los consumidores como Facebook y Groupon Inc. —y sus altísimas valoraciones— es el motivo por el cual muchos emprendedores tecnológicos e inversionistas de capital de riesgo se inclinan por los servicios de consumo. Hay menos emprendedores y empresas que proponen ideas nuevas para productos corporativos, señalan los capitalistas de riesgo.
"Sin dudas hemos enfocado nuestra mira en los últimos dos o tres años hacia marcas que apuntan a los consumidores", señaló Ben Choi, director de la firma de capital de riesgo Maveron LLC, que tiene oficinas en Seattle y San Francisco.
Los inversionistas agregaron que crear una empresa que apunta a clientes corporativos también es más difícil que fundar una empresa nueva que apunta a los consumidores.
Mientras que US$100.000 podrían ser suficiente para que un desarrollador saque al mercado un juego para el iPhone de Apple Inc., en una firma de productos empresariales esa cantidad "sólo alcanza para un mes", indicó Kent Bennet, vicepresidente de la firma de inversión de capital de riesgo Bessemer Venture Partners, que aún invierte en esas firmas.
Tseng experimentó en carne propia el lento camino. Fundó Kontagent en enero de 2008 y le llevó dos años y medio conseguir si primer cliente. "La mayor parte de nuestro crecimiento se ha producido en los últimos seis meses", indicó Tseng.
Sococo, una firma de Mountain View, California, que ofrece tecnología para ayudar a los trabajadores a colaborar en lo que llama espacios de oficinas virtuales, no encontró capitalistas de riesgo dispuestos a financiar su empresa, así que recaudó US$7 millones de individuos acaudalados.
"Si no tiene esos contactos personales, ¿cómo va a tener acceso a ese mercado?, preguntó David Van Wie, el presidente ejecutivo y fundador de la firma. "Está en una posición muy difícil".
—Don Clark contribuyó a este artículo.
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