Un número creciente de empresas de tecnología se están asentando en Nueva York y llaman la atención de los inversores.
Cuando Dennis Crowley y Naveen Selvadurai comenzaron en 2008 la construcción de sustart-up para compartir la localización, Foursquare, eligieron la ciudad de Nueva York como sede, y la mesa de la cocina de Crowley en el East Village como su primer espacio de trabajo. "Nunca nos dijimos aquello de que 'la única manera de hacer que tenga éxito es irnos a California, ¿empezamos a hacer las maletas?'", afirma.
Dado que el grupo de desarrolladores web era mucho más grande en Silicon Valley, la decisión de Crowley podía parecer arriesgada. Pero en los últimos años, un número cada vez mayor de nuevas empresas han considerado a la Gran Manzana como alternativa viable del Área de la Bahía en San Francisco. Este crecimiento está impulsado por una confluencia de factores: el surgimiento de varias start-ups prominentes, entre ellas Foursquare y el sitio de financiación colectiva Kickstarter; la llegada de programas de aceleración con respaldo de capital de riesgo para ayudar a las jóvenes start-ups a conseguir despegar; un grupo de ingenieros que se han trasladado a la ciudad a medida que empresas como Facebook y Twitter han construido oficinas en Nueva York; e iniciativas del Gobierno de la ciudad de Nueva York para fomentar la innovación tecnológica.
Hoy día, Crowley trabaja a veces como mentor de start-ups en la ciudad, reuniéndose con estudiantes y empresarios emergentes en Nueva York del mismo modo en que respetados veteranos de tecnología lo llevan haciendo desde hace mucho en Palo Alto o San Francisco. "Lo que ha estado sucediendo desde hace 20 o 30 años en Silicon Valley está empezando a suceder aquí", señala.
Es difícil saber con precisión cuántas start-ups hay en la Ciudad de Nueva York, pero un mapa en línea de la oficina del alcalde Michael Bloomberg enumera casi 1.000 que están contratando personal. New York Tech Meetup, una organización sin fines de lucro, tardó cerca de siete años en conseguir sus primeros dos miembros, pero en abril de 2011 tenía 15.000 y ahora 26.000, señala Jessica Lawrence, directora general del grupo. Las reuniones mensuales, que se celebran en un teatro con aforo para 850 personas, cuestan 10 dólares (8 euros) y últimamente se han vendido todas las localidades en menos de un minuto, según señala Lawrence, lo que obligó al grupo a ofrecer retransmisiones simultáneas en otros lugares para los que no pudieran estar allí en persona. Uno de los objetivos de su grupo es simplemente recordar a la gente que hay una gran cantidad de ingenieros de software en Nueva York.
Los fondos de capital riesgo están creciendo también. Según datos de PricewaterhouseCoopers y de la Asociación Nacional de Capital de Riesgo, la cantidad destart-ups con sede en Nueva York que recibieron este tipo de fondos aumentó un 34 por ciento entre 2007 y 2011, mientras que en Silicon Valley se redujo un 7 por ciento y a nivel nacional un 8. El año pasado, los inversores de riesgo inyectaron 2.750 millones de dólares (2.226 millones de euros) en 390 start-ups del área de la ciudad de Nueva York, lo que supone la mayor cantidad de dinero e inversiones desde el año 2001, cuando la burbuja de las puntocom perdía aire rápidamente en el 'Silicon Alley' de Manhattan y en otros lugares. En lo que va de año, se han invertido 942 millones de dólares (762 millones de euros) en 182 start-ups de Nueva York.
Por supuesto, Silicon Valley sigue siendo mucho mayor (1.202 empresas consiguieron 12.000 millones de dólares, 9.700 millones de euros, el año pasado), y está muy lejos de ser eclipsada. Sin embargo, el crecimiento de start-ups en Nueva York es palpable y parece que está impulsando un crecimiento aún mayor.
La firma de capital de riesgo Accel Partners, con sede en Palo Alto, California, solo hico unas pocas inversiones en Nueva York entre 2008 y 2011, pero en la actualidad tiene cerca de 18 en la ciudad, lo que la convierte en la segunda mayor área de inversión de la empresa detrás de Silicon Valley. El año pasado abrió su primera oficina en Nueva York, su segunda en Estados Unidos, después de notar un aumento en la calidad de la iniciativa empresarial local y una mayor diversidad en los tipos de empresas, como por ejemplo en medios sociales, comercio electrónico y servicios móviles, afirma Sameer Gandhi, socio de Accel.
Al igual que Crowley, Zach Sims decidió instalarse en Nueva York cuando cofundó Codecademy, una start-up que enseña a la gente a escribir código de programación, a pesar de que los primeros días de su compañía fueron en Silicon Valley como participante, el verano pasado, en Y Combinator, una aceleradora en Mountain View, California.
Sims y el otro cofundador, Ryan Bubinski, habían asistido a la Universidad de Columbia en Manhattan, y crearon una red de personas a las que querían contratar. Además, su principal inversor, Union Square Ventures, tiene sede en la ciudad. Sims también cree que trabajar en Nueva York es una buena manera de estar en contacto con el tipo de personas que utilizarían Codecademy, puesto que la oferta de la start-up está orientada hacia personas que no estén arraigadas en la escena tecnológica, y ese tipo de personas son más fáciles de encontrar en Nueva York que en Silicon Valley.
De hecho, en Nueva York la tecnología es solo una entre varias grandes industrias, entre ellas, las finanzas y los medios de comunicación, lo que da a los fundadores de start-upsuna gran variedad de recursos. Por ejemplo, la presencia de la industria de la moda de Nueva York es lo que atrajo a Olga Vidisheva, fundadora de Shoptiques, un sitio de comercio electrónico que ofrece productos de boutiques. También sabía que Manhattan sería un buen lugar para encontrar empleados con experiencia en operaciones, ventas y trabajo editorial.
Además, según señala Vidisheva, la atmósfera incansable de Nueva York es un incentivo más: había trabajado anteriormente en Silicon Valley y se sentía "como un bicho raro" cuando salía de la oficina a las 2 o 3 de la mañana, pero en Nueva York siempre están pasando cosas. "Aquí se puede conseguir comida a cualquier hora de la noche", señala. "Se puede conseguir cualquier cosa".
Copyright Technology Review 2012.
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