Por EMILY MALTBY
El análisis sistemático de datos ha cambiado el negocio de la búsqueda de talentos para el béisbol, al estilo "Moneyball", y ha alterado las plataformas de corretaje de Wall Street, que ahora son controladas por algoritmos diseñados por los llamados "quants" o cuantitativos.
¿Puede el rigor analítico también ayudar a emprendedores como Sharon Schneider a tomar mejores decisiones acerca de cómo administrar sus nuevas empresas?
En el último año, miles de propietarios de pequeñas empresas en Estados Unidos han contratado servicios gratuitos de "benchmarking" para evaluar sus nuevas empresas, sobre la base de un análisis de datos comparables de sus pares.
Startup Compass, un servicio de benchmarking que fue lanzado en agosto de 2011, permite a las empresas incipientes presentar anónimamente información sobre temas como sus fundadores, su modelo de ingresos y cómo consiguen clientes. El servicio responde con un informe automatizado, incluyendo gráficos y otro material explicativo, que muestra cómo se encuentran en comparación con alrededor de otras 17.000 empresas jóvenes que han tomado la prueba.
G-Score, un servicio similar, usa un cuestionario que abarca temas tales como el concepto de negocio de las nuevas empresas, la gerencia y sus rivales. A partir de sus respuestas, los emprendedores pueden ver cómo se clasifican sus empresas en una escala de uno a cuatro en cada una de siete categorías, en comparación con otros de su misma industria.
CompStudy, controlada por la firma de contratación Park Square Executive Search y la Escuela de Negocios de Harvard, ha recopilado durante 12 años datos sobre remuneraciones en efectivo y valores en empresas privadas. Desde 2008, los datos han estado disponibles en Internet para aquellos que llenen la encuesta de CompStudy, lo que permite a los empresarios ver cómo se divide el capital de una empresa que no cotiza en bolsa conforme aumenta las rondas de financiación y contrata más empleados.
Tal retroalimentación es atractiva para gente como Schneider, de 36 años, fundadora de un servicio de suscripción que provee a los padres ropa usada pero "como nueva" para sus bebés. Ella dice que espera conducir su empresa, Good Karma Clothing Inc., a un rápido crecimiento. Sin embargo, Schneider recibió recientemente lo que ella describe como información "relevante" por parte de Startup Compass: su empresa podría fracasar si, por ejemplo, intenta crecer demasiado rápido en un área en particular, al igual que si contrata demasiado personal antes de tener suficientes clientes.
A los críticos les preocupa que las evaluaciones comparativas puedan volverse en contra de los empresarios si son sobre utilizadas. "Uno puede entrar en una parálisis por análisis", dice Patricia Greene, una profesora de emprendimiento en Babson College, quien advierte que el benchmarking podría desalentar a las empresas de usar innovadores modelos de negocios. "Uno quiere suficiente análisis para tener una idea de a dónde ir sin quedar atrapado en los negocios de los demás", añade.
Comparar a un emprendedor con un grupo de pares puede ser riesgoso, agrega Greene, porque "la anormalidad podría ser su ventaja comparativa". Muchos emprendedores están entrando en nuevos campos, como el de las aplicaciones para teléfonos inteligentes, los servicios de computación en nube y las redes sociales, donde no hay muchos puntos de referencia para medir su progreso.
A sabiendas que la mayoría de las nuevas empresas fracasan, muchos emprendedores están ansiosos por tener una visión objetiva de su progreso. "Si uno no entiende dónde se encuentra, es difícil saber hacia dónde va", dice Steve Blank, profesor de emprendimiento en la Universidad de California, Berkeley, e inversionista en Startup Compass.
A menudo, los ingresos no son un buen punto de referencia para las empresas en la fase inicial. Un indicador clave podría ser cómo interactúan los clientes con su producto. "Uno puede sentir que se está moviendo muy rápido, ¿pero comparado con qué? ¿Dónde estoy, en relación con algún punto de referencia?", señala Scott Case, director de Startup America Partnership, un grupo que ayuda a poner en contacto a los emprendedores con servicios e inversionistas. Lizzie Hodgson, de 38 años, se acercó recientemente a Startup Compass para ver cómo su empresa de un año de existencia, Civicboom, que ofrece acceso a noticias de organizaciones y verifica imágenes y videos generadas por los usuarios, se encuentra en relación con otras nuevas empresas tecnológicas. A partir de los resultados, Hodgson y sus cofundadores "resistieron la presión de comprometerse con recursos para hacer marketing y publicidad", debido a que la empresa, con sede en Canterbury, Inglaterra, podría estar creciendo demasiado rápido sin tener todas las piezas en su lugar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario