Stephen Elop se hizo cargo de Nokia hace ocho meses.- IAN JONES
Por Manuel Ángel Méndez / El País
Stephen Elop parece un hombre nuevo. Se ríe, bromea y hasta inspira confianza. Nadie lo hubiera dicho ocho meses atrás, cuando se estrenó al frente de Nokia, destapó las vergüenzas de la empresa finlandesa y diagnosticó una situación cercana al colapso. Apple, Samsung, HTC y compañía habían ganado la partida del diseño y los sistemas operativos iOS y Android la del software. A Nokia solo le quedaba una salida: reaccionar o morir. "Estamos ante un nuevo amanecer, un momento crítico en nuestra historia", explica ante un reducido grupo de medios europeos, entre ellos este diario.
Elop tiene motivos para el optimismo. La apuesta (para algunos suicida) de aliarse con Microsoft ha dado sus frutos antes de lo previsto. Esta semana aterrizaron sus dos primeros teléfonos inteligentes con Windows Phone, el Lumia 710 y Lumia 800, que llegará a España a partir de 420 euros. Ambos combinan diseño, servicios en la nube y aplicaciones, y lo hacen de forma solvente. "Estoy muy orgulloso del cambio que hemos dado en tan poco tiempo", dice Elop. Sin embargo, repara en la hilera de iPhones que graban sus palabras y resopla. Ni un solo Nokia a la vista. Le queda mucho por hacer.
Pregunta. Al llegar a Nokia se encontró con una "plataforma en llamas", según sus palabras. ¿Se ha apagado el incendio?
Respuesta. Cuando asumí el cargo identificamos varios retos muy claros. Por ejemplo, la urgencia. En febrero dijimos que cambiábamos de estrategia y en abril habíamos firmado el contrato con Microsoft. Ahora, unos meses después, ya estamos empaquetando los primeros smartphones con Windows Phone. Eso es sorprendente. En febrero sinceramente no creía que podríamos hacerlo, pero la compañía ha estado a la altura y ha excedido mis expectativas en su habilidad para reaccionar.
P. Ha apostado fuerte por Windows Phone. ¿No arriesga más Nokia que Microsoft?
R. La gran apuesta que hemos hecho es centrar la inversión en las áreas en las que podemos diferenciarnos mejor. Con el Lumia 800 demostramos que podemos innovar en diseño y mejorar cualquier modelo existente en el mercado. Estamos apostando también por nuestras capacidades en fotografía, en aplicaciones de navegación, de música... Es decir, Windows Phone no será la única fuente de innovación.
P. ¿Son los Lumia lo que necesitaba Nokia para competir con iPhone 4S o el Galaxy Nexus?
R. Estamos en una batalla de ecosistemas, en plena guerra entre Windows Phone, Apple y Android. En la gama alta la clave es la combinación de diseño, sistema operativo, aplicaciones creadas por desarrolladores y servicios en la nube. De ahí viene la diferencia con la competencia. En nuestra relación con Microsoft, nosotros contribuimos a ciertos elementos de esa diferenciación y ellos a otros. Es el conjunto lo que es competitivo.
P. Pero el Lumia 800 tiene inferiores características respecto al iPhone 4S o el Galaxy Nexus. ¿No están en desventaja?
R. La mayoría de consumidores no se para a contar el número de gigahercios del procesador y ese tipo de cosas. Ponen el móvil en su mano, lo prueban, lo tocan. Les importa si funciona bien o no, si están orgullosos de dejarlo encima de la mesa en un restaurante para que lo vean los demás. Hay muchos smartphones con especificaciones muy altas, pero la experiencia de uso es peor. Si implementas el softwarecorrectamente, la experiencia puede ser superior con especificaciones menores.
P. Hay un factor de orgullo en poseer un iPhone. ¿Ha perdido Nokia ese tirón?
R. En absoluto. Los Lumia están pensados sobre todo para la gente joven, gente a la que le interesa estar en contacto con sus amigos en las redes sociales y acceder a la información rápidamente. La forma en la que Windows Phone permite agrupar el contenido y el diseño atraerá a ese grupo de edad.
P. No los lanzarán en Estados Unidos hasta el 2012. ¿Por qué?
R. Estamos adoptando una estrategia progresiva. Creemos que tiene más impacto centrarse primero en un sitio e ir lanzando poco a poco en otros mercados a medida que cumplimos los requerimientos de cada país.
P. Los países en vías de desarrollo son mercados clave para ustedes. ¿Llevarán allí móviles con Windows Phone?
R. Cuando tomamos la decisión de asociarnos con Microsoft estábamos muy seguros de que podríamos llevar Windows Phone a un abanico muy amplio de teléfonos. Es justo lo que estamos persiguiendo. El Lumia 710, por 220 euros, es el primer ejemplo. Vendrán más y más baratos.
P. ¿Seguirán la misma línea el año que viene de lanzar móviles con Windows Phone personalizados con servicios de Nokia?
R. Esa es la idea. Pero no tiene sentido crear servicios radicalmente diferentes de la experiencia de Windows Phone porque perderíamos la ventaja de la plataforma y a los desarrolladores.
P. ¿Cree que Windows 8 saltará a los smartphones?
R. Con la introducción de Windows 8 para tabletas y PC, millones de personas se acostumbrarán a una experiencia similar a la que ofrecen ahora los Lumia. Es una opción muy interesante.
P. ¿Lanzará Nokia alguna tableta con Windows 8?
R. No hemos comentado nada al respecto, pero admito que hay una sinergia muy importante entre los teléfonos y las tabletas.
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