Por Elizabeth Holmes y Spencer E. Ante
Gilt Groupe Inc. no ha ganado ni un centavo desde que fue fundada en 2007 como una tienda de descuento en línea para prendas y accesorios de diseñador como los blue jeans Citizens of Humanity y las carteras Rebecca Minkoff.
La recuperación de la economía estadounidense está terminando con el exceso de productos que alimentaron el inventario de Gilt durante la recesión. La compañía necesita importantes inversiones para transformarse en un minorista de productos de lujo. Y la competencia de una serie de imitadores de productos de moda exclusiva se está intensificando.
Sin embargo, nada de esto ha disuadido a un grupo de sofisticados capitalistas de riesgo de inyectar US$138 millones en la compañía, lo que cifra la valoración de la pequeña minorista en US$1.000 millones.
Gilt ahora vale dos veces su nivel de ventas, el doble que íconos del mercado de lujo como Saks Inc. y Nordstrom Inc. y cerca de la prima que se otorga a minoristas en línea ya establecidos como Amazon.com, al que el mercado ha dado un valor que equivale a 2,5 veces sus ventas.
A pesar de que compañías de Internet como Skype y Groupon Inc. continúan obteniendo valoraciones inesperadamente altas, hay un creciente escepticismo respecto a cuánto puede durar esta tendencia al alza. Gilt —que está en un negocio altamente competitivo— se ha transformado en una prueba para el nuevo boom de las empresas de Internet. ¿Realmente vale esta compañía US$1.000 millones?
"Yo tengo mis dudas", opina Andrew Jassin, cofundador de Jassin Consulting Group, que trabaja con marcas que venden a Gilt.
Las dudas de Jassin se centran en el empeoramiento de los fundamentos del núcleo del negocio de Gilt que es la venta de productos de diseñador con descuento. Esa fue una estrategia que tuvo su auge durante la recesión, cuando las ventas de productos de lujo se hundieron y el inventario creció. Gilt tomó ese excedente y lo vendió a precios reducidos en ofertas por tiempo limitado que recrearon en línea el frenesí de las "ventas de muestra".
Pero a medida que las ventas de productos de lujo se van recuperando, la cantidad de mercancía comenzó a reducirse, explica Jassin. El valor de Gilt no seguirá creciendo a menos que pueda asegurar, por ejemplo, suficientes zapatos de Stuart Weitzman.
Un grupo de nueve inversionistas, que incluye a Goldman Sachs Group Inc. y al japonés Softbank Corp. participó en la última ronda de financiamiento de Gilt. Casi la mitad del financiamiento provino de Softbank, el conglomerado japonés que se hizo conocido por inflar la burbuja de las empresas de Internet cuando invirtió mucho en las empresas de tecnología durante la década de los 90.
Muchas firmas tecnológicas están logrando mejores ventas y ganancias que sus contrapartes del primer boom de Internet hace más de una década, pero los escépticos todavía se preocupan por la posibilidad de que las valoraciones se estén alejando mucho de las bases reales de las empresas.
Gilt generó ingresos por alrededor de US$400 millones el año pasado, más del doble de los US$170 millones que obtuvo en 2009.
Randall Glein, director gerente de Draper Fisher Jurvetson Growth Fund, dijo que no está preocupado por la falta de rentabilidad de Gilt ya que está destinando sus fondos a expandirse, una opción habitual en las empresas jóvenes.
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