Los ordenadores capaces de realizar todas sus funciones en un navegador web se perfilan como una alternativa económica para las empresas.
Tras pasar décadas aplicando la Ley de Moore, nos hemos acostumbrado a que los nuevos ordenadores puedan hacer más cosas que los anteriores. La incursión más ambiciosa de Google en la computación en nube, sin embargo, ofrece a las empresas ordenadores capaces de hacer mucho menos.
Estos ordenadores son conocidos como Chromebooks. Los ordenadores portátiles, lanzados oficialmente en junio, utilizan un sistema operativo llamado ChromeOS, que es poco más que una versión mejorada del navegador Chrome de Google. "Los Chromebooks surgieron después de darnos cuenta de que la computación en nube ofrece una oportunidad para rediseñar el concepto de escritorio", señala Rajen Sheth, director del programa de Chromebooks en Google. El argumento de ventas usado con las empresas es un poco más prosaico: entregar a los trabajadores Chromebooks de Google cuesta mucho menos que darles ordenadores convencionales.
Google ofrece sus Chromebooks bajo un modelo de suscripción, en el que cada máquina cuesta entre 20 y 33 dólares al mes (entre 14 y 23 euros). Ese precio incluye soporte técnico y la promesa de que si algún ordenador deja de funcionar se enviará un reemplazo de forma prioritaria. La investigación de Gartner estima que el coste total de propiedad de un ordenador de escritorio normal para una empresa está entre 3.300 y 5.800 dólares (2.330 y 4.100 euros) anuales, y un precio aún mayor más para los ordenadores portátiles. El coste de poseer un Chromebook, según Google, no es más que 12 veces su coste de suscripción mensual -a lo sumo, 396 dólares (280 euros) al año.
Tal y como suele hacer Google, los Chromebooks no han sido lanzados como un producto totalmente pulido. Aparecieron por primera vez en diciembre de 2010, cuando Google envió un prototipo, el Cr-48, a miles de voluntarios y periodistas para ponerlo a prueba. Los comentarios de ese experimento se utilizaron en la creación de los primeros Chromebooks disponibles para su venta, que aparecieron este verano y son fabricados por Samsung y Acer.
A pesar del bajo coste, los Chromebooks superan a los PC convencionales en algunos aspectos. Tardan solo ocho segundos en arrancar y pueden funcionar hasta durante un largo día de trabajo con una sola carga de batería. Sin embargo, encontrarnos nada más que con un navegador -sin escritorio con accesos directos, ni aplicaciones convencionales como Microsoft Office- es desconcertante. Tanto para componer un correo, crear una presentación o editar imágenes, hay que hacer uso de la web. Sin conexión a Internet, muy pocas aplicaciones de Chromebook funcionan en absoluto.
Sheth afirma que eso no plantea ningún problema para muchos trabajadores. "Una proporción significativa de personas en los negocios hoy día solo usan un navegador para todo lo que hacen", asegura. Muchos trabajadores de centros de llamadas y representantes de ventas durante sus viajes ya dependen en la actualidad de software al que se accede mediante un navegador. De hecho, antes de dirigir el proyecto Chromebook, Sheth fue responsable de gran parte del éxito de Google a la hora de convencer a las empresas de adoptar las versiones empresariales de aplicaciones basadas en Internet como Gmail.
El caso práctico más claramente detallado de Seth en relación a los Chromebooks gira en torno a lo que los ordenadores portátiles ofrecen al personal de TI. No hay necesidad de instalar y configurar software de seguridad, ya que el único software en el ordenador -el sistema operativo ChromeOS- es actualizado automáticamente por Google y encripta todos los datos guardados. Las tareas de personalización restantes pueden ser gestionadas con un elegante tablero de instrumentos accesible desde Internet.
"Hay un gran punto a favor de los administradores de TI en cuanto a la gestión, actualizaciones y seguridad", afirma Frank Gillett, dedicado a cubrir nuevas tecnologías en TI para Forrester Research. "Google ha creado un servicio de apoyo para los Chromebooks que se encarga de todo eso, y además muy bien".
Sheth se negó a comentar qué cantidad de Chromebooks se han vendido hasta ahora, pero hay señales de que el mercado de los ordenadores basados únicamente en Internet puede ser más grande de lo que muchos anticiparon. Gillett recientemente realizó una encuesta entre compradores de TI y encontró que alrededor del 16 por ciento señalaron que sus usuarios podían sobrevivir únicamente con un navegador web. "Esperaba demostrar un alto grado de escepticismo, pero no fue así", indica. A pesar de ello, Gillett sigue considerando a los Chromebooks como un "experimento" en vez de una línea de productos pulida.
A medida que Google actualice el sistema operativo ChromeOS, probablemente sus ordenadores se hagan más potentes. Recientemente se ha añadido soporte completo al paquete de negocios Citrix, que permite a un usuario de Chromebook conectarse a un escritorio remoto y usar Windows. Sheth indica que lo importante para Google es que el Chromebook gane apoyo en el mercado. "Estamos apuntando a la visión de futuro de la empresa. Lo de hoy es solo la estrategia de entrada en el mercado, no el punto final ", afirma. Predice que pasarán de tres a cinco años antes de que la mayoría de las tareas empresariales se realicen a través de un navegador web.
Copyright Technology Review 2011.
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