Por David Cuen / BBC Mundo
El producto llegaba al mercado casi seis meses después del lanzamiento del primer teléfono Android que el buscador había fabricado con HTC, una firma taiwanesa.
Pero más significativo aún, arribaba a la competencia de los teléfonos inteligentes casi dos años después de que Apple introdujera al mundo el iPhone en junio de 2007.
Tres años después la empresa asiática ha sido coronada como la mayor fabricante de teléfonos celulares en el mundo y se encuentra en una feroz batalla con Apple por la cima de los teléfonos inteligentes.
La batalla apenas comienza y dará mucho de qué hablar en los próximos meses.
En Seúl, sin embargo, debe haber más de una cara sonriente.
Cifras tanto de la firma de investigación de mercado Strategy Analytics, como de IDC y Gartner aseguran que la compañía cuenta con un 25% del mercado mundial de teléfonos celulares (inteligentes o no) en el mundo, frente a un 22% de Nokia y un 9,5% de Apple.
La era del liderazgo de Nokia parece estar cediendo su lugar a la era de Samsung vs Apple. Si hacemos caso a las estimaciones de los analistas, los teléfonos inteligentes terminarán por convertirse en la norma del mercado catapultando a estos dos proyectos a la cima.
Y esto es así porque cuando se analiza únicamente el mercado de los teléfonos inteligentes por fabricante, la competencia entre los estadounidenses y los surcoreanos es mucho más cerrada.
Si bien las cifras de IDC del primer trimestre del año le dan la ventaja en el mercado a Samsung (29,1% contra 24,2% de Apple), otros aseguran que la empresa coreana aún están por debajo de la estadounidense ya que el Samsung Galaxy Note debe ser visto como una tableta y no como un celular.
Pero la empresa surcoreana tiene un 'bollo caliente' bajo la manga. El lanzamiento del Samsung Galaxy S3 este jueves le daría una ventaja sobre la empresa de Cupertino, en California, al sacar al mercado un nuevo dispositivo meses antes que la nueva generación de su rival vea la luz.
Samsung ha ido experimentado con Android a lo largo de estos años y ha fabricado aproximadamente 25 modelos con el sistema operativo de Google, el equivalente a 1,44 teléfonos lanzados al mes desde su alianza con el buscador.
Pero muchos han criticado a la empresa asegurando que sus teléfonos -particularmente la línea Galaxy- son una copia del iPhone en lo que al diseño del aparato se refiere. Algunos incluso afirman que el look que la empresa le pone a Android (y que desagrada a algunos de sus usuarios) llamado TouchWiz, es una imitación del iOS de Apple.
Ambas empresas han invertido una gran cantidad de dinero en pleitos con abogados y ahora -por orden de una juez- se verán las caras para tratar de resolver sus diferencias hablando.
El 21 de mayo Tim Cook (Apple) se reunirá con Gee-Sung Choi (Samsung) para tratar de llegar a un acuerdo que termine la disputa. Cook ha dicho que detesta los pleitos en los tribunales, aunque aclarando que no tolerará violaciones a su propiedad intelectual.
El problema para ambas compañías es que son amigas y rivales. Compiten en el mercado al tiempo que Samsung provee a Apple de chips y otros componentes para productos como el iPad.
Quienes defienden a Samsung aseguran que más que imitar, lo que la empresa surcoreana ha hecho es poner a disposición del mercado un teléfono con características similares al iPhone, a un precio más bajo, lo que se encuentra detrás de su crecimiento.
Pero más allá de su competencia, uno también podría argumentar que ambos productos responden a diferentes mercados y distintos tipos de consumidores.
Lo interesante no es que se peleen, sino que están transformado al mercado en una batalla de dos partes. En telefonía inteligente muy detrás de ellos aparecen HTC, LG, Sony y Nokia.
¿Se convertirá el futuro de los celulares en una batalla de dos caballos? Por el bien de los consumidores, ojalá que no.
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