La optimización WAN permite a una empresa maximizar las ventajas potenciales de la informática en la nube, al mismo tiempo que se reduce al mínimo la preocupación por el rendimiento de las aplicaciones a las que se accede a distancia.
La informática en la nube, o cloud computing, puede considerarse como una tendencia revolucionaria que se extiende por el mundo de las tecnologías de la información, o como una evolución de diversas tendencias que han estado ahí durante mucho tiempo. O tal vez incluso ambas cosas.
La informática en la nube permite disponer "como servicio" de aplicaciones o tecnologías como almacenamiento o backup. Esto significa que se encuentran disponibles bajo demanda, según sean necesarias, basándose en un conjunto de recursos informáticos que desde el punto de vista del usuario parecen ilimitados y sencillos. Realmente la complejidad no desaparece, sino que se encuentra escondida en la nube de los servicios de red.
En otras palabras, la informática en la nube significa brindar la ilusión de la simplicidad. Significa "hacer que parezca fácil". Cuando un departamento de TI consume recursos de la nube para sus propios fines o pone los servicios de la nube a disposición de los usuarios en la red empresarial, se espera que el proveedor de servicios ofrezca una interfaz limpia y mantenga todas las complejidades técnicas entre bastidores. Pero el acceso a servicios en la nube presenta muchos de los mismos retos que la implementación de aplicaciones en una red de área amplia (WAN) corporativa. Es especialmente difícil asegurar el rendimiento adecuado para los servicios de la nube cuando se accede a ellos a través de la red pública de Internet. El ancho de banda es limitado y la transmisión de señales se retrasa cuando han de recorrer grandes distancias.
Actualmente, muchas empresas se encuentran también en plena construcción de nubes privadas, conjuntos virtualizados de recursos de almacenamiento y procesamiento, y recursos a medida gestionados dentro del firewall que imitan el estilo arquitectónico de las nubes públicas. Y de igual forma que cada vez más usuarios corporativos acceden a los recursos de la nube a través de Internet, más empleados de oficinas remotas acceden a los recursos de la nube privada a través de la WAN.
Afortunadamente, los problemas de rendimiento de la nube se pueden atacar a través de muchas de las mismas estrategias que las empresas de TI han utilizado para mejorar la oferta de aplicaciones y servicios de red para sus sucursales, teletrabajadores y trabajadores móviles. Las tecnologías para la optimización WAN han evolucionado para hacer frente a los problemas de la informática a larga distancia y funcionan igual de bien en redes públicas y privadas.
Existen 5 razones por las que la optimización WAN será incluso más importante en este nuevo escenario tecnológico:
1. Las arquitecturas de la nube, pública y privada, tienen mucho en común con la distribución de aplicaciones a través de WANs corporativas. Los obstáculos fundamentales para un rendimiento aceptable en una WAN corporativa incluyen la distancia y el limitado ancho de banda disponible, que a menudo suponen un freno para las necesidades de red de aplicaciones diseñadas para funcionar en una red de área local. Algunos de los límites de rendimiento en una red WAN son absolutos, debido a constantes como la velocidad de la luz. Aún así, es posible llevar a cabo importantes mejoras gracias a los dispositivos y el software de optimización WAN, capaces de comprimir los datos para transferirlos a través de cualquier enlace de red y agilizar protocolos de aplicaciones con exceso de intercambio de información. Estas técnicas funcionan igual de bien a través de una conexión a Internet pública como a través de un circuito WAN privado.
En su informe "Aumento del rendimiento de TI de la empresa a la nube con optimización WAN", los analistas del Grupo Taneja describen las tendencias actuales de la informática empresarial hacia la consolidación y la movilidad que llevan a "la emergente ‘década de la nube’ en la que el rendimiento de TI quedará limitado, más que nunca, por el rendimiento de la red."
2. Las nubes privadas, esencialmente, continúan con la tendencia a largo plazo iniciada por la virtualización y la consolidación de servidores. A medida que estas iniciativas se extienden más allá de las sedes centrales de las empresas, cada vez es más normal la consolidación en centros de datos corporativos de los servicios de aplicaciones que antes proporcionaban los servidores en cada sucursal. Ofrecer a estas oficinas un rendimiento aceptable dependerá cada vez más de la optimización WAN.
3. Los servicios de nube pública dependen de que Internet funcione como su WAN, a diferencia de una red más controlada basada en enlaces de telecomunicaciones privados. Eso hace que lograr un alto rendimiento de forma consistente se convierta en una tarea incluso más difícil, dado que las empresas deben competir por el ancho de banda de la red pública, donde el potencial de congestión es impredecible. Así pues, el aprovechamiento de todo el ancho de banda disponible en cualquier momento es doblemente importante.
Con un servicio de nube pública, los usuarios de la sede central se encuentran en la misma posición que aquellos trabajadores remotos que tradicionalmente se han venido beneficiando de la optimización WAN. En otras palabras, todos los empleados serán remotos con respecto al centro de datos gestionado por una empresa externa. Por lo tanto, lo bien o mal que se gestionen los problemas de rendimiento que surjan será igual de evidente para el director ejecutivo como para los más remotos trabajadores de una sucursal.
Los servicios de la nube pública suelen estar protegidos por cifrado SSL, lo que añade una sobrecarga adicional. Los dispositivos de optimización WAN pueden evitar este paso, convirtiéndose en una barrera gracias a la aplicación de procesadores especializados para el cifrado y decodificación del tráfico. La seguridad está garantizada, sin necesidad de sacrificar el rendimiento.
4. La optimización WAN puede acelerar tanto las partes públicas como privadas de una nube de arquitectura híbrida. Lo modelos híbridos que utilizan una combinación de recursos públicos y privados pueden resultar más atractivos para muchas compañías. Algunos datos y aplicaciones se mantendrán dentro del firewall, por razones de seguridad y control, mientras que otros datos y aplicaciones se enviarán a la nube pública para ahorrar dinero y reducir la complejidad. En otros casos, los servicios de la nube pública se utilizarán para proporcionar capacidad extra o funciones de recuperación ante desastres.
Pero, incluso cuando los servicios se aplican a funciones que se ejecutan en segundo plano, como el backup de datos, la optimización WAN cobrará importancia a la hora de minimizar el conflicto con otras aplicaciones en la red. Por otra parte, cuando es necesario restaurar los datos de backup, a menudo hay que hacerlo rápidamente.
5. Las virtudes económicas y arquitectónicas de la informática en la nube tienen que estar en equilibrio con su utilidad. Cualquier aplicación interactiva que confíe en la infraestructura del cloud computing debe satisfacer las expectativas de los usuarios en cuestión de fiabilidad y rendimiento. Dichas expectativas se forman en parte por la experiencia de los usuarios con las aplicaciones basadas en LAN (frente a las cuales el rendimiento deberá ser notablemente peor) y con aplicaciones de Internet de compañías como Google y Amazon.com, que invierten mucho en maximizar el rendimiento que ofrecen.
En un informe tecnológico de Enterprise Strategy Group ("Aceleración del rendimiento de la nube con optimización WAN"), el analista principal, Jon Oltsik, concluye que alcanzar un alto rendimiento se convertirá en un factor clave para el éxito. "El ROI de la nube pública o privada no importará si la experiencia de los usuarios reduce la productividad a causa de un tiempo de respuesta inaceptable para el acceso a archivos, aplicaciones o a sus escritorios virtuales", señala.
La optimización WAN permite a una empresa maximizar las ventajas potenciales de la informática en la nube, al mismo tiempo que se reduce al mínimo la preocupación por el rendimiento de las aplicaciones a las que se accede a distancia. A falta de una respuesta viable a esta preocupación, es posible que las empresas no tengan la confianza necesaria para aprovechar la promesa del cloud computing. O pueden seguir adelante, y no ofrecer el rendimiento necesario para probar la informática en la nube dentro de sus empresas.
En cualquier caso, asociar cloud computing con optimización WAN es fundamental. Una compañía sólo puede conocer las ventajas evolutivas y revolucionarias de la nube haciendo del alto rendimiento un elemento fundamental de este tipo de tecnología.
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