Por Jeanne Whalen
La empresa alemana de comercialización Spreadshirt AG ha vendido camisetas para grupos de música pop como las Spice Girls. ¿Su nuevo cliente? WikiLeaks y Julian Assange.
Este mes, WikiLeaks abrió una tienda en línea para vender pocillos, calcomanías y camisetas con la imagen de Assange. Una de ellas muestra al australiano vestido como Ernesto "Che" Guevara. "¡Viva la información!", dice.
A menos de un año de que WikiLeaks saltara a la fama por publicar miles de documentos clasificados del gobierno estadounidense, el grupo y su fundador están en el centro de un naciente imperio en torno a una marca basada en gran medida en el creciente estatus de Assange como un ícono de la rebeldía.
Assange está intentando aprovechar su creciente fama para recaudar fondos tanto para su sitio web de filtración de documentos como para su fondo de defensa legal.
Ha dicho que recibirá un adelanto de US$1,3 millones para escribir sus memorias para Random House y Cannongate Books Ltd. Assange "ha estado en el centro sísmico de un cambio global sobre la forma en que la gente accede a la información", dijo el portavoz de Random House, Paul Bogaards. "Creemos que su historia generará mucho interés", agregó. Otros están tratando de beneficiarse de la notoriedad de Assange sin su participación. The Most Dangerous Man in the World, (algo como El hombre más peligroso del mundo), un libro que está por salir al mercado sobre Assange del periodista australiano Andrew Fowler, ha sido seleccionado por dos productores de Hollywood para llevarlo al cine, según Melbourne University Press, la editorial del libro.
Una serie de otros textos ya está disponible o en elaboración, escritos por varios periodistas y por Daniel Domscheit-Berg, un ex integrante de WikiLeaks que abandonó el grupo en septiembre luego de un enfrentamiento con Assange.
Los gastos legales de Assange se están incrementando tras la decisión de un juez británico de aprobar su extradición a Suecia, donde fiscales quieren interrogarlo respecto a acusaciones de violación. Assange no ha sido formalmente acusado de este delito y rechaza las imputaciones.
Las acusaciones suecas han aumentado su estatus icónico a los ojos de algunos simpatizantes, que creen que el caso tiene una motivación política. Los fiscales suecos y el abogado de las dos mujeres suecas que lo acusan niegan esa versión.
En diciembre, un tribunal británico que maneja el asunto de la extradición ordenó que fuera encarcelado. Una corte de apelaciones, sin embargo, dispuso su libertad bajo fianza una semana después. Aun así, la tienda que vende camisetas de WikiLeaks parece buscar capitalizar su breve encarcelamiento.
"Liberen a Assange", dice una de ellas, que se vende por entre US$17,99 y US$ 27,99, dependiendo de la talla. Otra muestra a Assange amordazado con una bandera de Estados Unidos y la leyenda: "La verdad no es traición". Otros productos, incluyendo forros para laptops, paraguas y gorras ya tienen la marca WikiLeaks. El sitio de la tienda dice que todo lo recaudado se destina a financiar las operaciones de WikiLeaks.
Spreadshirt, que también fabrica productos y administra tiendas en línea para organizaciones benéficas, dice que WikiLeaks tiene un potencial de ventas "mejor que el promedio". "WikiLeaks es una propuesta emocional. La gente lo ama o lo odia. Para quienes lo aman y quieren mostrar su apoyo luciendo una camiseta, es una buena propuesta", dijo la compañía en un correo electrónico.
Pero esos esfuerzos conllevan riesgos. Maureen Hinton, una experta en marcas de Verdict Research Ltd., en Londres, dice que WikiLeaks debe tener cuidado de no dar la impresión de estarse vendiendo.
Este mes, Assange creó un sitio web para recaudar fondos, www.dinnerforfreespeech.com, para alentar a sus simpatizantes a organizar cenas y hacer donaciones en su apoyo y el de WikiLeaks. La empresa calificó al evento de "un esfuerzo unificado por incrementar la conciencia de la importancia de la libertad de expresión".
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