Del 8 al 10 de febrero se llevó a cabo el taller "Grid Computing Center for the Americas" en el auditorio Marcos Moshinsky del Instituto de Ciencias Nucleares (ICN) de la UNAM. El evento estuvo organizado en conjunto por la Dirección General de Cómputo y Tecnologias de Informacion y Comunicación (DGTIC) y el ICN.La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) busca consolidar su presencia internacional a través de este proyecto interdisciplinario que conjuga el conocimiento científico con las tecnologías de cómputo de alto desempeño. De hecho, la primera experiencia en este sentido es su colaboración en el acelerador de partículas más potentes del mundo, denominado Large Hadron Collider (LHC).
El taller tuvo como objetivo principal definir el proyecto para que la UNAM cuente con un centro de cómputo para aplicaciones GRID con las más altas especificaciones en servicios, capacidad de almacenamiento y transmisión de datos.
Para tal efecto están invitados especialistas en el tema tanto del país como del resto del mundo. Este esfuerzo se inscribe dentro de recientes progresos cuyo objetivo es posicionar a la UNAM en la punta de desarrollos en computo avanzado.
El nombre “GRID” se refiere al conjunto de tecnologías de cómputo que permiten acceder de manera remota a procesadores, datos y herramientas permitiendo así compartir, de manera distribuida a nivel global, recursos de cómputo heterogéneos a través de redes de alta velocidad. Para lograr homogeneizar los recursos y servicios a modo de utilizarla desde cualquier parte del mundo de manera segura y organizada, se hace uso una capa intermedia de software, denominada “middleware”.
En la GRID los recursos de cómputo se encuentran organizados por sitos, llamados nodos, que concentran algunas de las anteriormente mencionadas herramientas. Una forma de clasificarlos es el esquema de los llamados “Tiers” o niveles. Éstos van del 0 al 4, distinguiéndose principalmente por su tamaño y la calidad de los servicios que ofrecen. La denominación Tier-0 se reserva al nodo principal, que usualmente es el que genera la información a ser analizada de manera distribuida, por ejemplo, un experimento de física de altas energías, como los que se llevan a cabo en el CERN, en el Gran Colisionador de Hadrones (LHC por sus siglas en inglés. Desde este nodo se distribuyen los datos a otros nodos o Tiers de nivel 1 que son aquellos que cuentan con la mayor disponibilidad y confiabilidad en la GRID, además de poseer una excelente conectividad, alta capacidad de procesamiento y almacenamiento.
Contar con un nodo “Tier-1” en México es de vital importancia para los científicos que participan en grandes proyectos internacionales como el LHC, cuya capacidad de análisis de datos está basada en la tecnología GRID para compartir la información, analizar y almacenar los grandes volúmenes de datos generados por los experimentos. Por ejemplo, el experimento ALICE del LHC cuenta con 87 sitios GRID, 81 ubicandos en Europa, 4 en Estados Unidos y 2 en Latinoamérica, ubicados en México y Brasil con sólo 40 y 150 procesadores respectivamente.
Gracias al gran compromiso que tiene la UNAM con seguir de cerca y generar desarrollos de punta, desde hace ya algún tiempo algunos institutos y centros de investigación se han dado a la tarea de capacitar a su personal en el uso y desarrollo de la tecnología GRID, participando intensamente en proyectos internacionales de transferencia de conocimiento. Además, la UNAM ha mejorado sustancialmente su capacidad de conectividad hacia Internet2, incrementándola en el último año de 35 Mbps (megabites por segundo) a 1Gbps (gigabites por segundo), es decir, un casi factor de 1000 de incremento. A la par, la UNAM ha venido desarrollando toda la infraestructura de apoyo necesaria para poder correr aplicaciones y herramientas de cómputo avanzado como son: una autoridad certificadora, repositorios de software, programas de monitoreo y soporte, etc.
Para formar parte de la GRID mundial de manera aún más activa y atender las demandas de cómputo de alto desempeño de las comunidades científicas de la UNAM, que demanda su participación en los grandes proyectos tanto locales como internacionales, se hace indispensable contar un Tier-1 centro que sería el primero en su tipo en el país y en general en Latinoamérica.
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