Por SHIRA OVIDE
Más allá de la recepción que tenga la nueva versión del sistema operativo Windows de Microsoft Corp., MSFT +0.17% la mayor parte de las críticas o de los elogios recaerán sobre un hombre: Steven Sinofsky.
El sigiloso genio del software, que es aficionado al yoga y devorador de las teorías de gestión, ha ascendido en las filas de Microsoft desde que ayudó a Bill Gates a entusiasmarse con la web a principios de los años 90.
Sinofsky puso su sello en el ampliamente utilizado conjunto de programas llamado Office y corrigió exitosamente Windows luego de que una torpe edición del sistema operativo fuera lanzada en 2006.
Ahora, Sinofsky, de 47 años, enfrenta la prueba definitiva: si su radical rediseño de Windows logra restaurar la relevancia de Microsoft en el mundo de la alta tecnología y conquistar a los consumidores que han preferido al iPad de Apple Inc. AAPL -3.26%y otros dispositivos móviles.
Si Windows 8, que tendrá su estreno el viernes, demuestra ser un éxito, constituiría el mayor hito en la carrera de 23 años de Sinofsky en Microsoft y cimentaría su reputación de sacar adelante complejos proyectos de ingeniería.
"El desempeño de Windows determinará el futuro de la compañía, y —no me sorprendería— también el futuro de los ejecutivos de Microsoft", señaló Brad Silverberg, inversionista en tecnología y ex ejecutivo de Microsoft que dirigió el desarrollo de Windows 95.
Algunos observadores de Microsoft colocan a Sinofsky en la lista de candidatos internos para suceder al presidente ejecutivo, Steve Ballmer. Pero otras personas cercanas dicen que las dudas acerca de su capacidad para colaborar con otros directivos podrían afectar sus posibilidades de llegar a la presidencia ejecutiva. Sinofsky declinó hacer comentarios para este artículo.
En su más reciente campaña de desarrollo, Sinofsky pareció por momentos utilizar las estrategias de Steve Jobs, el cofundador de Apple.
Fuentes del sector señalan, por ejemplo, que Microsoft y Sinofsky han controlado cuidadosamente la información técnica y de marketing vinculada a Windows 8, diseminándola en las publicaciones del blog de Sinofsky, una de las cuales bordeó las 8.500 palabras.
Sinofsky ha ejercido un estricto control, al estilo de Apple, sobre el funcionamiento del nuevo software y hardware, dictando los detalles que suelen dejarse en manos de los fabricantes de las computadoras, tales como la resolución de las pantallas y el tiempo que un aparato necesita para iniciarse.
Sinofsky aprendió a programar por su cuenta los primeros modelos de computadoras personales. Se incorporó a Microsoft en 1989 como ingeniero de software.
Desde temprano captó la atención de Bill Gates, que lo nombró "asistente técnico" para investigar tecnologías prometedoras. Las conversaciones con Sinofsky y otros ayudaron a impulsar el llamado de Gates para reestructurar Microsoft para aprovechar el auge de Internet, ha escrito el propio fundador de Microsoft.
Sinofsky perfeccionó el modelo por el cual se ha vuelto conocido: un trazado meticuloso de un proyecto de software al principio, para luego esperar a que la gente se ciña a su hoja de ruta.
En un año sabático de Microsoft, hace 14 años, Sinofsky pasó un semestre como profesor visitante de la Escuela de Negocios de Harvard. "A diferencia de la mayoría de la gente que toma sabáticos para descansar, él estuvo aquí trabajando muy duro", dice Stefan Thomke, profesor con el que Sinofsky impartió un curso de desarrollo de productos.
Luego de que Sinofsky ayudara a llevar cuatro versiones de Office al mercado, Ballmer lo puso a cargo de la ingeniería de Windows en 2006. Quienes han trabajado con Sinofsky dicen que se basa en un estrecho círculo de confidentes y no se fía de compartir información acerca de sus proyectos.
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